Desde la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Marbella nos llega este artículo.Magnífica llamada de atención e información.Gracias a Isabel Cintado -Concejala de Igualdad y su equipo.
Día Internacional por la IGUALDAD SALARIAL |
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A
través del Lobby Europeo de Mujeres, organización que defiende los
derechos e intereses de las mujeres fuera y dentro de Europa, el
Parlamento Europeo aprueba en 2008 una resolución que solicitaba a los
Estados miembros que organizaran un Día Europeo por la Igualdad
Salarial, tomando para ello el día en que, por término medio, las
mujeres hubiesen obtenido la retribución que los hombres ganan de media
en un año.
Con la finalidad de determinar el día se
investigó y se determinó que para que una mujer ganara lo mismo que un
hombre debía trabajar un 15% más, es decir 53 días más, o lo que es lo
mismo el año entero y el siguiente hasta el 22 de Febrero.
El Día por la Igualdad Salarial entre
Mujeres y Hombres comienza a celebrarse oficialmente por primera vez en
2011 donde la brecha fue del 17,5%, en 2012 fue del 16.4% y en 2013, un
16.2%.; aunque se confirma una tendencia ligeramente a la baja aún no
hay motivos para congratularse dado que la brecha salarial sigue siendo
muy amplia y una gran parte de la evolución registrada se explica más
por la reducción del sueldo de los hombres que por el aumento del de las
mujeres. El hecho que sus contratos sean más precarios, con jornadas
parciales y la recesión económica en determinados sectores ocupados
mayoritariamente por el sector masculino como la construcción o la
ingeniería, todo ello debido a la crisis, nada tiene que ver con que las
mujeres hayan mejorado sus condiciones salariales y laborales.
Como vemos realmente el 22 de Febrero es
un día simbólico para la reivindicación pues la brecha cambia cada año,
varía según sea el país e incluso la región. Por ejemplo, dicha brecha
en 2012 en España fue del 22% y en Andalucía del 28%. Estamos por encima
de la media de Europa.
Es importante diferenciar el concepto
que nos ocupa de la discriminación salarial directa donde se produce una
discriminación salarial entre un hombre y una mujer que ocupan el mismo
trabajo, donde la mujer cobra menos por el hecho de ser mujer.
Afortunadamente esta situación es poco frecuente en nuestra sociedad y
además existen herramientas jurídicas para denunciarla mientras que la
brecha salarial supone diferencia total de salario medio de trabajadoras
y trabajadores con diferentes características laborales.
La realidad es que la brecha salarial
sigue produciéndose por razones complejas ligadas directamente con otro
tipo de discriminaciones por razón de sexo que las mujeres padecemos y
se produce en muchos entornos, dado que afecta tanto a mujeres
universitarias como sin estudios, mujeres con los salarios más altos y
los más bajos y mujeres que ejercen actividades profesionales, técnicas y
científicas.
Entre las causas que originan la brecha
salarial figuran que la mayor parte del cuidado de personas dependientes
en la familia y las tareas del hogar recaen sobre las mujeres, que las
mujeres se encuentran concentradas en los sectores de más baja
retribución, el poco valor social y económico otorgado a los trabajos
derivados de los típicos roles femeninos y las falsas creencias o
estereotipos sobre la existencia de ocupaciones más femeninas o más
masculinas.
Entre las consecuencias que esta
situación provoca durante el empleo en las mujeres figuran: reducciones
de jornada, mayores ausencias y excedencias, mayor número de contratos a
jornada parcial, menos promoción en la empresa, menos nivel de
experiencia, menos salario, menos interés de contratar mujeres y menos
presencia en puestos de dirección. Tras finalizar el empleo, las mujeres
tienen menos tiempo cotizado para acceder al cobro de prestaciones y
ayudas por desempleo y menos base de cotización para optar a las
pensiones de jubilación, si es que tienen derecho.
Desde la Delegación de Igualdad instamos
a la ciudadanía a que se informe, opine, aporte ideas, difunda y se
solidarice con esta problemática que nuestra sociedad aún tiene
pendiente. Confiemos que las generaciones venideras sean testigos del
cierre de la brecha salarial de género lo que significará que nosotros y
nosotras habremos ayudado a crear una sociedad más igualitaria y
cohesionada.
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