sábado, 22 de septiembre de 2018

Nuestro Cine Forum de Septiembre

 El Festín de Babette



La sesión comenzó con unas palabras de nuestra presidenta agradeciendo al Hotel D. Pepe y su gerencia la oportunidad que nos da al cedernos el uso del salón gratuitamente.

“El Festín de Babette” es una película danesa que, con una cena convertida en una subversiva celebración de vida, ganó el Óscar de la Academia a la mejor película de lengua extranjera en 1988

Nominada a Golden Globes, Baftas, Cannes, etc…
Director y guionista Gabriel Axel
Está basada en una historia escrita por Karen Blixen (que firmó como Isak Dinesen) a la que todos recordamos por “Memorias de África” por cuya versión cinematográfica recibió 7 oscars.
Es la única película a la que se ha hecho referencia escrita desde el Vaticano.
En 2016 el Papa escribe Amoris laetitia (la alegría del amor) que es una exhortación apostólica post-sinodal, fruto de los dos Sínodos de 2014 y 2015 sobre las familias, documento con el que se traza las líneas sobre la pastoral de la familia.
“Las alegrías más intensas de la vida brotan cuando se puede provocar la felicidad de los demás, en un anticipo del cielo”. Ese gozo, efecto del amor fraterno, no es el de la vanidad de quien se mira a sí mismo, sino el del amante que se complace en el bien del ser amado, que se derrama en el otro y se vuelve fecundo en él” (AL, 129).
El papa Francisco quiere que experimentemos, una alegría que no se centre en deseos egoístas, sino en el disfrute de los demás.
En segundo lugar, el papa Francisco considera la película como una llamada a que nos abramos al trabajo del Espíritu Santo: “Las normas, sin duda, son necesarias, pero cuando nos obsesionamos con ellas y establecemos otras nuevas que no tienen correlación con el corazón de los Evangelios, nos cegamos ante la voluntad de Dios.”
El filme destaca la necesidad de la misericordia no a expensas de la verdad, sino en unión a la verdad. El brindis al final de la comida resume perfectamente por qué al Papa Francisco le encanta esta película:
“Llega el día cuando nuestros ojos se abren,
y llegamos a entender que la misericordia es infinita.
Solo es necesario esperarla con confianza
y recibirla con gratitud.
La misericordia no impone condiciones.
Y, he ahí, todo lo que hemos elegido
nos ha sido concedido,
y todo lo que rechazamos
también nos ha sido concedido.
Sí, también recibimos lo que rechazamos.
Porque la misericordia y la verdad se encuentran juntas
Y la rectitud y la dicha se besarán mutuamente”.

En resumidas cuentas, “El festín de Babette” es la película favorita del papa Francisco porque nos desafía a mirar fuera de nosotros mismos y a ver la belleza de la alegría y la misericordia de Dios. Es una película sobre el servicio desprendido al prójimo, que no siempre es acorde a nuestras “normas” humanas y, precisamente por ello, puede revolucionar nuestra visión sobre la misericordia de Dios.
También es de la misma opinión Richard Gere: “Es mi película favorita y, no sé por qué, parece que no está dirigida, que no hay actores, es la vida real…creo que es porque está concebida con un gran corazón que preside todo…”
Babette es una refugiada política francesa que huye de las persecuciones contra los sublevados tras la caída de la Co­muna de París en 1871 y busca resguardarse en una villa de la costa danesa. Allí, trabaja gratis durante 14 años para dos hermanas hijas de un ministro protestante, quienes la contratan por recomendación de un antiguo amor de una de ellas. Durante esos años hace todo tipo de ahorros hasta que gana un premio de 10.000FF y decide gastarlo en preparar un banquete a la francesa para celebrar el centenario del pastor. Tomen nota: vestida por Karl Lagerfeld, ¡cocinera vestida por Chanel!
El contexto cultural en que se desarrolla la película es el resultado de la mezcla de las revoluciones europeas del XIX y el choque entre la sensualidad del sur de Europa con la sobriedad del protestantismo del norte.
Un banquete francés con sus múltiples y coloridos platos, con sus sabores tan nuevos para todos parecía que iba a poner en peligro los principios y creencias de las hermanas; los comensales empiezan a comer sólo por respeto a Babette intentando no rendirse a los placeres epicúreos.
Las películas sobre comida, como “Una gran noche”, de Stanley Tucci; “Tampopo”, de Yamazaki; “Como agua para chocolate”, de Alfonso Arau; “Chocolate”, de Lasse Hallström,” Ratatouille”, de Walt Disney, entre otras…. Normalmente son sobre el chef y los placeres que producen en los comensales. En ésta, una sola comida cura viejos resentimientos, sustituye al romance y reconoce a un artista cuya vida ha sido destrozada: se dejan atrás viejos resentimientos y trasciende a la religión, al amor y a la voluntad.
Los invitados habían llegado a la cena decididos a seguir refugiados en la falsa seguridad de sus angostas convicciones, pero Babette, capaz de transformar una cena en una relación de amor, les libera del lastre de la tristeza que empezaba a amargar su existencia. Comprenden que “en la vida hay que elegir, pero al final nos es dado todo”.
Cinematográficamente hablando sorprende su austera elegancia. Axel refina los colores con tonos tierra y azules fríos tomados de los cuadros de Vermeer en la parte narrativa, con unos encuadres que nos recuerdan a Dreyer o a Bergman en la negación del placer. Poco a poco va entibiando la atmósfera dejando atrás el mantra de que la comida es mera necesidad y empezando a sentir placer ante los sofisticadísimos platos que Audran sigue sirviendo. Solamente, el general que los visita expresa su asombro ante lo que está sucediendo (toque de melancolía).
Después de ver la cinta, se habló de temas como:
Su ritmo, que es delicado pero nunca lento, hasta el clímax culinario donde se convierte en una comedia en la que socava la rigidez religiosa sin reírse nunca de la devoción de las personas. Como dice el militar en su discurso, “la corrección y la felicidad se han besado”
En la primera mitad de la película, el director se hace eco del desapego emocional de los personajes lo que explica la narración que nos mantiene a distancia, mientras que en la segunda parte el narrador desaparece para dejarnos en el festín.
La utilización del flashback: Philippa y Martina que fueron jóvenes y guapas 49 años atrás.
La interpretación, que es contenida en el gesto pero intensísima y rica en matices.
Nos deja con un eco de los caminos no transitados: ¿Se preguntan los protagonistas si le han sacado partido a la vida?
Dos hermanas, Filippa y Matinne (excelentes Bodil Kjer y Birgitte Federspiel), ya ancianas, conviven en soltería a la vez que recuerdan, nostálgicas, el lejano tiempo de su juventud y la rígida educación que, voluntariamente, las obligó a renunciar al amor, en el caso de la primera, y al talento y predisposición natural para el cante lírico, en el caso de la segunda
¿Babette podría haber sido un hombre? ¿Habría sido capaz de dar tanto e involucrar a todos?
¿Cuál es el único momento de energía y tensión en la película? El Dueto de Don Giovanni donde Monsieur Papin trata de seducir a Zerlina, no  podrían haber elegido una pieza más adecuada…
La conducta de Babette es una arenga para los artistas en todos los campos: “Los auténticos artistas quieren tener la oportunidad de mostrar el mejor de sus trabajos. Si lo consiguen, la reacción del público no importa”
Resumiendo: El tema central de la película es el amor y la gracia y, aunque sería fácil hablar de ella como de una simplonería para hacernos sentir bien, es una oda a la idea de que los personajes de distintos temperamentos, sentimientos, creencias y disposición encuentran el punto común en el que la redención es siempre posible. No se trata de que la gente no comete faltas, se trata de que los fallos humanos son tratados con tal generosidad y buena voluntad que te deja con un sentimiento de plenitud semejante al de los convidados al banquete después de terminar éste.
El regalo que les hace Babette es un sacrificio ritual que trata de animar a las personas austeras a creer que la comida también supone alimento para el alma. El menú consistió en:

PLATS
BOISSONS
Soupe de tortue géante
Xérès amontillado
Blinis Demidoff (au caviar et à la crème)
Champagne Veuve Clicquot, 1860
Cailles en sarcophage au foie gras et sauce aux truffes
Clos de Vougeot 18453 (41 ans d'âge)
Salade d’endives aux noix
Savarin et salade de fruits glacés
Fruits frais (raisins, figues, ananas...)
Eau





 Resumen de Eloísa Sánchez Amillategui




1 comentario:

  1. Que buen rato pasamos. De nuevo demostrado que lo bueno es siempre actual,no pasan los años por una obra maestra de fondo y forma.

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