Nos volvimos a
reunir en el Marbella Club, como cada mes con la intención de disfrutar
con una de nuestras pasiones, la literatura. Este mes de Febrero
hemos leído un libro de suspense del jovensísimo Joël Dicker y que nos ha
posicionado como grupo en las antípodas de la opinión popular actual, no hay
que perder de vista que esta obra ha sido galardonada con el prestigioso premio
Goncourt de jóvenes y para nosotras ha representado una experiencia larga,
repetitiva, inverosímil y falta de valores literarios. Eso no quita que no
apreciamos el tremendo esfuerzo técnico realizado por el autor que no tiene
porqué elevar el trabajo al orden de obra de arte.
La novela en
cuestión se soporta en la investigación de un escritor con el síndrome de la hoja
en blanco que intenta descubrir los culpables de un asesinato ocurrido
tres décadas antes, mientras, lidia con las presiones propias de la industria
editorial que le exige carnaza para el negocio de las ventas de libros. Las
socias, hemos coincidido en que ésta visión que nos proporciona el autor sobre
el mundo de los escritores es de lo mejor de la obra, ya que refleja muy bien
historias que están viviendo escritores que tienen un bum de ventas con su
primera novela y las editoriales los acosan, les firman contratos al peso y se
producen compromisos imposibles para la calidad de las próximas obras.
Algunas
socias han apreciado también, la facilidad para leerlo, de hecho hubo una de ellas que
se lo había leído en un día, pero la mayoría admitían que les había resultado
largo y que era una pena, pues sabemos cuanto cuesta escribir, para tener que
admitir que la historia no daba para más de 250 páginas.
Otra apreciación
positiva que hemos podido extraer es el trabajo ímprobo que ha realizado el
autor, dirigiendo su labor hacia las técnicas que se estudian en la producción
de la novela de suspense, el uso y abuso de giros, la presentación de la
historia en tres tiempos, sin embargo, lamentablemente no sólo de esfuerzo vive
el artista, la genialidad debe sumarse para concretar en una obra de arte y tanto
giro y tanto sospechoso y tanta decepción ha acabado por aburrir y en algunos
casos desesperar por la extensión del libro, 660 páginas. Por un momento hemos
recordado “El Tango de la Guardia Vieja” de Arturo Pérez Reverte, que leímos el
año pasado, también estructurado en tres tiempos y lo hemos hecho con cierta
añoranza del buen sabor de boca que nos dejó, ¡qué diferencia de sensaciones!
Se ha celebrado
con unanimidad la acertada estructura, original y creativa, mucho más que la
historia, que da para un telefilm o incluso para una serie de televisión donde
cada personaje lleve su trama. El caso es que es una pena tanto trabajo y esta
estructura para una historia que no se sostiene, donde los personajes son
increíbles, a todas nos ha chirriado una chica de 15 años, que abduce a los
hombres, los corrompe, mientras ellos mantienen conductas enamoradas, hacia una
niña, con una enfermedad mental gravísima. Tampoco se mantiene la actitud de su
padre, un pastor protestante, que la deja estar fuera de casa todo el día y que
se encierra mientras ella sufre crisis de desdoblamiento de personalidad. O la
imposibilidad de que un ser que no escribe nunca, lo haga y surja una obra de
arte, la literatura no es magia, es formación, talento y trabajo. O incluso las trabas
burocráticas para conseguir un análisis grafológico, más de una semana, cuando
en menos de cinco minutos un escrito puede ser escaneado y enviado al experto
grafólogo, como prescindiendo de los medios actuales, de forma que resultaba
confuso comprender en qué época del libro nos estaba situando. Finalmente es
increíble que nadie contara al escritor-investigador que había muerto la madre
y siempre se remitían a una historia sospechosamente extraña de Alabama, que nunca
se comprobó, con lo cerca que está Alabama, a tiro de teléfono; tampoco se llevaron a balística los proyectiles encontradas en la
primera víctima, parece una investigación del “Inspertor Clouseau de la Sûreté”….
Nuestras socias
que han vivido en Estados Unidos por muchos años han apreciado el profundo
conocimiento que el autor ha demostrado de la sociedad y costumbres americanas,
ciertamente la obra nos ha ofrecido la estampa de un pueblo con sus cotidianos,
sus personajes y eventos habituales. Sin embargo, ha cometido el error de hacer
un “totum rebolutum” expresamente en el final donde alguna tertuliana confesó
que deseaba que se acabara la novela y que ni siquiera le importaba a esas
alturas de hartazgo quien fuese el asesino.
En fin, que nos lo
podíamos haber ahorrado y es que hemos leído muchas obras de mucha enjundia, lo
que nos permite tener capacidad crítica y eso está reñido con la avalancha
publicitaria de las editoriales.
Marbella, 18 de Febrero de 2.014
Ana E.Venegas
Estupendo comentario.Gracias Ana.
ResponderEliminarMuy buen resumen de la tertulia.
ResponderEliminarNatalia
Leí la novela en el verano de un tirón y totalmente de acuerdo con vuestros comentarios. Lectura de hamaca que engancha al principio por las técnicas narrativas que utiliza el autor y que hacia la mitad estas deseando cerrar el libro porque ya da igual quien sea el asesino.
ResponderEliminarEl final es como para pedir que te devuelvan el dinero. Me reafirmo en que para que algo triunfe no tiene porque ser bueno o brillante, solo tiene que tener una buena campaña de marketing.... Recuerdo la trilogía de las sombras de Grey... Otra patata.... Buen comentario Ana... Como era deesperar
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