(Vídeos de la conferencia al final)
Con una preciosa y decimonónica estampa, el matador Fernando Cámara y el experto D. José Morente recibieron el pasado jueves en el Cortijo Miraflores a un público que llenó algo más de tres cuarto de plaza para ampliar sus conocimientos sobre la historia del toreo ineludiblemente unida a la del flamenco.
D. Fernando Cámara, torero retirado por un
percance propio de la profesión y director técnico de la Escuela de Tauromaquia
Provincial de Málaga nos instruyó sobre la necesidad del torero y de los
bailaores de cuidar, conocer y expresar artísticamente con su cuerpo. De manera
que hasta un no entendido en técnica pueda muy bien ser sensible al ritmo y a la
estética de la estampa taurinoflamenca.
Posteriormente, El arquitecto y erudito del
toreo D. José Morente, autor del blog larazonincorporea.blogspot.com, nos regaló
con unos momentos únicos en los que recorrió la historia de la Tauromaquia a
través de sus protagonistas más representativos, con imágenes y grabaciones
antiguas que deben tener un valor incalculable; la genialidad del Sr. Morente
culmina cuando este documento visual se acompaña por las voces flamencas de la
época en un conjunto artístico de indudable belleza, a veces muy trágica pues
vimos algunas cornadas y funerales.
El sentir flamenco y torero están muy
relacionados según el conferenciante, de hecho hay numerosas obras de arte,
pinturas, cantes, literatura que lo fundamentan. También podemos descubrir familias con honda tradición en ambos ámbitos y matrimonios entre toreros y
cantaoras como el de Joselito el Gallo y Pastora Imperio. Los flamencos eran
menos pudientes que los toreros de éxito y en muchas ocasiones, los segundos
financiaban los proyectos artísticos de los primeros y son infinidad de
ocasiones en los que se han fotografiado todos juntos. No menos significativa ha
sido la transferencia y relación entre estas profesiones de fondo artístico, ha
habido toreros o subalternos que han cambiado los arreos por la pluma y el
papel o por una silla y una guitarra, el mismo Miguel Hernández escribió en el
Cossio.
En las pequeñas películas que D. José
Morente nos mostró pudimos ver a Joselito el Gallo mientras cantaba Antonio
Mairena, Pepe Marchena por tanguillos críticos sobre los gitanistas y los
payistas mientras Cúchares, el maestro más seguro, lucía estampa, las disputas
de las escuelas sevillistas y rondeñas en las espadas de Curro Guillén y
Antonio Ordóñez mientras Curro de Utrera ponía su voz y su letra, a la mejor
cantaora de la historia, Pastora Pavón, La Niña de los Peines, en el duelo
Lagartijo/Frascuelo, al guapísimo Antonio Reverte, el primero con coche, regalo
de su amante cupletista, ante la voz afinadísima de Doña Concha Piquer, a
Fortuna haciéndose cargo de un toro escapista en las calles de Madrid con la
banda sonora de Pepe de la Matrona y Garrido de Jerez, la cumbre y la desgracia
de Gitanillo de Triana acunado por el cante de Antonio Sevillano, Manolo
Caracol doliente cantándole a su amigo Manolete ya desaparecido, las juergas de
Antoñete, Gitanillo de Triana y Curro Romero que tardaron más de veinte días
en grabar un villancico navideño porque
Gitanillo pasaba por la taberna para “calentar la voz” y claro, nunca llegaban,
Juanito Valderrama acompaña a los que evolucionaron al toreo moderno, Joselito
y Belmonte, técnica y arte, y dejo para el final la actuación de José Tomás por
rancheras en su segunda casa en Aguascalientes.
En la ronda de preguntas finales se habló
sobre el conflicto taurino/antitaurino, el talento de José Tomás centrado en su
personalidad y como culminación de todos los genios, de la vida del toro de
lidia & vacuno de carne, de las coplas y palos que mejor le sientan al
toreo, de las escuelas de tauromaquia y tuvo que ponerse fin al acto en
consideración a los trabajadores del centro, porque el público asistente siguió
con ganas de tertulia.
Ana E.Venegas
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