***Fuente: Alberto Gómez para Diario Sur
Esta jubilada británica, que dedicó su vida a reivindicar los cuidados
paliativos y mejorar la asistencia de personas con cáncer después de la muerte
de su marido, ha fallecido a los 92 años
Joan Hunt, fundadora de Cuidados del
Cáncer (Cudeca), ha muerto hoy en Málaga a los 92 años. Nacida en 1929 en Liverpool como octava hija de
una familia de nueve hermanos de la que era única superviviente, Hunt aprendió
a convivir con el sufrimiento desde pequeña. Con apenas dos años contrajo una
artritis séptica que le produjo daños en la cadera y la obligó a pasar por
quirófano cuando aún era una niña. Aquella enfermedad, por la que permaneció
hospitalizada hasta los seis años, le provocó una cojera irreversible. Sólo
tenía diez años cuando estalló la Segunda Guerra Mundial. Instalada en
Londres junto a sus padres y hermanos, su madre decidió enviarla al campo con
sus tíos y primos, lejos de los riesgos a los que estaba expuesta en la capital
británica.
Las últimas voluntades de Joan Hunt: «No enviéis flores»
Con catorce años, de vuelta a Londres,
recibió clases de contabilidad, mecanografía, taquigrafía y secretariado que
unos meses después le permitieron encontrar su primer trabajo en una
empresa familiar de artículos de piel y cuero. Allí se dedicaba a
preparar el té y hacer recados, aunque con el tiempo se incorporó a las tareas
de gestión. La muerte de su madre, cuando Joan tenía dieciséis años, la obligó
a hacerse cargo de la familia y superar las limitaciones derivadas de sus
problemas de cadera. En un baile conoció a Fred, un hombre divorciado y mayor
que ella con quien acabó casándose en contra de la opinión de su padre, que se
opuso a la relación por sus profundas convicciones católicas. Aquel
episodio supuso la ruptura de Hunt con su familia.
En los años sesenta, casada con Fred,
comenzó a trabajar en Berger Paints, una multinacional de pinturas donde escaló
enseguida hasta ser nombrada ayudante de dirección. Años después ascendió hasta
la jefatura de Personal, con más de 14.000 trabajadores a su cargo, en
una época en la que las mujeres no solían tener puestos de responsabilidad en
grandes empresas. Se retiró pronto y, como miles de británicos, eligió
la Costa del Sol como destino para su jubilación. Pero la muerte de Fred por
cáncer agitó los cimientos de Hunt, que comenzó a barajar la idea de ayudar a
los demás. Así fue como con 65 años, contra pronóstico, una inglesa que apenas
hablaba español ni disponía de recursos o contactos decidió crear una
fundación de cuidados paliativos.
Marisa Martín, la médica que atendió a
Fred durante sus últimos momentos, es ahora gerente y directora de Cudeca. Fue
una de las primeras personas a quien comunicó su intención de dedicar el resto
de su vida a mejorar la asistencia de los enfermos con cáncer. «Nos has
demostrado con hechos lo que significa apostar por los demás, por la
gente, invertir en la dignidad de las personas a base de esfuerzos y recoger al
final una sociedad más justa, ilusionada y feliz», le dijo Martín en una
ocasión. También se unieron al equipo Susan Hannam, actual vicepresidenta, y el
abogado Ricardo Urdiales, a quien Hunt pasó el testigo de la presidencia hace
siete años. Joan ha recibido una cascada de premios por su trayectoria entre
los que destacan la Medalla de Andalucía, concedido por la Junta, y el
Malagueña del Año entregado por este periódico.
Constituida en 1992, Cudeca se
ha convertido en una organización fundamental en Andalucía que cada
año atiende a más de mil personas con cáncer y cuenta con una extensa red de
voluntarios que captan fondos a través de sus tiendas solidarias y otras
actividades. Sobre Hunt, que en los últimos años pasó a un segundo plano por su
avanzada edad, Martín también ha dicho: «Hay personas irremplazables. No puedo
reemplazar a Joan Hunt. Es una persona generosa, inteligente, adelantada a su
tiempo, valiente y éticamente intachable. Es una visionaria. Se quedó viuda en
un país que no era el suyo y, siendo pensionista, sin ser rica ni tener un
círculo de amigos influyentes, decidió montar Cudeca en pleno proceso de
duelo. Es una mujer tan especial que ha ido preparando su relevo. Se
ha quedado un poco más en la retaguardia en los últimos años, pero creo que
nadie la sustituirá. Lo bueno es que hay un gran equipo trabajando».
Cudeca ha organizado el velatorio en su sede, en Benalmádena. Su funeral se celebrará mañana 25 de junio a las 12 horas en la Iglesia del Rosario de Fuengirola, como era el deseo de Hunt, que pidió ser recordada con donaciones para Cudeca y no con flores. Su lema, reflejo de su increíble biografía, era: «Aunque no podamos añadir días a la vida, queremos añadir vida a los días».
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