martes, 13 de junio de 2017

"Mi Planta de Naranja Lima" de José Mauro de Vasconcelos, tertulia AMUM de Junio


Resultado de imagen de Mi planta de Naranja Lima pelicula    La Asociación de Mujeres Universitarias se ha reunido este mes con el objeto de comentar en profundidad una obra brasileira de los años sesenta que se ha convertido en un referente en los colegios de Latinoamérica por su exquisitez, su ternura y el reflejo duro de la vida de los más desfavorecidos.

    La voz común en esta tertulia giró en torno a las sensaciones, la emotividad que la obra promueve en los lectores. Un buen número de socias hablaron de la ternura que suscita la narración de las vivencias de un niño pequeño y travieso en un ambiente crispado por la pobreza y el desempleo paterno, un momento y un lugar en el que a los niños se les socializaba a base de palizas, como se ha hecho y se sigue haciendo con los animales, a palos. Muchas quedamos impresionadas por la dureza de los hechos.

Resultado de imagen de Mi planta de Naranja Lima pelicula    Zezé es un niño precoz, inteligente y sensible que te hace aflorar la sonrisa en muchas ocasiones, porque no deja de ser un inocente en un mundo que se come el tiempo de la infancia de dos mordiscos. Más de una tertuliana confesó haber sentido tristeza, haber llorado en muchos momentos, pero, especialmente ante la pérdida de la niñez, un infante que ha conocido el dolor, el más profundo y “al que le han contado las cosas demasiado pronto”.
    Pero, no por que tuviésemos una opinión común la reunión fue menos interesante, ya que cada socia aportó ideas paralelas, reminiscencias de otras obras, reflexiones, de gran interés.

    En primer lugar, debatimos largo y tendido sobre las palizas a las que el protagonista es sometido. Educar por medio de pegar a los niños es corregir por medio del castigo, refuerzos negativos con los que se pretende que vayan por el camino que se les marque. No es lo mismo que la violencia gratuita y con saña. Claro, que no deja de enseñar a los más jóvenes que hay cuestiones que se arreglan a golpes y además abre la puerta al desahogo de frustraciones en el cuerpo de un ser indefenso. En esta historia vemos cómo un padre explota y le da una paliza tremenda al chiquillo, todo por un sentimiento de inferioridad por encontrarse en paro y no poder cuidar de la familia, en el más machista sentido del término, el de hacerse cargo de las necesidades pecuniarias, se vuelve suspicaz y cree que su hijo le falta el respeto, porque ha perdido la posición de “hombre”. Pero vemos otras palizas relacionadas con las travesuras y que no tienen que ver con el desahogo de frustraciones tanto como con el sistema conocido para educar que a nosotros nos parece tan terrible y anacrónico. Tuvimos un momento muy emotivo ante la aportación de una socia que recordó a una compañera de colegio a la que apalizaban de pequeña, es tremendo, el niño es el ser más indefenso de la cadena de la miseria.
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    También, debatimos sobre el motivo por el que Zezé es tan travieso y es que consigue crear un río de pis en un cine, quemar las posaderas de su tío Edmundo, hacer una serpiente con una media para asustar a los vecinos e incluso juntar con grasa el suelo para que la gente se caiga. Algunas socias hablaron sobre la necesidad de hacerse un lugar en el mundo, las hazañas son un modo de llamar la atención en un lugar donde los padres están tan extenuados por la pobreza, los trabajos, la poca inteligencia emocional para resolver problemas que no son conscientes de la necesidad de atención que requiere un niño tan especial y sensible como este, los mayores están metidos en sus problemas y obligaciones.

    Los personajes de la obra están muy bien ejecutados, hay algunos en particular que le dan el sitio que el chaval necesita, creen en él, lo estimulan a aprender y a desarrollarse, es el contrapunto de esperanza, por el que el lector alivia la angustia y comprende que este chico saldrá adelante. La maestra deposita su confianza en él, lo hace sentir un niño especial y no recibe ningún problema a cambio, buenas notas y actitudes entrañables. En este caso podemos encontrar un ejemplo de “Profecía Autocumplida” que se estudia en Pedagogía, si te tratan como un “traste” sin remedio, no tienes más remedio que cumplir las expectativas, sin embargo, si se confía en las cualidades y capacidades se motiva, se alienta, la persona es normal que responda en positivo, porque todo el mundo quiere que lo amen. Muchas de las socias somos profesoras o educadoras y señalamos la importancia de encontrar en la vida escolar un profesor que te aliente, que crea que eres especial, que te abra la puerta de la literatura, de las artes, de las ciencias y se convierta en alguien importante en tu vida para siempre, aunque sea en el recuerdo.

    Alguien comentó que Zezé cuida tan bien a su hermanito Luís, al que llama El Rey Luís porque transfiere su necesidad de tener afecto y ser importante para los demás. Porque este niño es de una gran bondad, no está reñido con lo anterior, roba flores para llevárselas a la maestra que es fea y nadie se las regala, también reparte la galleta que le da su profesora con una negrita que es más pobre que él, por ser pobre y ser negra, y ahí sale una de las frases magistrales de La Madre, “hay que repartir la pobreza”. Percibimos que Vasconcelos, en esta obra de gran ramalazo biográfico homenajea a su madre, una pobre mujer cargada de hijos, sin tiempo para querer, pero que ama a sus niños y lo demuestra trabajando extra para comprarle a Zezé su trajecito de poeta.

Resultado de imagen de Mi planta de Naranja Lima pelicula    Pero hubo otros temas de enjundia que salieron a la palestra, como el estado de alerta en que vivimos por temas como la pederastia. Hoy en día, en nuestra sociedad es prácticamente imposible la relación de un señor mayor con un niño, enseguida saltarían las alarmas y pondríamos las defensas a funcionar, y es una gran pérdida, porque los mayores tienes tanto que aportar a los niños, son figuras tan importantes, lo han sido para los que las hemos podido disfrutar de un vecino jubilado que te contaba sus hazañas en la montaña, sus cacerías, los pronósticos del tiempo según los insectos hicieran el nido, y no sólo el contenido, sino el mensaje de conexión de todos los sectores sociales. Zezé tiene una relación casi filial con un hombre que lo estima porque es la alegría de su vejez, con sus ocurrencias, su inteligencia chispeante, sus diabluras, pero “El Portuga” es además como el padre o el abuelo que no puede ser el propio, tienen conversaciones, el niño es escuchado, reprendido si es necesario, iniciado en un mundo de posibilidades y atendido como persona necesitada de atención y afecto. Muchas tertulianas se temieron que el niño fuese a ser abusado cuando empezamos a ver la relación que se desarrollaba, sólo demuestra que nuestra sociedad es más desgraciada de lo que pensamos, tenemos que decidir entre vivir plenamente o vivir con seguridad.

Resultado de imagen de Mi planta de Naranja Lima pelicula     No podemos pasar por alto uno de los temas estrella del libro y la tertulia, y es la enorme creatividad, la fantasía en la que vive el chaval, no sólo como evasión si no como producción lúdica que debe hacer mucho bien al desarrollo del intelecto infantil. Nosotras, que ya tenemos una edad, hemos tenido la posibilidad de aburrirnos, de sentir la necesidad de crear un mundo de ficción, un diálogo interior con imágenes que formaba parte de nuestra realidad particular. Esto le ocurre al personaje, que es capaz de tener de amigo imaginario a un naranjo pequeñito, o de tener un zoológico en el patio de su casa, de creer que una gallina es un tigre y que su hermano Luís es un Rey. Pero en una sociedad como la nuestra, cada vez hay menos espacio para la imaginación, estamos desbordados con tantos estímulos, pasan rápido, muchas veces no nos da tiempo ni a elaborar la información que nos llega, no digamos crearla, para crear hay que pararse, observar, elaborar y para eso hay que tener menos atracciones.

    La tertulia fue muy dinámica y las intervenciones tuvieron gran interés, hubo socias que vieron en la historia remembranzas de la Picaresca Española, de Oliver Twist e incluso de la precocidad y ternura del Principito. Comprendimos la lectura de esta obra en los colegios latinoamericanos ya que se perciben varios niveles que pueden ser material pedagógico a distintas edades y una buenísima lectura para adultos en toda su profundidad.
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    Cuando hablamos sobre los personajes descubrimos verdaderas joyas, seres muy importantes en la vida de Zezé, de algunos hemos hablado ya, un cantante de tangos con el que se va a vender las letras de las canciones, una hermana que lo protege, otra que le pega y que trabaja desde pequeña para ayudar a la familia, el tío Edmundo que lo inicia en la lectura y alienta su curiosidad intelectual, el dueño de la tienda que está harto de fiarle, su hermano mayor que con sólo nueve años es un estandarte a seguir, su madre que es una máquina de trabajar y soportar, “Portuga” que asume el rol de abuelo y un padre amargado que ha perdido su sitio y su autoestima que descarga su ira contra Zezé y al que el niño “ mata en su corazón”. No son malos, ni buenos, ni todo el tiempo, tienen claroscuros, han aprendido a vivir así, pero vivir así también supone que cuando alguien de la tribu se enferma todos se unen para cuidarlo, o que los niños trabajan y hacen del trabajo un juego, que los padres son figuras de autoridad y que los hermanos son responsables unos de otros. Sin embargo, este niño es especial, tan inteligente, precoz y sensible que llega a conclusiones tremendamente dolorosas como “mejor si no hubiera nacido” o la idea del suicidio para no seguir siendo una carga para la familia.

   La obra del mestizo Vasconcelos es una joya, entrañable, lleno de ternura, realista, veraz, triste y dulce al estilo brasilero, muy bien escrito, magníficamente estructurado, sensible pero no sensiblero, con cierta cadencia de la tierra y un hilo de suspense que te arrastra hacia el final de la historia. Una socia comentó que la idea de ser diferente, indígena por parte de madre y de que optara por defenderlo con orgullo es más bien una aportación del Vasconcelos adulto, pues no pensamos que ese niño fuese consciente de ello y menos que tuviese la madurez para tomarlo como bandera. También creemos que la traducción de “gerente” en el oficio del padre debió ser capataz o algo por el estilo. Esto último, por  comentar algo que disienta del magnífico sabor que nos ha cejado la pequeña novela.


    “Mi planta de Naranja Lima” ha sido llevado al cine en dos ocasiones, aquí pueden ver las películas:

Película de 1970

Película de 2012

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