Con este título tuvimos nuestro
cinefórum AMUM de mayo
Título, en España, de “The Seven
Year Itch, película de la Fox dirigida por Billy Wilder en 1955.
La película es la adaptación de un gran éxito de Broadway, del mismo
título, estrenada en 1952 y cuyo autor, George Axelrod, colaboró con Billy
Wilder en la adaptación de guión. Aunque hay diferencias significativas. La
obra teatral es una sátira social subida de tono, con diálogos picantes llenos
de doble sentido y el protagonista tiene un romance con “la vecina”. En la
película, Wilder tuvo que hacer frente a la censura ( código Hayes) y suavizar
diálogos y alterar la trama, de forma que el marido sólo fantasea con tener una
aventura.
La trama surge de la unión de tres situaciones en las que se ve
atrapado el protagonista: la picazón del séptimo año, está de rodríguez y la
aparición de una nueva y espectacular vecina. Quiere convencerse de que será
capaz de vivir, la ausencia de la familia, sin alcohol, sin tabaco y sin
mujeres. Pero las condiciones son demasiado propicias para no caer en la
“tentación”.
Los protagonistas son Richard Sherman, típico hombre de clase media
americana (entrando en la cuarentena) interpretado por Tom Ewell. Wilder había
propuesto a Walter Matthau, pero la Fox no se quiso arriesgar y eligió a Tom
Ewell, que había tenido un gran éxito en la versión teatral. Y la vecina sexy y
desinhibida que interpreta Marilyn Monroe. ¿ Cómo se llama la vecina?. No tiene
nombre. Otros personajes secundarios son el profesor Brubaker ( parodia de
Freud y del sicoanálisis) y el portero, Kruhulik, cuya mente “carcomida por las
polillas” sólo le da para obsesionarse con los “ligues”.
La banda sonora es de Alfred Newman (“ Que verde era mi valle”, “ Eva
al desnudo”)
No es una de las obras mayores de Wilder ( “ El crepúsculo de los
dioses”, “El apartamento”, “ Con faldas y a lo loco” ). Cuando le preguntaban
sobre ella contestaba “ Nunca me gustó”. Pero la genialidad del director
consigue una de las comedias más divertidas y entretenidas, que hace, desde el
principio, las delicias del espectador. Reivindica el enredo, el amor, la
diversión.
Richard Sherman tiene una imaginación prodigiosa. Su mujer dice que
hasta piensa en Cinemascope. Y recrea y fantasea con protagonizar escenas de
las novelas que edita, como “El retrato de Dorian Gray, o escenas de películas,
como la de la playa, inspirada en “ De aquí a la eternidad” , de Fred
Zinnemann. Y su personaje es fuente de inspiración para la filmografía futura
de Woody Allen. Sherman es parecido al estereotipo creado por Allen para sus
obras.
Como tuvimos la suerte de poder ver la película en versión original,
con subtítulos en castellano, pudimos disfrutar no sólo de la interpretación de
Marilyn Monroe, también de su voz. A propósito de su forma de interpretar,
Wilder comentó en una entrevista: “ Da igual lo que sufrieras intentando
sacarle los diálogos como si fueras un dentista, cuando lo conseguía parecían
realmente espontáneos”. En esta película, aunque sigue interpretando su papel
de sexy ingenua, tiene poco de tonta. Es ella la que hace bajar a Sherman de
las nubes y le enseña a gozar de la vida, sin que ello suponga transgredir
normas, ni traicionar a nadie.
La película recrea muy bien la atmósfera de un agobiante verano
neoyorkino. En realidad, se le podía considerar el verdadero hilo conductor de
la trama. De ahí la importancia que tiene el aire acondicionado,las bebidas
frías, la bañera, la ropa interior interior en la nevera… y cómo no, los
respiraderos del metro. ¿Quién no conoce la escena de Marlyn sobre el
respiradero del metro de Nueva York? Es uno de los principales iconos del cine.
Se rodó el 15 de septiembre de 1954. La una de la madrugada. Esquina de la
Avenida Lexington con la calle 52. Había más de cinco mil curiosos. La gente
gritaba, lanzaba cosas a Marilyn. Y el propio Wilder los animaba. Incluso había
colocado gradas…Al parecer, el rodaje de esta escena pudo influir en la ruptura
del matrimonio de Marilyn y Joe DiMaggio.
Como en su presentación, extensa y muy documentada, Garbiñe nos animó a
descubrir, en la película, los conocimientos técnicos que vamos adquiriendo en
el seminario, nos resultó fácil identificar que el remo era el mcguffin, los
patines, que “acechan” y hacen caer al protagonista, el slap stick. La cámara
se coloca a la altura de los ojos. La suplantación, tan del gusto de Wilder,
aquí es de personalidad, la dualidad de Sherman
Se comentó que los “rodríguez” se dan en todas las escalas sociales. El
señor Brady, jefe; Sherman, su empleado y Kruhulik, el portero. Que la que
envejece, según el protagonista, es ella. Que con la imaginación, Sherman es
irresistible con las mujeres, pero cuando se le presenta una situación real, no
da la talla. Se hizo alusión a la elección de Wilder del Concierto nº 2, de
Serguéi Rajmáninov y se justificó por ser autor romántico. Aunque puede haber
otra interpretación. Puede ser un guiño del director a su querida “Breve
encuentro”( David Lean, 1945). Melodrama clásico en el que suena , en exclusiva
y de principio a fin, dicho concierto. Muy adecuado para un melodrama, pero
ridículo para ambientar una escena de “ligue” y “motivar” a la vecina.
En cuanto a la influencia del código Hayes en la película, la hemos
visto en la elaboración del guión; en la crítica continua del protagonista a
toda la hipocresía que hay detrás de ese código; en algunas escenas: Marilyn
bajando la escalera con un camisón que habla por sí solo. Ya se entiende que no
habrá adulterio. Y, sobre todo, en el final, que alguien calificó de “apañado”.
Los sueños de seducción se esfuman para dar paso a un tópico ataque de
culpabilidad. Sherman vuelve a la esposa, con el remo a cuestas…Y con un beso
de Marilyn, como mensaje para su mujer,
para que empiece a apreciar lo que tiene. Aunque tampoco es un final totalmente
conservador. Esos días cambiarán la idea que Sherman tenía sobre sí mismo
Pasamos una tarde muy especial. Por la película, aun vigente. Las risas
y carcajadas se pudieron oír de principio a fin. Por los muchos e interesantes comentarios.
Por el lleno total. Y, sobre todo, por disfrutar de buena compañía, en esta
ocasión también masculina. ¡Cómo se les iba a privar de la “vecina de arriba”!
Nuestras gracias al Dr. Carlos De Sola -Director del Instituto de Enfermedades Digestivas y del Hospital Banús por cedernos el espacio.
Nuestras gracias al Dr. Carlos De Sola -Director del Instituto de Enfermedades Digestivas y del Hospital Banús por cedernos el espacio.
Redactado por Trinidad Gonzalo.
Buenísimo resumen Trini!!!
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