Por Sara Roma
Definía
Cervantes en El Quijote a la poesía
como una bella doncella “hecha de una alquimia de tal virtud, que quien la sabe
tratar la volverá de oro purísimo e inestimable valor”. Con esta consideración
trata la poeta bilbaína Blanca Sarasua
(1939) a la poesía, sin recurrir a falsos halagos ni trampas retóricas. Su
último poemario, Baciyelmo, nos
propone la relectura de un gran clásico de la literatura española: El ingenioso hidalgo don Quijote de la
Mancha. Y es que cuanto más se conoce y se lee, descubrimos que la
frescura, la genialidad de sus ideas, su riqueza temática y su inagotable
fuente de recursos no han perdido un ápice de vigencia.
Baciyelmo fue presentado el pasado viernes 23 de mayo en el Centro Cultural Cortijo Miraflores de Marbella. La autora fue presentada por nuestra socia, la doctora
Rosario Salas, profesora de Lengua y Literatura Española en la
Universidad de Kiel (Alemania), y que fue condecorada en 2008 por el Rey de España con el Lazo de Isabel la Católica por méritos
en difundir la lengua Española en Alemania.
Rescatando
estas virtudes, Blanca Sarasua se comprometió a escribir una serie de glosas a
partir de los pasajes y las citas que cautivan a la inmensa mayoría de los
lectores. Nada descabellado, pues ya lo decía León Felipe: «Don Quijote es un poeta
prometeico y se diferencia de todos los demás poetas ordinarios del mundo en
que quiere escribir sus poemas no con la punta de la pluma, sino con la punta
de la lanza».
A
caballo entre lo coloquial y lo culto, entre el humor y la aspiración ideal, la
autora hace su propia interpretación de la poética cervantina con unos versos que
deleitan porque no restan una pizca del virtuosismo de la obra. A través de los
poemas volvemos a simpatizar con sus personajes, Sancho Panza y don Quijote, que
simbolizan el idealismo y materialismo presentes en todo ser humano, y
ensalzamos la locura como el ideal más noble, ese que llevó al Quijote a tomar
por castillos las ventas, por gigantes los molinos, por damas las rameras, por
yelmo de Mambrino la bacía de azófar… Poética ilusión de loco hidalgo.
Baciyelmo es una
invitación filosófica a ordenar de manera poética este mundo lleno de insatisfacciones e injusticias sociales. La libertad, el
ideal amoroso, la disyuntiva entre las apariencias y la realidad gravitan sobre
el propio título que alude a un objeto que para algunos es bacía y para otros
es yelmo y que divide la esfera de Sancho y don Quijote y que aunque confunde, acaba
fusionándose y dando sentido a un mundo que a veces oprime cuando no es justo y
generoso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario