jueves, 17 de agosto de 2017

Ártboles de Margarita Román en Marbella

(con vídeos de la presentación, la obra y los invitados al final)

   Agosto es un mes ideal para reunir a los amantes del arte en un lugar tan impresionante como la Casa Club de Marbella. Haciendo uso de su gusto por la estética y la inquietud por las emociones, la artista Margarita Román, socia de AMUM, ha realizado un happening con sus obras colgadas o abrazadas a los árboles de tan distinguido enclave, en un metalenguaje natural, donde los árboles del alma se sustentan en nuestro ecosistema, una actitud sabia que el ser humano no debería olvidar si pretende su supervivencia. 

    Todo tipo de artistas y amantes del arte, personas conscientes de que el verdadero tesoro del ser humano es la sensibilidad, se reunieron en este Jardín del Edén donde se han cuidado arbustos insignificantes para mostrarnos que la intervención humana también puede convertir una planta cualquiera en una especie de haya milenaria, es la grandeza del Hombre.

    Desde que Margarita tuvo la ocurrencia de hacer una exposición aquí, no pudo parar de pensar en que debía realizar una simbiosis con los árboles y las plantas, porque son su fuente de energía, la fuente de espiritualidad que ella ha absorbido para producir, una manera de verter la esperanza, la fortaleza, la perseverancia, la valentía y a veces el dolor y la soledad.

    El resultado de la instalación es muy mágico, árboles irreales, rosas, llenos de amor, blancos, llenos de tranquila reflexión, de inquietante soledad, turquesas y azules que nos recuerdan que todo está relacionado, que el efecto mariposa surge del agua y vuelve al agua, del aire y vuelve al aire. Margarita sabe, que cualquier acción sobre cualquier elemento de nuestro hábitat acabará teniendo una consecuencia en todo, en los árboles y en sus árboles. Bajo ellos, como suculenta delicatessen, se encontraban las esculturas que la artista trabaja imprimiéndoles una delicadeza y particularidad propias de un ser sensible y cultivado. Me fascinaron la escultura de chica leyendo al sol y las acuarelas y acrílicos de árboles rosas, no se puede querer desaparecer de esta vida si se convive con algo así.

    El acto estuvo presentado por la diplomática y escritora, especialista en Mística, Helena Cosano que habló sobre la grandeza de la obra de Margarita,  no desde la técnica ni la disciplina, no sería posible, ya que su trascendencia  radica en la espontaneidad,  la conexión directa con sus emociones y con sus presupuestos ontológicos.

    El tenor chileno Rodrigo Orrego tuvo a bien regalarnos “Torna Asurriento”, un aperitivo lírico que nos supo a poco y esperamos poder extender en otra ocasión.

  En fin, felicidades a Margarita y esperamos que muchas personas se encaprichen de sus obras, les aseguro que trasmiten una buenísima energía en cualquier lugar donde se pongan.


Texto y edición: Ana E.Venegas

Vídeo: José A.Correa y Ana E.Venegas 
Fotografía: Ana E.Venegas y Francisco Giménez
  
Presentación de Helena Cosano
 e intervención del tenor Rodrigo Orrego


Un paseo entre Ártboles e invitados



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