Hoy LUNES 4 de MAYO a
las 20:12 vamos a ver junt@s la estupenda película "Dos en la carretera" que retrata
la historia de un matrimonio de forma muy singular. Estrenada en 1967, fue
dirigida por Stanley Donen con Audrey Hepburn y Albert Finney como
protagonistas.
La película la presenta Tcm
(canal 37 de Movistar+, canal 54 de Vodafone TV, canal 22 de Orange TV o Sky).
Para quien no tenga televisión
paga, existe la opción de verla por internet en FILMIN (www.filmin.es). El
alquiler cuesta 1,95€ y es gratis para quien tenga suscripción.
A fin de facilitar el excelente
debate que seguramente generará la película, el martes 5 de mayo enviaremos un
pequeño catálogo de preguntas. Vuestras respuestas serán publicadas
anónimamente en el blog de AMUM.
A continuación, nuestra
compañera Cristina Malena os presenta algunas características y rasgos
importantes de la película.
Confiamos en que esta iniciativa
sea de vuestro agrado y esperamos que participéis en gran número.
cineforumamum@gmail.com
684 453 550
Dando Ideas
- ¿Qué clase de personas se pasan horas
sin nada que decirse? Los matrimonios.
- Bitch! Bastard!
Uno de los mejores retratos de
un matrimonio que nos ha dado el cine es sin duda Dos en la carretera,
estupenda película dirigida por Stanley Donen con Audrey Hepburn y Albert
Finney como protagonistas.
Estrenada en 1967 pasó en su
momento como una comedia brillante y tal vez algo ligera, frente a films de esa
época como Bonnie and Clyde, El graduado, En el calor de la noche o Sabes quien
viene a cenar, películas que significaron un cambio dramático en la cultura
cinematográfica de los años 60. Sin embargo, con el paso del tiempo, en estos
más de 50 años se ha convertido en un gran referente y por motivos diversos.
Stanley Donen, director de
excelentes films como Cantando bajo la lluvia, Indiscreta, Siete novias para
siete hermanos o Charada, se basó en el guion original de Frederic Raphael
(Oscar en su día por Darling) para crear con un falso aire de comedia
chispeante y repleta de diálogos cáusticos e inteligentes una obra de arte
sobre una relación de pareja que pasa por las distintas etapas de encuentro,
romance, aburrimiento, engaño, desengaño,
o sea un cuadro que va desde su inicio a las grandes crisis.
Con Audrey Hepburn y Albert
Finney como la pareja compuesta por Joanna y Mark Wallace, Donen y Raphael
construyen la historia, con apariencia a primera vista de una road movie, pero,
y en esto radica uno de sus grandes méritos, en la que la carretera se convierte
en el teatro en el cual se desarrolla la acción y transcurren los avatares de
este matrimonio, en cinco viajes hacia el sur de Francia en distintos tiempos.
Sin embargo, con una gran labor de montaje no lo hacen en forma lineal o
cronológica sino que utilizan flashbacks que arman el puzle de la historia de
esta pareja que lleva diez años de casados, que acumulan resentimientos,
frustraciones y quejas que casi no les permiten conversar sin lanzarse dardos.
Saltan las escenas dulces y otras desgarradoras.
La estructura y el montaje de la
película son muy sofisticados y hacen que la película mantenga su vigencia.
Como ha señalado el crítico Mark Harris, las secuencias no tienen una forma
predeterminada sino que entran y salen diríamos de una manera intuitiva, con un
gesto o un sentimiento lastimado o un momento feliz que dispara un recuerdo
igual u opuesto del antes o del después.
“El camino siempre es el mismo y el viaje nunca termina”. Según Stanley
Donen “lo que tratábamos de hacer y decir (es que) todas las secuencias en esta
película son el presente. Todo lo que uno ve en su vida lo llevan con ellos
desde el comienzo de su relación hasta el final”.
Apoyado todo en la muy acertada
fotografía de Christopher Challis, con sus colores y sus planos medios y cortos
que refuerzan las interpretaciones, especialmente de Audrey Hepburn en sin duda
la mejor actuación de su carrera. Hepburn (quien en la vida real atravesaba un
proceso de divorcio) se nos presenta como una mujer cool, moderna y con
apetitos sexuales muy claros, lejos de la ingenua de Vacaciones en Roma o
Sabrina.
Dos en la carretera tiene un pie
en el modelo de cine clásico (Hollywood, las estrellas y su glamour, la
elegancia siempre presente) pero apuntando claramente hacia el nuevo cine que
se hace a partir de la década de los 60 con la influencia europea y en especial
de la nouvelle vague francesa.
Ya el comienzo de la película
con los espléndidos títulos de crédito creados por Maurice Binder (luego famoso
por sus trabajos en la saga James Bond) es rompedor, con esas señales de
tráfico y direcciones que “se entrecruzan, mostrando la relación metafórica que
se desplegará a continuación entre el viaje, la carretera y el devenir del
matrimonio protagonista a través de los años. La melancólica música de Henry
Mancini que los acompaña nos indica también que los recorridos de este viaje no
son siempre luminosos” .
No, no siempre son luminosos y
por eso nos lleva a reflexionar sobre la trayectoria de esta pareja, retratada
en una de las comedias más divertidas y a la vez tristes que se han hecho sobre
el largo camino de la ambivalencia del matrimonio. ¿Qué es una pareja “feliz”?
¿Qué mantiene juntos a un hombre y una mujer?
¿El poder, el dinero, la rutina? ¿Qué peso tienen las infidelidades?
¿Cómo se usan las palabras, qué poder tienen? ¿Qué significa la maternidad y la
paternidad? ¿Y la sexualidad?
Para prestar atención y pensar:
- El matrimonio es cuando la
mujer le dice al hombre: Quítate la ropa. ¿Sabes por qué lo dice? Para llevarla
al tinte.
-No habrá nunca nadie como tú
en mi vida (Joanna)
- ¿Lo prometes? (Mark)
– Espero que sí (Joanna)
-Trato de imaginarte gorda
(Mark)
– Trato de imaginarte delgado (Joanna)
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