viernes, 22 de abril de 2016

Nuestro Cineforum de Abril


Una coincidencia de talentos



Sobre el premio Pullitzer del año 1960,  novela de Harper Lee, se teje una maravillosa combinación de caracteres  con Atticus Finch a la cabeza, encarnado por Gregory Peck, y seguido por  Scout y Jem encarnados por Mary Badham y Phillip Alford respectivamente.
La película obtuvo, en el año 1962, tres Oscars: actor protagonista, guión adaptado y dirección artística.
Tres Globos de Oro: mejor actor de película dramática, mejor música de cine y mejor película que promueve el entendimiento internacional.
El David di Donatello al mejor actor  extranjero: la interpretación de Gregory Peck.
El premio especial Gary Cooper a la dirección de Robert Mulligan, en el festival de Cannes de 1963.
El premio de los Escritores de América al mejor guión de película dramática para  Horton Foote
El American Film Institute  otorgó al personaje de Atticus Finch el primer puesto de la lista de los cien héroes del cine estadounidense de los últimos cien años y “Matar un ruiseñor” fue incluida en el puesto número 25 en la lista de las cien mejores películas estadounidenses del último siglo.
 Antes de ver la película, Garbiñe nos comentó que nos fijáramos en el uso de  la luz y de los planos y contraplanos, conceptos aprendidos en el último seminario sobre cine y lo curioso que resultan los nombres de los personajes de la película puesto que varios de ellos tienen una significación, como el de Scout (exploradora, arriesgada), Finch (sólido, inamovible) o Boo ( susto)
También señaló a Harper Lee como escritora de un solo libro, compartiendo  el honor con Margaret Mitchell (Gone with the wind) y con Emily Brönte (Wuthering heights)


A continuación señalé la importancia que tiene el personaje de Atticus Finch en el mundo legal pues “defiende la defensa”, derecho reconocido por el Estado de Derecho: es sagrado. Cualquier ciudadano tiene derecho a una defensa justa sea cual sea el delito cometido.La repercusión del personaje y su actuación es tal que existen no sólo en Alabama sino en varias universidades del mundo becas de estudios con este nombre.
Después de ver esta obra maestra del cine, surgieron temas con mayúsculas como la justicia-injusticia, entendido de diversas maneras, el racismo actual de Donald Trump, etc…
La escena del porche en la que Atticus se ha instalado a custodiar al acusado se comparó con Jesucristo y la soledad del hombre justo.
La escena del perro rabioso simboliza para muchas la rabia del pueblo contra los negros.
O las lecciones de autocontrol que da Atticus tanto en la escena de la prudencia con la escopeta y el perro rabioso, como cuando le escupe el padre de la “víctima”.
También llamó  la atención el momento en que los niños defienden a su padre y Scout, con su discurso, desmonta la agresividad de los asaltantes

Quedaron muchos temas en el aire dada la prisa que tenían muchas para ir al concierto, pero se habló de cómo le hablaba Atticus a sus hijos, los razonamientos tan adultos que les hacía: “Scout, nunca entenderás a una persona hasta que no consideres las cosas desde su punto de vista, hasta que no te pongas sus zapatos y camines con ellos”… O cuando le explica lo que es un compromiso… “un acuerdo alcanzado por consentimiento mutuo” O la bondad de Boo, que se erige en un héroe silencioso al salvarles la vida…
 
¿No os chocó que el condenado intentara huir 
cuando mostró resignación en todo momento y ya le habían anunciado que interpondrían recurso de apelación¿






En el año 2007, cuando el Presidente George W. Bush le entregó la Medalla Presidencial de la Libertad, Harper Lee manifestó: “Atticus Finch le dio a Gregory Peck la oportunidad de interpretarse a sí mismo”.



Eloísa Sánchez-Amillategui
22 abril 2016




No hay comentarios:

Publicar un comentario