viernes, 15 de abril de 2016

"Encuentros con la Cultural": Mesa redonda de El Islám, el Cristianismo y el Judaísmo en Marbella

   
 El pasado lunes se produjo un encuentro histórico en Marbella. El Islam, el Catolicismo y el Judaísmo se dieron cita en un encuentro propiciado por la periodista Amparo de la Gama, como puente de tres culturas y que tuvo como escenario el salón de eventos del Restaurante Santiago.

    Un público que desbordó la citada ubicación demostró la enorme voluntad de la sociedad marbellí en una convivencia respetuosa ante las diferencias y la búsqueda por lugares de encuentro. Allí se congregaron musulmanes, judíos, cristianos y escépticos ávidos de argumentos para vivir en paz.

    El acto consistió en una mesa redonda conformada por el sociólogo Amando de Miguel, el sacerdote católico Rafael Vázquez, el rabino León Benguigui y el imán Allal Ahmed Bachar, representantes de las únicas tres religiones monoteístas y que comparten uno de o varios de sus Libros. Todos ellos presentados y moderados por la periodista y activista cultural Amparo de la Gama que organizó el evento dentro del ciclo “Encuentros con la cultura”.

   El sacerdote Rafael Vázquez brilló por su gran formación teológica y por una predisposición al diálogo moderado. Puso de manifiesto la evolución de la iglesia católica que en estos momentos cuenta con un Papa reformista que intenta extraer los mensajes más importantes de las escrituras que sostienen esta religión: El Amor, la Paz y en estos momentos la tolerancia y la comprensión de los nuevos panoramas sociales, de forma que en estos ahora la iglesia admite que se puede llegar al Paraíso sin necesidad siquiera de creer en el cristianismo, que es suficiente con ser una persona de bien.

    El Imán Allal Ahmed Bachar insistió en que la religión Islámica es una religión de Paz como bien dice su propio nombre, que les debe guiar el bien, que los asesinatos, el terrorismo, no es palabra del Dios de los cielos sino de los hombres que quieren ser Dios en la Tierra, que quieren el poder, el dinero y beneficios mundanos.

    El rabino León Benguigui es un hombre extrovertido, quizás un poco excesivo, que habló de sus vivencias en su Marruecos natal, donde se vivió disfrutando de un ambiente de tolerancia entre las distintas religiones. Hoy, el rabino echa de menos esos valores fundamentales que nervaban a las tres religiones y ve más peligro en el ateísmo desposeído de ellos. Lanzó varias lanzas  a favor de los islámicos de bien que nada tienen que ver con los miembros del Daesh, cuyos adeptos están sembrando el terror el mundo en nombre de Alá. Eso sí, los distintos comentarios del rabino sobre la mujer nos dejaron perplejos, pues se permitió piropear a la moderadora, una periodista consagrada y a alguna señora del público, con el consabido y manido argumento de que las mujeres somos privilegiadas por nuestras cualidades, cosa que en mi opinión estaba fuera de lugar, pues no era el lugar de estar poniendo el acento en las diferencias ni sexuales ni religiosas.

    Amando de Miguel hizo el papel de “poli malo” y desde su cualidad de escéptico recordó a todos los representantes religiosos que alguna vez en la historia habían sido excusa de violencia y de pensamiento único. Y aclaró que el escepticismo es un movimiento que busca la verdad, por eso es tan incómodo, porque hace muchas preguntas y lo pone todo en tela de juicio. También, fue muy interesante la tesis que Amando argumentó sobre la equivocación del mundo que sufre los atentados del Daesh en cuanto que se está tratando como delincuencia a través de los ministerios del interior. El sociólogo piensa que si hay un estado que está en guerra con el mundo, es el ejército el que debe tomar partido puesto que nos han declarado la guerra.

   
 El acto acabó con una rueda de preguntas, algunas muy interesantes como: por qué los islámicos de bien no salen a la calle y gritan desde las mezquitas que no están de acuerdo con el uso de sus creencias para la guerra, que no quedó bien aclarado, o qué sentido tiene el “Ojo por ojo y diente por diente” recogido en las escrituras de Mateo, a lo que se contestó que en ese momento era una evolución hacia el pensamiento justo, ya que hasta ese momento cuando se producía una afrenta, se cargaba no sólo contra el infractor sino contra toda su familia, siendo el pago desproporcionado con la ofensa.


    Para acabar, no puedo dejar pasar la ocasión de hablar sobre los momentos iniciales y finales del evento en los que el rabino y el imán se fundieron en un gran abrazo, lleno de palmadas y besos que el sacerdote cristiano compartió con más moderación. A mí me pareció un escaparate, un gesto político, pero no he de dejar de asumir que este momento puede ser una gran portada ejemplificadora para muchos de sus seguidores.


Texto: Ana E.Venegas
Fotografía: Miguel Rodríguez, Miguelón

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