domingo, 5 de noviembre de 2017

Nuestro Cine Forum de octubre

EL CIUDADANO ILUSTRE EN EL CINE FÓRUM DE AMUM DEL 27.10.2017 




El viernes pasado nos reunimos para ver una excelente película argentina (en coproducción con España), El ciudadano ilustre. Acreedora de numerosos premios, entre ellos el Goya a la mejor película hispanoamericana de 2016, la Copa Volpi al mejor actor para Óscar Martínez en el Festival de Venecia y la Espiga de Plata y mejor guión en la SEMINCI de Valladolid, este film contó con la dirección de Mariano Cohn y Gastón Duprat, quienes tuvieron también a su cargo la fotografía, siendo el guión de Andrés Duprat.
 
Directores de una trayectoria más que interesante, Cohn y Duprat han trabajado desde 1991 siempre juntos, desde sus épocas de estudiantes universitarios, empezando con obras de video arte y cine experimental para luego continuar con largometrajes de ficción como El artista, sobre el complejo y contradictorio mundo del arte contemporáneo, y El hombre de al lado, crítica al entorno académico.

Directores de sin duda un alto nivel intelectual nos cuentan en El ciudadano ilustre, con un estilo de costumbrismo surrealista, la historia de un ficticio premio Nobel argentino, Daniel Mantovani, y su regreso a Salas, un pequeño pueblo de las pampas, en el que ha nacido y al que no ha vuelto desde que era un joven con aspiraciones de escritor. En Europa, donde vive hace años, junto con la correspondencia que le llega a diario recibe una carta de la municipalidad de Salas en la que lo invitan a recibir el máximo reconocimiento del pueblo: la medalla de Ciudadano Ilustre.   Sorprendentemente , y a pesar de sus múltiples compromisos, Mantovani decide aceptar la propuesta.

Este viaje será un regreso triunfal, un recorrido al pasado en el que se reencontrará con viejos amigos, amores y paisajes de juventud, pero sobre todo será un viaje al corazón mismo de su literatura. Porque toda la escritura de Mantovani, quien desde que le otorgaron el Nobel cinco años atrás, no ha podido escribir nada, producir ninguna obra, está centrada en ese lugar, en Salas y en las cosas que allí ocurrieron.

Pero una vez en Salas el escritor constatará tanto las afinidades que aún lo unen a Salas como las insalvables diferencias que lo transformarán muy rápidamente en un elemento extraño y perturbador para la vida del pueblo.

Porque como sucede en muchos regresos de este tipo se produce la colisión entre dos mundos, en este caso el de la cultura y la erudición, el de las palabras pomposas y la condescendencia intelectual y el refinamineto cosmopolita, y el de los otros, ese pueblo chato o llano, que finalmente muestra todas las mezquindades imaginables.

Contada en cinco capítulos, con un humor por momentos desopilante, la película presenta muchos aspectos para la reflexión y el debate: la relación entre la celebridad y el pueblo llano, el regreso de una celebridad que después no llega a coincidir con lo que el pueblo ha imaginado que puede ser, los ajustes de cuentas, la relación amor/odio que o levanta una estatua o defenestra sin más,  el nacionalismo y chauvisnismo exacerbado, el conformismo de un pueblo que tal vez puede ser la metáfora de un conformismo nacional?

Según los directores ellos trataron de retratar a los personajes sin opinar y muchas veces generando escenarios incómodos, en los que no se está seguro de si da para reir, si están hablando de ti o del que tienes al lado y que plantean un juego de identificaciones, de asociaciones y cierta distancia. Cohn y Duprat tratan de ver como actúa y se comporta la gente a la que le va bien, gente que tiene que ver con un mundo del pensamiento más sofisticado que el de la mayoría, y ver cómo actúan cuando quedan puestos en una situación límite.

Por supuesto todo esto dio lugar a un más que interesante debate. En primer lugar la pregunta lógica: ¿por qué el protagonista, después de casi 40 años de ausencia, decide regresar a Salas, él que rechaza la sobreexposición e invitaciones de medio mundo? ¿Lo hizo para volver a sus orígenes, a su tierra, a sus afectos y amores de juventud? O ¿lo hizo para nutrirse, para reencontrarse con la escritura, después de cinco años de bloqueo literario?

¿Cómo es realmente Mantovani? ¿Un ser antipático, odioso y desagradable? ¿Es un vanidoso o un simple egoísta?  Mucho se señaló en el debate su falta de empatía hacia los demás, como en la escena tan dura del padre de un niño discapacitado a quien larga un extenso discurso de por qué no le ayudará a comprar una silla de ruedas, aunque en una escena posterior sí lo hará. ¿Era necesario ese desplante inicial?

Por su parte todos y cada uno de los personajes del pueblo, presentados en algunas escenas casi como estatuas u observadores/escrutadores, son una especie de arquetipo de los habitantes de una pequeña comunidad, que puede ser en la Argentina o en cualquier pueblo de España o de cualquier otro país. Universales, de alguna manera. Desde el admirador sincero del escritor al que se finge admirador para sacarle algo, el alcalde populista, oportunista  y prevaricador, al antiguo amor, o el amigo que se quedó para siempre en el pueblo o la joven supuesta admiradora que contempla a Mantovani como una plataforma de huida de la mediocridad del pueblo. Y en algunos de esos personajes no falta tampoco, como puntualizaron algunos asistentes, el machismo y la pertenencia de la mujer.

Hay sí dos personas que muestran afecto desinteresado hacia Mantovani: el chofer del taxi, un ser simple pero bondadoso y comprensivo, que le ayuda a escapar del hostigamiento en el acto de entrega de premios de pintura, y el empleado de la recepción del hotel, que admira al escritor, y le ayuda en tratar de mantener su visita de incógnito. Frente a este chico Mantovani muestra también su aspecto más humano y afectuoso.

Sin duda, dentro de este costumbrismo surrealista de la película hay también un fuerte cuestionamiento al concepto de cultura, esa cultura oficial que lleva a trampas e ignominias, frente a la cultura profunda y a la libertad en la creación, siendo en este punto paradigmático el discurso de Mantovani en la entrega de los premios del certamen de arte.

Otros dos puntos señalados en el debate fueron la entrada y salida de Mantovani del pueblo y las imágenes del flamenco muerto. Mantovani entra a Salas de manera triunfal (y absurda)  en un camión  de bomberos, junto a la reina de belleza del pueblo: aclamado como el héroe, la celebridad, pero sale sin embargo llevado en una camioneta, tarde en la noche, solo y defenestrado, casi como dirigiéndose al cadalso, cual María Antonieta hacia la guillotina. Aunque no está dicha por su parte la última palabra…porque tal vez ha encontrado nuevamente inspiración?

En una de las escenas iniciales de El ciudadano ilustre aparece la imagen de un flamenco muerto, imagen que se repite al final casi de la película, cuando se presenta en Barcelona el último libro de Mantovani,  que se titula precisamente El ciudadano ilustre. ¿Representan esa imagen la creatividad muerta, y luego de la publicación de su novela, también basada en Salas y lo que allí le ocurrió a su regreso, la muerte de su inspiración???

Muchas preguntas, algunas respuestas, excelente película y estupendo debate.

Nuestro agradecimiento al Dr. Carlos de Sola, director del Instituto de Enfermedades Digestivas y del Hospital Banús, que tan generosamente nos presta sus instalaciones



 Texto : Cristina Malena


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