El Salón
de reuniones del Hotel San Cristóbal, con un lleno hasta la bandera, ha sido el
espacio que ha acogido la presentación de la última entrega de la Revista la
Garbía. El acto estuvo presentado por Francisco de Asís López y Andrés García
Baena como miembros del equipo de redacción y por el retratista Antonio
Montiel, a la conversación que fue muy flexible y abierta se unieron los
comentarios del pianista Felipe Campuzano, del crítico de arte José Manuel San
Juan, del alma máter del colectivo de arte la Kavra Pedro Molina y de la escritora
y bloguera, nuestra socia Ana E. Venegas cuyo artículo sobre La Performance puedes leer aquí.
Tanto
Francisco de Asís como Andrés nos hicieron partícipes de la dificultad para
publicar una revista como La Garbía, desde los esfuerzos para buscar
financiación, las correcciones, la selección de autores y artículos o hasta el
lugar que dichos trabajos ocupan en la publicación. En fin, que esta propuesta
cultural se mantiene gracias al esfuerzo de todos los participantes, en
especial del equipo de redacción y producción.
Luego
tomó la palabra el pintor Antonio Montiel que agradeció poder formar parte como
contenido de este número de la revista y apreció que fuese desde un foro
cultural, que se atendiera a su obra, y no desde otro tipo de publicaciones más
interesadas en los personajes famosos que él retrata.
El
debate vino cuando Andrés García Baena preguntó por las controversias entre
figurativismo y abstracción, así como sobre la tan manida cuestión de que el
Arte Contemporáneo es una tomadura de pelo. Antonio Montiel opina que un pintor
lo primero que tiene que conocer es su técnica, como él que lleva desde los
tres años trabajando ella y la domina perfectamente. Los asistentes que
mencionamos al principio insistieron en que el Arte contemporáneo y el
figurativismo no estaban reñidos y que todos los artistas no tenían que ser
pintores, o no exclusivamente.
Antonio
sacó el tema recurrente del Museo donde algunos críticos se había puesto a
dialogar sobre una bolsa de basura pensando que era una obra de arte y resultó
ser que la habían olvidado allí mujeres de la limpieza. Este debate se discutió
largo y tendido en el restaurante del hotel. Una bolsa de basura no es una obra
de arte, pero si un artista quiere desconcertar, dialogar con el público, crear
una emoción, una repulsa, trasmitir una idea y para ello usa el significante de
una bolsa de basura, ese hecho sí es un hecho artístico, quizás deberíamos
intentar comprender que hoy en día hay otros lenguajes artísticos y que
coexisten con pintores de retratos y escultores de figuras de Lladró.
En cuanto
a la mención de Velázquez, a la que recurrió Montiel y otros participantes del
debate, lo que hace que Velázquez sea un genio no es sólo su técnica que es
maravillosa y como dijo el “Pintor del Alma”, precursora del Impresionismo. Lo
que lo hace único es que además es un precursor de las vanguardias y del Arte
contemporáneo, por los temas que trata, por las historias que cuenta, por los
personajes que introduce en sus composiciones, por las miradas, el tratamiento
de la diversidad, la estética de la fealdad, por su ruptura con la obra donde
el retratado está idealizado. Y es que algunos, muchos, preferimos ver el
Retrato de Dorian Grey que al propio Dorian, porque en él si encontramos al
poliédrico ser humano, mucho más interesante.
En fin,
una tarde magnífica, un gran debate, creo que finalmente sí ha sido un acierto
traer a Antonio Montiel a la Revista. Aquí os dejo parte de la presentación en
vídeo:
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