Nuestras Sesiones de Cine
El pasado lunes 11 tuvimos una nueva y exitosa
sesión de cine en casa de nuestra socia Eloísa Sánchez-Amillategui, a quien
agradecemos su más que generosa, cordial y elegante hospitalidad. También gracias
a las muchas socias y simpatizantes que concurrieron y aportaron para nuestro
fondo de becas. Fuimos 23, todo un record!!!
Esta vez el cine nos llevó a América Latina,
con la película venezolana PELO MALO, escrita y dirigida por
Mariana Rondón, ganadora de la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián en
2013, premiada en otros festivales (Montreal, Turín, Tesalónica, etc.) y muy
bien recibida por la crítica en su momento.
PELO MALO (expresión usada
en Venezuela y todo el Caribe para llamar al pelo muy rizado) es
una historia “pequeña” pero con muchos significados. Dos niños tienen que
sacarse una foto para el inicio del año escolar, cada uno elige cómo quiere ir,
la niña elige ir de “miss” o reina de belleza, como todas las niñas
venezolanas, y el niño, Junior, elige de cantante pop de moda, con pelo liso,
aunque el imperativo social es de comandante para los varoncitos. Esto, la elección
de Junior, desata una lucha interna en
su familia, un poco a partir de los prejuicios y de lo que significa para cada uno
que el niño se quiera alisar el pelo. Según la directora esta es una historia
de familia. Tendríamos que agregar con sus peculiaridades. Sus personajes viven
en un mundo de supervivencia, un mundo difícil. Una madre que tiene que cuidar
de dos hijos y casi no tiene con qué. No solamente no tiene herramientas
económicas, no tiene herramientas morales, psicológicas, y sobre todo
emocionales para cuidar a sus hijos. Trata de preservarlos del mundo que los
rodea y ahí es una película de familia. Pero ella, la madre, como la
manipuladora abuela u otros que les rodean, son personajes heridos que tienen
capacidad de herir y mucho a los que están a su alrededor.
Muchas de las presentes coincidimos en la
incapacidad psicológica y emocional de la madre, mostrada en escenas
provocadoras y dolorosas en las que busca una supuesta corrección de lo que ella percibe
como tendencias homosexuales del niño.
La historia transcurre antes de la muerte de
Hugo Chávez, en un contexto de mucha politización, fragmentación y polarización
en la sociedad venezolana, donde la violencia está presente todo el tiempo. Rondón
no cae en el panfleto obvio, sino que imbrica
el retrato político en el drama íntimo y no trata de darle una interpretación
unidireccional. La película evita el
trazo grueso, se concentra en la violencia de la mirada, del gesto, en esos
detalles aparentemente banales que luego adquieren una especial significación.
La ciudad, Caracas, es un personaje importante,
como lo son también el baile y la música. Los grandes edificios multifamiliares
de la periferia construidos a fines de los años 50 y comienzo de los 60, como
respuesta a la necesidad de viviendas para los más necesitados, se
presentan opresivos y también como otra imagen de la violencia.
El baile se nos muestra como una forma de integración
social y como elemento para la
construcción de la propia identidad. Los movimientos de Junior asustan a la
madre, que pasa de una mirada “amorosa” a una expresión de rechazo, casi de
odio.
Película sobre el respeto al otro, sobre los
prejuicios, la intolerancia, PELO MALO ofrece una mirada
impiadosa, asfixiante por momentos, pero también cargada de humor y sensibilidad.
Es un film de amor, la lucha por un amor, el que el niño busca en su madre y que
implicará también para él, Junior, sacrificios. Nos preguntamos si el sacrificio
le permitirá construir mejor su
identidad.
Una película que no nos dejó indiferentes, con
un final (pesimista, optimista?) para pensar… y mucho, al punto que no solo nos
motivó al análisis al finalizar la proyección,
sino que luego durante nuestra merienda seguimos conversando y dándole vueltas
a lo visto. Quedó poso…
Texto : Cristina Malena
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