Del 9 al
30 de noviembre podemos ver en el C.C. Cortijo Miraflores de Marbella una conmovedora exposición de la artista Stella
Kamazón que la Delegación de Igualdad y Diversidad ha tenido el buen criterio
de respaldar durante este mes en el que se pone el acento en la lucha por la
lacra de la Violencia de Género que se celebra el día 25. A la par, la
Delegación de Cultura también se ha implicado debido al contenido y calidad de
la exposición y al valor seguro que supone una artista premiada y de gran trayectoria
en el mundo del arte.
“El
cielo está demasiado alto” es la colección de obras que Stella ha posicionado
en la sala de exposiciones del Cortijo Miraflores para hacernos reflexionar,
para gritar a su modo, para denunciar, para mostrar su dolor, para
solidarizarse con tanto dolor innecesario y para explorar los mecanismos que
convierten los objetos y las formas en un lenguaje de expresión.
Por
más que la estética, en muchos momentos es deliciosa, como en sus minimals, la
forma no es más que un lexema corpóreo para conmovernos, lo vemos en
esas pequeñas figuras femeninas que se asoman al abismo a punto del suicidio, o
que se encuentran tiradas en el suelo sin posibilidad de llegar al botón del
pánico, las casa, celdas, las casas tumba, palacios de cristal para mantener al
gorrión enjaulado, controlado, poseído, las nuevas jaulas tecnológicas, porque
todo vale y porque no es cosa de otro tiempo, así, Kamazón nos conmueve, nos
angustia, porque nos está contando historias de cada día, de cada año, de
siempre.
Francisco
Moyano ha escrito “Mirar estas obras de Kamazón debe llevarnos a movernos en un
doble nivel: el disfrute estético (que existe poderosamente en estos lienzos y
figuras) y la reflexión ante un drama con el que convivimos a diario y en el
que corremos el peligro de habituarnos y que termine por resultarnos
inadvertido. El arte debe comprometerse, denunciar, no permanecer callado
cuando posee un arma (cargada de futuro diría el poeta) que puede llegar a
muchos e invitarles a la acción. Y, como elemento de ascensión, la aparición de
la escalera, la que no alcanza el cielo “demasiado alto” pero que nos sugiere
“subir a la cruz para quitar los clavos” (resonancias machadianas) de tantas
mujeres violentadas por cuestión de género y carentes de fuerzas propias,
esperando a alguien que les diga “mujer, levántate y anda”.
No se lo pierdan es y una expresión insidiosa, sutil y muy artística. No serán
los mismos después.
*Fotografía de José A.Correa
Magnífico reportaje.
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