Gracias a la muy generosa hospitalidad de nuestra socia María
Stanley el lunes pasado tuvimos nuestra segunda sesión de cine fórum
probecas. Esta vez asistimos a la proyección de una excelente película israelí,
GETT
(El divorcio de Viviane Amsalem), sobre las dolorosas vicisitudes de la
protagonista, Viviane, para obtener el divorcio de su marido Elisha. Toda la
acción transcurre en el encierro claustrofóbico de una corte rabínica. En Israel solo existen los matrimonios
religiosos y por tanto si una pareja judía desea divorciarse deberá hacerlo a
través de los jueces rabínicos. Según la ley religiosa judía es prerrogativa
del esposo dar o no el divorcio a su mujer mediante la entrega de un documento
escrito en arameo llamado GETT (de ahí el título de la película), como está
prescripto en la Torá y en una ceremonia también estrictamente articulada. Sin
el gett, aunque la pareja esté físicamente separada, sigue casada, hasta el
punto que si una mujer quisiera casarse de nuevo, sin haber recibido ese gett
el segundo matrimonio es inválido y esa segunda relación es considerada
adulterio. Un divorcio secular no sirve de gett. Además si no se tiene el gett
y un niño nace de una madre que técnicamente está casada con otro hombre, ese
niño será considerado ilegítimo (mamzer)
y no podrá casarse con la mayoría de las mujeres judías (solo podría hacerlo
con otro mamzer). ¿Qué pasa si el hombre se niega a dar el gett? La mujer será
considerada una agunah (esposa
encadenada). Las cortes rabínicas tienen diversos medios para obligar al
hombre a otorgarlo, desde, como se ve en las preguntas que hacen los rabinos en
la película, retirarle al marido la licencia de conducir, cancelarle las
tarjetas de crédito, cerrarle su cuenta bancaria, multarle o incluso enviarlo a
la cárcel. De hecho el protagonista va efectivamente a prisión. Sin embargo
puede que ninguna de estas medidas surta efecto y no habrá divorcio. Es el
marido quien tiene la última palabra. Y este proceso puede durar años. En la
película más de 5 años, según el gobierno israelí la media es de dos años, pero
diversas ONGs (por los derechos humanos en general y de la mujer en particular)
afirman que se puede llegar a los 10 años. Muchas mujeres prefieren “comprar”
su libertad pagando al marido, entregándole la vivienda o incluso la custodia
de los hijos. En el caso de Viviane la obtiene prometiendo a Elisha algo que no
sabemos si al final cumplirá.
En cierta forma GETT es casi un documental sobre el procedimiento legal-religioso
del divorcio en Israel. Pero es más que eso. Mezcla de tragedia y absurdo, esta
película refleja una dura realidad social. Nos muestra a través de los dichos y
actuaciones de los jueces rabínicos, de los abogados (muy especialmente el del
marido, su hermano Simon), de algunos de los testigos, de las miradas del
marido, la estructura patriarcal de la sociedad y la presión psicológica y
social a la que se ve sometida la mujer. Todo es cuestionado, lo que la mujer
ha hecho o no, lo que ha dicho o no. Se le exige en forma reiterada que muestre
“respeto”, pero persiste en la lucha por su libertad.
Como es de imaginar la película generó muchas reflexiones
y comentarios, desde la relación mujer y propiedad privada hasta el libelo de
repudio que preveía la Ley de Moisés. También se mencionó que de todas las
tribus semíticas la de los hebreos era la más avanzada en cuanto al papel de la
mujer, ya que en las otras era prácticamente una esclava. Igualmente se comentó mucho la actitud
corporal de la protagonista, su juego con las piernas, con su cabello, el significado que ello podría tener (furia,
deseos de liberación, deseo sexual, etc.) y también su mirada a través de
larguísimos primeros planos.
Y last
but not least queremos agradecer a nuestras socias y amigas su presencia,
su aportación y su ayuda para nuestro fondo probecas.
Cristina Malena en un momento de su exposición
Texto Cristina Malena
Fotos Anabel Alonso
Cristina Malena en un momento de su exposición |
Magnífica película y estupenda tertulia.
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