El lunes 23 de Marzo se celebró la asamblea
anual de AMUM en el Marbella Club. Ante un grupo numeroso de socias la
directiva presentó las cuentas del ejercicio pasado, las previsiones para el
próximo y fueron enumeradas las actividades en las que se ha involucrado la
Asociación en este año que ha pasado. Se aprobaron todos los puntos del orden
del día e hicimos una pequeña Tertulia literaria sobre “El Impostor” de Javier
Cercas, lectura que habíamos propuesto para este mes y que no gustó en su
mayoría.
La sesión fue abierta por nuestra
presidenta que había presentado las cuentas que la tesorera Blanca Molet tenía
expuesta para su revisión desde hacía días. Todos los ingresos han sido
destinados a los gastos de los seminarios y al programa de Becas, como siempre
la directiva se paga los desplazamientos, las comidas y todos los gastos de su
propio bolsillo, esto es algo más que “sin ánimo de lucro”. Obviamente fueron aprobadas
por unanimidad, ojalá todas las organizaciones funcionaran de esta forma.
Las funciones de secretaria las hizo Isabel Jiménez, ante la ausencia de Viruca Yedra, el hecho también fue aprobado por todas las socias.
Recibimos la estupenda noticia de que este
año podremos becar a otras tres chicas más de manera que ya tenemos once
mujeres brillantes estudiando con apoyo de nuestra organización.
De igual manera aprobamos la figura del
benefactor o benefactora que se materializa en personas, hombres o mujeres que
no cumplen los requisitos de los estatutos para pertenecer a la asociación pero
que admirados de nuestra labor deciden aportar donaciones. Son encantadores.
La directiva nos comunicó que no pensaban
volver a presentarse a las elecciones pues desean que la asociación sobreviva a
las personas y para ello el traspaso de cargos debe ser un hecho natural. Evidentemente,
las salientes apoyarán en todo momento a las valientes que se arrojen a dedicar
parte de su tiempo y dinero al proyecto.
Finalmente tuvimos una tertulia muy
particular porque extrañamente el libro elegido sólo gustó a dos socias que
alabaron la originalidad de que ,en la obra, la ficción la pusiera el
personaje biografiado y que la narración se centrara en el proceso de creación,
las reflexiones e investigaciones de Javier Cercas sobre “El Impostor”, un
anciano que durante años se inventó una vida porque la suya no le gustaba y
engaño a organizaciones y gobiernos. Las socias que admitieron que la obra no
les había gustado pusieron de relieve la continua repetición de las mismas
ideas en cuanto a la mala conciencia de publicar esta historia sobre un hombre
patético, enfermo de cariño, conviniendo que le sobraban muchas páginas y le
faltaba mucha información que les hubiera resultado interesante en cuanto a la
historia del protagonista propiamente dicha. En fin, la próxima será mejor.
Ana E.Venegas
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