miércoles, 29 de enero de 2020

“Beloved” de Toni Morrison, tertulia AMUM de Enero 2020


     Muchos son los libros que pasan por nuestras manos y muchos los que nos dejan cicatrices y sobre los que nos construimos. Este es otra de esas obras que ha hecho diálogo con mi nosotras y nos ha convertido en otra cosa, quizás mejor. 

    La Asociación de Mujeres Universitarias de Marbella ha trabajado este mes sobre la obra de la Premio Nobel estadounidense Toni Morrison "Beloved". Doloridas y maravilladas hemos concluído que la lectura ha merecido mucho la pena y nos ha dejado una tertulia y provechosa. Estas son las líneas generales sobre las que hemos debatido, aportaciones en muchos casos muy inteligentes y acertadas:

    Si hay un libro redondo al que poder aproximarnos con el método que propone Baños Orellana en “El Escritorio de Lacan”, en quien se inspira, ese es “Beloved”. Las capas de este libro se ofrecen para esa Lectura Filológica en la que centrarnos en la estructura, en la documentación en los intertextos; una semiótica en la que podemos hablar sobre esclavitud, sobre dignidad, sobre la maternidad, el amor y el dolor más allá de los límites permitidos; finalmente decidimos levantar la alfombra de la psique del esclavizador y el esclavizado, del asesino por compasión, del filicidio como solución del desgarro, y del proceso de duelo del horror más inhumano porque mantenemos la tesis de que hasta en el desierto más seco de vez en cuando cae una gota del cielo y nace una diminuta planta, que está deseando vivir, aunque ella no lo sepa.

    Beloved es una obra inspirada en el horror que sufrió la esclava Margaret Garner que, tras escapar de sus amos junto a sus hijos, es apresada y en un acto de amor infinito y terrible, mata a una hija para librarla de la indignidad, de la deshumanización, de la cosificación, de la violencia y la bestialización. Y mata a la chica, no a los chicos, porque si la esclavitud es terrible para los hombres, para las mujeres es más que el “horror” del que hablaba Joseph Conrad. Y la muerte, el filicidio, es un recurso muy divergente, propio de quien no tiene esperanza, de quien siente que la muerte es un alivio.

   La literatura de Toni Morrison ya nos ha puesto frente a la otredad que sufre una niña en un mundo donde los normal es ser blanco, donde los actores son en su mayoría blancos, los políticos, los profesores, los hombres poderosos, hasta las muñecas son rubias y tienen ojos azules. Morrison es una literata que cuida su texto y lo llena de un contenido que nos hace reaccionar porque se mete dentro de los personajes, allí en el nido de sentimientos, donde los miedos, las frustraciones, donde las gotas malayas crean la imposibilidad, allí donde nos abre al conocimiento.

    En esta ocasión la autora nos sumerge en la penosa y vergonzante historia de la esclavitud que no ha acabado, de la que tenemos conocimiento, la que sigue perpetrándose en muchos países africanos y asiáticos, humanos despersonalizados que pertenecen a otros humanos que no los consideran suficientemente personas para no tener problemas de conciencia en el acto de esclavización. Pero fueron sesentas millones y más, como cita la frase previa a la obra,  sesenta millones, las víctimas de un evento histórico terrible, el apresamiento por negreros negros de otros africanos negros también y la venta, como ganado, a blancos que los explotaron para el trabajo, para la sexualidad, para la reproducción, para la comercialización y  así se perpetuaron decenas de años, por generaciones, hombres que pertenecieron a hombres, mujeres que fueron menos que un esclavo negro, lo último en el escalafón, una esclava negra.

    Y Toni Morrison plantea esta terrible situación de esclavitud con un respeto magnífico hacia el lector, contando con su inteligencia, con numerosos flash backs hacia un pasado que justifica el crimen de Beloved, la hija asesinada por el amor de una madre. Además, lo hace sin contárnoslo todo, confiando en que seamos capaces de completar el puzle, con unos finales de capítulo realmente abiertos y sugerentes, a brochazos.

    Realmente el episodio del que parte la historia tiene que ver con el Fugitive Slave Act, una ley de 1850 que obligaba a los estados donde no existía esclavitud a devolver los esclavos fugados a sus amos. Por eso, la madre de esta novela, tras haber conseguido escapar se encuentra con el hecho de tener que volver a la plantación, de volver a su infierno y de proporcionarle este infierno a sus hijos, especialmente a su hija. Esta Ley provocó numerosas controversias ya que personas que consideraban que la esclavitud era una atrocidad tenían que devolver a los esclavos porque la Ley obligaba.

    Para contarnos su creación, Morrrison recurre a algo muy antropológico en África y en las poblaciones brasileñas y cubanas, a lo “real mágico”, a la convivencia con espíritus que solicitan acciones o tienen un objetivo. En esta novela el fantasma de Beloved va creciendo en función de un duelo que por el horror de la muerte es casi imposible de resolver. Cuando aparece Paul D. un compañero de plantación de Sethe, la madre asesina, parece que un rayo de deseo de vivir entra en la casa 124 y abre una pequeña grieta en lo nefando, pero la conciencia, el dolor se hacen tan resistente que se convierte en carne y Beloved es tan real como poderosa, un verdadero muro para pasar página.

    A propósito de la casa, que es otro personaje de la obra, el libro empieza así “En el 124 había un maleficio, el veneno de un bebé”, un comienzo que profetiza ya, no solo el dolor, sino también el terror en un espacio, un bebé maléfico que es un recurso propio del cine de terror, nada más espantoso que el odio, y el rencor, la maldad donde debiera haber inocencia. Por extensión, una madre filicida, otro recurso contra natura que nos horroriza, pero que el horror real, el del apropiamiento del cuerpo, del trabajo, de la sexualidad, de la maternidad, de la posibilidad de evolucionar por parte de los esclavistas reduce a lo micro, lo que aún por comparación  nos conmociona más.

    Y es que nunca habíamos pensado en la tragedia que supone anular la capacidad de aprender, la posibilidad de cambiar, de decidir, que los hijos de las esclavas negras fuesen desde sus vientres parte de la manada, esclavos de tres centímetros, fetos destinados a no ser sin otro, ni un minuto suyos, crías y paridoras, y se pregunta una ¿qué era de las mujeres negras que ya no podían trabajar ni parir nuevos esclavos? Y podemos caer en la culpabilidad, aunque no seamos culpables, solo por ser blancos, nos desasosiega tamaño ejercicio de posesión y solo nos queda el recurso de trabajar en el presente por los esclavos y esclavas de ahora, los que pertenecen a amos en países de moralidad sesgada y a tantas mujeres que permanecen sin pertenecerse en todo el mundo.

    Esta es una historia de horror y sufrimiento, no es una lectura para entretenerse, aquí se viene a ponerse en el lugar de todos aquellos esclavos arrancados de sus aldeas en África o nacidos en cautividad, a sentir los latigazos de Sethe, a pasar la mano por las cicatrices en forma de árbol de su espalda que nos recuerdan el Martirio de Jesucristo, a interrogarnos sobre qué significa ser buena madre y querer a los hijos. Quizás, ser buena madre sea acabar de raíz con la certeza de violaciones y partos, de que les quiten a los hijos y los vendan, de trabajar de sol a sol y dormir en un barracón infecto, de no tener nombre, de que te lo cambien, de que te nombren por el nombre de la plantación, de no ser nada sino de alguien. Quizás acabar de raíz con todo ello sea la mejor solución, pero qué dureza, qué espanto.
    Toni Morrison fue galardonada con el Premio Nobel de Literatura 1993. Una mujer y de raza negra. Pero no lo ganó por eso, porque su obra es realmente buena, tiene un contenido histórico, una visión humana de la que se había desposeído al hombre negro, una forma inteligente, muy inteligente y exigente para el lector, llena de simbolismos que comprende que detrás de aquella fuerza de trabajo había seres humanos en los que ella profundiza, con sentimientos, lo que hace la esclavitud más perversa y dolorosa. Toni dibuja a brochazos que hacen un cuadro pese a que todo el lienzo no está cubierto, dejándonos numerosas preguntas, y nos sumerge en una literatura de tensión entre el goce de la prosa poética, creativa y original y el sufrimiento, como un collage de colores alimentarios ligeramente removidos en leche. La genialidad también se centra en la estructura y la técnica narrativa, todos los personajes tienen voz, hablan por sí mismos, de esta forma se consigue saber no sólo lo que sienten sino cómo se ven a sí mismos, un recurso complicado y poco utilizado que no hace más que demostrar el dominio del oficio. Utiliza el diálogo interior, el flujo de conciencia del que Joyce es un maestro y resulta muy interesante para el conocimiento de los protagonistas. Quizás por poner alguna pega, se siente un final un poco apresurado, pero también muy abierto en sintonía con el resto del libro.

    En cuanto a la traducción al español de Iris Meléndez hemos de lamentar que no recrea el ambiente lingüístico sureño, la traductora usa un español estándar con el que nos perdemos toda la idiosincrasia del inglés de los estados del Sur y más aún de la población esclava, evitándonos los giros, muchos simbolismos, y las diferencias sociales por el lenguaje. La metedura de pata es más grande en cuanto este año celebramos el centenario de la muerte de Benito Pérez Galdós, un maestro en reproducir el lenguaje de todos los estamentos sociales, las regiones de España y particularidades de los oficios. La comparación es lamentable. Una cuestión que nos hemos perdido por este motivo es el matiz que subyace en cómo se llamaba a los esclavos Man, hombre, pero como el que lo llama macho en dicotomía con hembra, de manera que la forma de ser hombre no tenía que ver con su consideración de persona, era un hecho animal, como cuando se apartan las cabras, los machos de las hembras, no podemos ni imaginarnos los problemas de incoherencia personal que este hecho puede producir.

    En “Llina, un Camino de Identidad"de Ana Eugenia Venegas hay un momento en el que se cuenta la anécdota que llevó a una mujer a hacerse vegana. Y es que, en una de sus estancias en Australia, vivió en un rancho con vacas. Un día, se dio cuenta que las vacas estaban todas juntas y temblando, “como un terremoto, movían el suelo”. Preguntó qué pasaba y le señalaron un camión que estaba llegando, el camión del matadero. Las vacas sabían que se llevaban a algunas y nunca volvían y lo que es peor, sentían miedo. Desde entonces no ha vuelto a comer carne. Y salvando las distancias, nos interrogamos sobre nuestro derecho sobre otros seres que pueblan la tierra y cómo no queremos saber si sufren, si son inteligentes, porque los estamos usando y saberlo sería intolerable. Aquellos esclavistas estaban convencidos de que los hombres y mujeres negros no eran humanos, que no sentían como nosotros, que no tenían necesidad de dignidad ni de libertad, que “llevaban la selva dentro”, y esto es así  porque de lo contrario su religión y su conciencia no se lo hubiera permitido. Horrible.

    El tabú sobre el filicidio nos parece una monstruosidad desde nuestro púlpito del primer mundo, pero no es nuevo por mucho que nos trastorne. En la antigua Esparta se producía la selección de los más sanos y fuertes, y eso no es cuestión de palabras, es coger a un bebé tirarlo por una ladera para que se lo coman las alimañas, ¿cuántas mujeres habrán decidido que era mejor matar o dejar morir a sus hijos que someterlos a la vida que les toca vivir? No queremos ni saberlo. Sethe se había alimentado de leche y sangre, eso condiciona, estructura la conducta.

    Pero Toni no parece estar tan interesada en el crimen, de hecho, toda la trama del libro está en las primeras páginas, más bien, está interesada en cómo se convive con ello y Sethe se exilia al 124 y se revuelca  en el hecho todo el día, tiene la presencia del bebé que crece y vive en el pasado. Ahí, en ese nido de dolor donde se desarrolla el fantasma de Beloved, Sethe se deja llevar autodestructivamente. La hija Denver, nacida tras la tragedia sufre la situación, convive con todo el influjo del dolor, con el miedo a que su madre la mate también, con la materialización de su hermana muerta pero finalmente da un paso al frente y decide vivir y luchar, trabajar, buscar ayuda, se enfrenta y hace algo. Sin embargo, sus dos hermanos escapan, nunca aparecen en la obra, desertan de ese espacio que les impide desarrollar una vida al margen del asesinato de una hija por su madre que impregna las paredes y ocupa el aire. La abuela hizo lo que pudo por mantener a su hija, pero enferma, murió. Finalmente, Paul D. reacciona escapando, pero regresa por Amor. Sí hay esperanza, sí hay vida después de un hecho monstruoso, lo difícil es resolver el duelo, lo difícil para un ser sensible e inteligente, una mujer negra esclava sensible e inteligente es resolver el duelo. Toni Morrison nos pone delante de los que los esclavistas no querían ver, la humanidad, la sensibilidad, la inteligencia y el dolor de los esclavos, porque se les hubiera estropeado el invento. Es una maestra de la Literatura que despierta conciencias

    Hay literatura interesante de contenido esclavista americano como “Matar a un Ruiseñor” de Harper Lee, así como números filmes, pero nunca había conseguido meterme tanto en la piel de una mujer negra y esclava. Este libro produce una inflexión en la literatura de este género porque se vive desde dentro y el dolor es más duro y más triste, pero también más bello.

    Aunque ya hemos dado un un pequeño brochazo, el tema de los nombres es otra de las cuestiones importantes del libro, tanto lo ya dicho sobre de desposesión del nombres de los esclavos, como el nombrarlos como propiedad de…, también numerarlos, porque demuestra el poder de los definidores, no de los definidos. Beloved dice “No me llamo nada”, siempre fue “la que gateaba” y murió antes de que su madre pudiera poner en su lápida Beloved, amada, su hija amada. Cuando el fantasma se hace carne para echar la esperanza en forma de Paul D. que amaba a Sethee, Beloved lo seduce y le dice, tócame dentro y llámame por mi nombre si quieres que me vaya, pero no supo su nombre, no lo tenía. Por otra parte, la plantación de los horrores se llamaba Sweet Home, que para los esclavos no era ni hogar ni dulce.

    Muchos fueron los esclavos que, tras la Guerra de Secesión, tras conseguir por ley su libertad, decidieron quedarse en el mismo sitio, por un salario de un plato de comida y su rincón en la barraca. Y nos remitimos a “La profecía autocumplida” acuñada por el sociólogo Robert K. Merton, una teoría que se fundamenta en la mentalidad de las personas a las que se les ha dicho desde siempre que no podrían hacer algo, que no son capaces, que no son inteligentes, que no están capacitados, y claro, ante el miedo al fracaso, prefieren lo malo conocido que lo bueno por conocer, la seguridad, sobre todo porque están tan maltratados que no confían en nada ni en nadie. También hay que tener en cuenta que a estas personas se les negó siempre la formación y sin herramientas es muy difícil construir el yo.

    Finalmente, ha sido muy interesante leer esta obra, es verdad que te puede hacer sentir culpable, pero el pasado no se puede arreglar, realmente lo positivo es que nos hace observar el horror y el dolor con una prosa y una estructura bellísima, y que lo que podemos hacer es evitar el tráfico y la posesión de personas dentro de nuestras posibilidades, al menos tener conciencia de ello, que no se nos ocurra olvidarnos que las personas y muchos animales tienen sentimientos y que sería un horror ser poseídos, privados de libertad y sin identidad propia.

    El próximo 10 de febrero nos volveremos a reunir para profundizar en "El Baile" de Irène Nemirovsky.

martes, 28 de enero de 2020

ESPAÑA. UN RELATO DE GRANDEZA Y ODIO JOSE VARELA ORTEGA, conferencia y presentación organizada por AMUM

La Asociación de Mujeres Universitarias de Marbella, la Editorial Espasa y el Ayuntamiento de Marbella ha organizado esta charla de presentación de la obra de José Varela Ortega que se celebrará en el Centro Cultural Cortijo Miraflores el 7 de Febrero a las 19.30. Una cita y un punto de vista interesante.
Sinopsis de ESPAÑA. UN RELATO DE GRANDEZA Y ODIO
Una obra para pensar y reflexionar sobre quiénes somos y la importancia e influencia que hemos tenido en la Historia.
José Varela Ortega realiza en esta obra una apasionada defensa de España y de sus múltiples valores. Y lo hace desde varios campos: la filosofía, la literatura, el cine o el arte.

Analiza la imagen de nuestro país en el extranjero a lo largo de la historia y explica cómo se fue forjando de forma premeditada nuestra leyenda negra, pero resalta que también hubo una época de admiración hacia nuestro país y que, normalmente, se obvia desde España.

Es cierto que la imagen de España ha sido distorsionada por los estereotipos y la mirada del otro, pero también por los propios españoles.

Sin embargo, nuestra historia es más rica y respetada de lo que a la mayoría nos han hecho creer, y a ello dedica Varela gran parte de su texto, sin dejar de abordar cuestiones controvertidas como la conquista de América, la polémica obra de Bartolomé de las Casas, la piratería como ataque a las conquistas españolas, el mito de los Tercios de Flandes o la Inquisición.

Un minucioso trabajo de veinte años que muestra la admiración que se sintió por nuestro país y, al mismo tiempo, el odio y la envidia que despertamos en el mundo entero.
españa. un relato de grandeza y odio-jose varela ortega-9788467056662JOSE VARELA ORTEGA
José Varela Ortega es presidente de la Fundación José Ortega y Gasset-Gregorio Marañón y editor de El Imparcial. Es doctor por la Universidad de Oxford y doctor en Historia Contemporánea por la Universidad Complutense. Ha sido catedrático de la Universidad de Santiago de Compostela, de la Universidad de Valladolid y de la Universidad Rey Juan Carlos. 


jueves, 23 de enero de 2020

Cinefórum de enero 2020, “Conociendo a Julia” de István Szabó

   

El pasado lunes 20 de enero, para inaugurar el año en nuestro cinefórum, y en el Cortijo Miraflores,  hemos visto una  comedia estupenda:  “Conociendo a Julia”,  Titulo original “Being Julia”. Conociendo a Julia es una película canadiense / estadounidense / húngara / británica dirigida por István Szabó y escrita por Ronald Harwood (basada en la novela Theatre (1937) de W. Somerset Maugham.  La película está protagonizada por Annette Bening y obtuvo una nominación al Óscar a la mejor actriz, además de muchísimas nominaciones en distintos festivales por su actuación  como Julia.



    El reparto no podía ser mejor:  

Annette Bening - Julia Lambert
Jeremy Irons - Michael Gosselyn
Shaun Evans - Tom Fennel
Lucy Punch - Avice Crichton
Juliet Stevenson - Evie
Miriam Margolyes - Dolly de Vries
Tom Sturridge - Roger Gosselyn
Bruce Greenwood - Lord Charles
Rosemary Harris - Madre de Julia
Rita Tushingham - Aunt Carrie
Michael Gambon - Jimmie Langton
Dirección: István Szabó

    Ambientada en el Londres de 1938, la película se centra en la exitosa y extremadamente popular actriz de teatro Julia Lambert (Annette Bening), cuya gradual desilusión con su carrera a medida que se va acercando a la mediana edad le da pie a pedirle a su marido, el director de escena Michael Gosselyn (Jeremy Irons), a cerrar su actual producción y permitirle viajar. Él la convence a seguir con la obra durante el verano, y le presenta a Tom Fennel (Shaun Evans), un emprendedor estadounidense gran admirador de su trabajo. Julia comienza un apasionado romance con Tom, quien está muy contento de poder participar en el estilo de vida glamuroso de su amante. He aquí que siendo ella del doble de edad de su amante, su vida se desenvuelve  como en una verdadera obra de teatro, actuada de principio a fin.

    Algún personaje, su voz superyoica ( Jimmie Langdom) dice: “lo que los civiles llaman el mundo real no existe, la gente de teatro lo conoce todo, el mundo entero es un escenario”
El hijo de Julia, que es la voz de la realidad comenta: “ tú sabes actuar para cada uno, pienso que realmente no existes”

    Y Julia, convierte su vida pública y privada en un gran escenario:  cuando parece que su vida de estrella se apaga, repentinamente lucha nuevamente con estrategias teatrales alucinando, a su gran amigo Lord Charles, a su hijo, a su marido y a su  amiga lesbiana,  resaltando el valor de la improvisación cuando se está muy seguro de algo. 

    La película abre muchos frentes a la discusión:

   La crisis de la edad media, la relación de pareja bien avenida, “ solo de nombre”;  la vida del glamour; el valor de mirar las páginas de sociedad;  los jóvenes como amantes de mujeres maduras;  la rutina como forma  de dejarse desaparecer y la reacción contra ella;  el valor del dinero para “comprar alegrías”;  el lugar del hombre, sea marido, amante o hijo, en la sociedad, etc.

   Sobre Annette Bening: 

    Todos los comentarios referidos a ella hablan de su impactante sonrisa, y los primeros planos efectivistas de esta película.

   Annette Bening asegura que se siente personal y profesionalmente "bien", satisfecha de seguir haciendo un trabajo que le gusta, "de seguir creciendo y aprendiendo cosas" y, aunque no sabe si su argumentación tiene sentido, añade, sincera, en una entrevista con Efe, que cree que "la madurez le ha hecho libre".

    "Me gusta arriesgarme. Es curioso -dice- he tenido mucha vida, cuatro hijos, dos en la universidad, he trabajado mucho en la vida y aún tengo ganas de nuevos proyectos. La responsabilidad no me ha quitado nada; al revés, madurar me ha hecho libre".

    "Me siento muy bien", afirma, y "contenta" de poder buscar "cosas sorprendentes" que agiten su mundo laboral, aunque enseguida señala que tiene "una vida familiar" y ese es el límite: "Yo no voy de proyecto en proyecto".

   Ya lo demostró, hace unos cuantos años, cuando su embarazo hizo que cediera a Michelle Pfeiffer el papel de "catwoman".

    Cuatro veces nominada para el Óscar ("Los timadores", 1990; "American Beauty", 1999, "Conociendo a Julia", 2004; y "Los chicos están bien", 2010"), la esposa del también actor Warren Beatty se declara admiradora de Helen Mirren, Frances McDormand y de Liv Ulman, y sonríe abiertamente cuando se le pregunta por la cirugía Estética: "Creí que te preocupabas por mi salud", ironiza.

    En cuanto a István Szabó, el director: (Budapest, Hungría, 18 de febrero de 1938) es el director de cine más conocido de su país y es considerado uno de los mejores exponentes del cine de Hungría. En los años 60 y 70 produjo varias cintas en húngaro catalogadas como cine de autor, en las que exploró la historia reciente de su país desde la perspectiva de su generación. Entre ellas, Apa (Padre), de 1966, Szerelmesfilm (1970) y Tűzoltó utca 25. (1973). En la década siguiente, su trabajo salió de las salas de cine de arte y se volvió más masivo, con la trilogía compuesta por Mefisto (1981), ganadora del Óscar a la Mejor Película Extranjera y en el Festival de Cannes como mejor guion; Colonel Redl (1985), ganadora del Premio del Jurado en el Festival de Cannes, y Hanussen (1988). En los años noventa dirigió películas en inglés, como Meeting Venus (1991), Sunshine (El amanecer de un siglo, 1999), Taking Sides (2001) y Being Julia (2004), que obtuvo una nominación al Óscar por la actuación de Annette Bening. Szabo ha trabajado algunas de sus principales películas con el actor austríaco Klaus Maria Brandauer y su amigo el director Lajos Koltai.

Filmografía
Conociendo a Julia (Being Julia, 2004) (director)
Taking Sides (2001) (director)
Sunshine (1999) (director)
Dulce Emma, querida Böbe (Édes Emma, drága Böbe, 1992)
Cita con Venus (Meeting Venus, 1991) (guionista, director)
Hanussen, El Adivino (Hanussen, 1988) (director)
Coronel Redl (Redl Ezredes, 1985) (director)
Mefisto (1981) (guionista, director)
Confianza (1980) (guionista, director)
Father (Apa) (1966) (guionista, director)

    Ha sido una reunión afortunada, solo interrumpida por el frío del día, pero que nos ha permitido disfrutar de una comedia espléndida.

Graciela Waen





lunes, 20 de enero de 2020

Charla de orientación a la carrera de nuestra socia Celia Díez con el apoyo de AMUM



    La Asociación de Mujeres Universitarias de Marbella representada por nuestra secretaria Eloísa Sánchez Amillategui  ha acompañado a nuestra socia y becaria Celia Díez Gómez a una presentación de orientación para la carrera ante los alumnos de bachillerato del que fuera su Instituto de Bachillerato, IB Río Verde.

    Tras ser recibidas por la orientadora, Mariángeles García Blanco, quien se ocupó de las palabras de introducción, Eloísa hizo una breve presentación de AMUM como asociación internacional y las actividades que cubrimos localmente, especialmente las becas.

    Acto seguido Celia hizo su presentación a los estudiantes (en su mayoría varones), asistida por un power point muy trabajado, sobre las ventajas de estudiar una ingeniería.

    La orientadora aconsejó dar esa charla en cuarto de la ESO para que más chicas eligieran los bachilleratos de ciencias.

Este es resumen realizado por la propia Celia:

-La charla se ha centrado en las carreras STEM (Science, technology, engineering and mathematics) y en el porqué muchas personas brillantes, en su mayoría mujeres, no se atreven a estudiarlas. Las causas que se ponen sobre la mesa son los estereotipos, la dificultad, la economía en el ahogar del estudiante y la falta de información.

-Es por ello que se ha tratado punto por punto cada una de las causas responsables de esa gran cantidad de cerebros que se pierde la ciencia a modo de desmentir y/o subsanarlas.

-Empezamos con los estereotipos. Existen estudios que demuestran que las mujeres desde los 6 años están recibiendo estímulos y van haciendo eco en ellas estereotipos sobre la supuesta incapacidad que poseen hacia este tipo de carreras. Vivimos en una sociedad donde las tareas técnicas y/o lógicas son delegadas prioritariamente a los hombres antes que a las mujeres ya desde pequeñitos. El niño ayuda a su padre a arreglar el coche y/o un enchufe y la chica ayuda a cocinar y en tareas de la casa.
Pero nada está más lejos de la realidad.  Muchos estudios ya han demostrado que las mujeres somos más lógicas y nos organizamos mejor las tareas que los hombres. Luego, es la sociedad con sus arraigadas costumbres la que consigue que se pierdan muchas mujeres brillantes y las impulsa a tenerle miedo a este tipo de carreras.

-El siguiente punto es la dificultad. Obviamente no hemos divulgado que es un camino de rosas pero si hemos querido transmitir que no es tanto como dicen.  Simplemente supone un reto más, una gran oportunidad para desarrollar todo el potencial que nuestro cerebro es capaz de ofrecer. Al final es una cuestión de miedo. Miedo a fracasar, miedo a no creer que seremos lo suficientemente inteligentes para lograrlo y de ser así, éso nos dañaría la autoestima y el ego. Por eso es necesario transmitir desde la experiencia que no es imposible y que si se quiere se puede, sólo hay que poner empeño y no hundirse por fracasar sino usarlo para recoger más fuerza y a la siguiente triunfar. Porque éxito atrae éxito. Al final es una manera de vivir.

-Entendemos que otra causa es la economía. Nuestra asociación AMUM precisamente lucha contra ésto en cuanto mujeres se refiere, para que aunque las familias posean reducidas rentas, no se pierda el potencial. Además de dar a conocer los requisitos para optar a la beca AMUM, se ha hecho hincapié en todo lo que nuestra asociación ofrece no sólo económicamente hablando, sino los recursos, facilidades y apoyo incesante sobre cualquier problema de nuestro día a día. También se ha ilustrado el resto de tipos de becas que existen como las becas MEC del gobierno, la beca de Andalucía incluso las becas que ofrece la propia universidad cuando no has logrado obtener ninguna de las anteriores.

-Y por último, pero no menos importante, la falta de información. Existe una ingente variedad de carreras STEM que no se conocen y por ello no se eligen. Por ejemplo, se pregunta si conocían el grado de Nanociencia y Nanotecnología y se obtiene una negación unánime. Seguidamente se les pregunta si les gustaría dedicarse a investigar y trabajar con nanotubos de grafeno, y un alumno y una alumna dijeron que sí. Por tanto, se les indica la web www.educaweb.com y se les anima a buscar el grado que más les llame la atención. Eso sí, sin descartar ninguno por miedo.

-Acabamos la charla con una serie de consejos en cuanto a la vida real como trabajar en verano de lo que sea para obtener experiencia profesional, no dejar los idiomas atrás, probar a investigar y crear tecnología ahora que se tiene la gran ayuda de YouTube con tantísimos tutoriales, apuntarse a los campamentos científicos que ofrecen las universidad nacionales durante los veranos...

Pero sobre todo, a olvidarse del miedo, a que confíen en su potencial, a que no se den por vencidos y a tener humildad, porque por mucho que sepamos, siempre habrá otra persona que sabrá algo que tú no sabes.

viernes, 17 de enero de 2020

Velada Musical



El próximo 1 febrero A LAS 19:30 disfrutaremos de una nueva Velada Musical AMUM.

Será en el espacio cedido por una socia muy generosa y entregada a la causa de NUESTRO PROGRAMA DE BECAS PARA CHICAS BRILLANTES DE LA MUNICIPALIDAD DE MARBELLA:
Dirección: Altos Reales A, casa 20

Las reservas las gestiona nuestra socia Juana Romero y nuestra presidenta María José Gámez, háganlas pronto pues el aforo es limitado:
619 682 844 js.romero@telefonica.net

La aportación al fondo de Becas será de 25€ que podrá ingresar en esta cuenta o pagar a la entrada del evento:
Nº Cuenta: IBAN ES 42 0182 4135 4702 0170 4216

***Tras el concierto compartiremos impresiones en el tradicional cóctel que prepararán algunas de nuestras socias personalmente.

Programa

PRIMERA PARTE
Johann Sebastian Bach, Ave Maria
Camille Saint-Saëns, Le cygne
Jules Massenet, Méditation de Thaïs
Edward Elgar, Salut d’amour
Fritz Kreisler, Liebesleid
Fritz Kreisler, Schön Rosmarin
Vittorio Monti, Csárdás

SEGUNDA PARTE

Gabriel Fauré, Pavane, Op.50
Antonio Vivaldi, L’inverno
Jacques Offenbach, Barcarola
Wolfgang Amadeus Mozart, Divertimento en Re mayor
François Joseph Gossec, Gavotte
Astor Piazzolla, Oblivion
Carlos Gardel, Volver
Carlos Gardel, Por una cabeza
Pablo de Sarasate, Romanza andaluza Op.22




Intérpretes

Sofiya Tkach, nacida en Ucrania de familia de músicos, empezó a estudiar violín y piano a los 7 años en Ucrania y posteriormente en Bielorrusia.
Ha trabajado en la Orquesta Nacional de Radio y Televisión de Bielorrusia, en la Orquesta Sinfónica Provincial de Málaga, en la Orquesta de Cámara de la Universidad de Málaga, en la Orquesta de Zarzuela, en el  Teatro Lírico Andaluz del 2005 al 2009  y en la Orquesta Filarmónica de Málaga.
Ha sido profesora de violín y lenguaje musical en la Escuela Municipal de Música en Nerja y es   solista del Brío Quartet (Junta Andalucía). En la actualidad es profesora de piano y violín en el British School of Málaga.



Félix Rodríguez Gutiérrez comienza sus estudios en el Real Conservatorio de Música Superior de Madrid con los profesores Almudena Alemany, Margarita Degeneffe, José Luis Fajardo y Ángeles Rentaría, con la cual acaba la carrera obteniendo siempre altas calificaciones. También estudió música de Cámara en Londres con David Ravenscroft y el trío de cámara inglés.
Amplía sus estudios en Austria con Ángel Berrocal y José Francisco Alonso, siendo éste último el de mayor influencia en su estilo.
Desarrolla una intensa labor concertística y pedagógica y en la actualidad es profesor de la especialidad de interpretación musical de la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga.