El Centro Cultural Cortijo Miraflores es la sede donde se están desarrollando
los ciclos de conferencias que con el nombre de “Aula de Mayores de la
Universidad de Málaga” llevamos varios años disfrutando en Marbella. A estos
ciclos concurren numerosas personas interesadas en los más diversos temas,
desde la Cartografía a la Literatura, de la Política a la Ecología o al Derecho
Internacional.
El
acceso a estas conferencias, organizadas por Universidad de Málaga y el
Ayuntamiento de Marbella, es libre y gratuito, además, los mayores de 55 pueden
inscribirse y recibir un diploma si asisten a un número determinado de citas.
Hoy
hemos asistido a la charla sobre Antonio Machado correspondiente al ciclo de
“Poesía Española”. El ponente de esta materia es D. Antonio Gómez Yebra y nos
ha encantado encontrarnos entre el público con la escritora y periodista Viruca
Yedra, que resulta ser prima hermana del profesor.
Gómez
Yedra es Catedrático de Literatura Española en la Universidad de Málaga. Autor
de 83 libros de Literatura Infantil-Juvenil, 15 de Literatura para Adultos y 53
de ensayos. Colabora con artículos y reseñas literarias en SUR habitualmente
desde 1992. También lo hace en revistas especializadas como El Mercurio. Ha
dado conferencias y recitado sus poemas en numerosos centros, universidades y
en Institutos Cervantes de todo el mundo.
La
conferencia ha sido muy interesante y amena. Hemos repasado la biografía de
Machado y los hitos más importantes para entender su obra, su familia, sus
abuelos intelectuales, su padre recopilador de folklore, Madrid y la
Institución Libre de Enseñanza, su estancia en París, sus poetas influyentes,
la vida en Soria, la muerte de Leonor, su jovencísima esposa, su soledad, sus
“Campos de Castilla”, el profesorado en Úbeda y Segovia, la República, la
Guerra, su amor prohibido Guiomar y hasta su exilio en el sur de Francia, donde
reposan sus restos.
Finalmente,
hemos disfrutado de versos de “Soledades” y de “Campos de Castilla”, por
supuesto no ha podido faltar la maravilla que es su “Retrato” que reproduzco a
continuación tras el vídeo de la versión que Juan Manuel Serrat hizo de él:
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
y escucho solamente, entre las voces, una.
¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.
Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Y cuando llegue el día del último vïaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
PROGRAMA MÓDULO 2: La poesía Española entre dos siglos
MARTES, 13 DE FEBRERO DE 2018
Salvador Rueda, el hombre y el poeta.
D. Antonio A. Gómez Yebra
JUEVES, 15 DE FEBRERO DE 2018
Antonio Machado, un hombre bueno y un excelente poeta.
D. Antonio A. Gómez Yebra
MARTES, 20 DE FEBRERO DE 2018
Juan Ramón Jiménez, andaluz universal.
D. Antonio A. Gómez Yebra
JUEVES, 22 DE FEBRERO DE 2018
Rafael Alberti, con el mar al fondo.
D. Antonio A. Gómez Yebra
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