miércoles, 20 de junio de 2012

Diana o la cazadora solitaria


Hace un mes que Carlos Fuentes nos dejó. Como suele decirse, muere el hombre pero queda su obra. Es cierto, nosotros tenemos la extensa producción del Premio Cervantes de literatura para recordarlo y honrarlo. En este sentido, la asociación -a instancias de nuestra tesorera, Blanca Molet- ha decidido recordarlo a través de una de sus grandes novelas, Diana o la cazadora solitaria.


¿Qué pasiones o ideales mueven al ser humano y lo arrastran hasta su propia muerte? Ésta parece ser la pregunta que se hace Carlos Fuentes al reflexionar acerca de la vida y la muerte de la actriz Diana Soren (trasunto de la bella y frágil Jean Seberg): tan solitaria como bella, tan fuerte como destruible, de ojos profundos, que encierra en su persona, y en el apasionado episodio erótico que vive con un escritor mexicano, los ideales de toda una generación, la de los años sesenta, cuando las ilusiones de la década se resistían a morir. En Diana o la cazadora solitaria encontramos el retrato de un ser humano que vivió en carne propia la ambigüedad de la era de la cual finalmente fue víctima, al tiempo que un reflejo del mundo intelectual de un México que despertaba tras el genocidio de Vietnam y los homicidios masivos del sesenta y ocho. 



Jean Seberg tuvo muchos amantes a lo largo de su corta vida. El cineasta español Ricardo Franco la amó hasta dolerle y el mismo Carlos Fuentes, ya casado, sucumbió a sus encantos y quedó hechizado por su magnetismo. Lo recuerda el escritor Antón Castro en su artículo 'Evocación de Jean Seberg'. 
Fuentes no se olvidó jamás de ella. Y Ricardo Franco, muerto mientras le rendía su último homenaje, tampoco. En Lágrimas negras --la valiente e intensa película que terminó el finado Fernando Bauluz y un equipo entusiasta de colaboradores--, Ariadna Gil encarna en cierto modo el fantasma de Jean Seberg: aquel infierno y paraíso de pasión y de locura concentrado en un ser humano, signado por la enajenación, la mentira compulsiva, la autoaniquilación, la incertidumbre de vivir y la imposible felicidad. 

Se deja a elección de cada cual leer también otra novela muy breve de Fuentes titulada Aura.
La próxima tertulia será el lunes, 23 de julio a las 18:30 horas en la cafetería de verano del Hotel Marbella Club.

Sara Roma,
Directora de Comunicación.

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