viernes, 15 de mayo de 2015

Pelo Malo

Nuestras Sesiones de Cine






El pasado lunes 11 tuvimos una nueva y exitosa sesión de cine en casa de nuestra socia Eloísa Sánchez-Amillategui, a quien agradecemos su más que generosa, cordial y elegante hospitalidad. También gracias a las muchas socias y simpatizantes que concurrieron y aportaron para nuestro fondo de becas. Fuimos 23, todo un record!!!

Esta vez el cine nos llevó a América Latina, con la película venezolana PELO MALO, escrita y dirigida por Mariana Rondón, ganadora de la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián en 2013, premiada en otros festivales (Montreal, Turín, Tesalónica, etc.) y muy bien recibida por la crítica en su momento.

PELO MALO (expresión usada en Venezuela y todo el Caribe para llamar al pelo muy rizado) es una historia “pequeña” pero con muchos significados. Dos niños tienen que sacarse una foto para el inicio del año escolar, cada uno elige cómo quiere ir, la niña elige ir de “miss” o reina de belleza, como todas las niñas venezolanas, y el niño, Junior, elige de cantante pop de moda, con pelo liso, aunque el imperativo social es de comandante para los varoncitos. Esto, la elección de Junior,  desata una lucha interna en su familia, un poco a partir de los prejuicios y de lo que significa para cada uno que el niño se quiera alisar el pelo. Según la directora esta es una historia de familia. Tendríamos que agregar con sus peculiaridades. Sus personajes viven en un mundo de supervivencia, un mundo difícil. Una madre que tiene que cuidar de dos hijos y casi no tiene con qué. No solamente no tiene herramientas económicas, no tiene herramientas morales, psicológicas, y sobre todo emocionales para cuidar a sus hijos. Trata de preservarlos del mundo que los rodea y ahí es una película de familia. Pero ella, la madre, como la manipuladora abuela u otros que les rodean, son personajes heridos que tienen capacidad de herir y mucho a los que están a su alrededor.
Muchas de las presentes coincidimos en la incapacidad psicológica y emocional de la madre, mostrada en escenas provocadoras y dolorosas en las que busca  una supuesta corrección de lo que ella percibe como tendencias homosexuales del niño.
La historia transcurre antes de la muerte de Hugo Chávez, en un contexto de mucha politización, fragmentación y polarización en la sociedad venezolana, donde la violencia está presente todo el tiempo. Rondón  no cae en el panfleto obvio, sino que imbrica el retrato político en el drama íntimo y no trata de darle una interpretación unidireccional.  La película evita el trazo grueso, se concentra en la violencia de la mirada, del gesto, en esos detalles aparentemente banales que luego adquieren una  especial significación.
La ciudad, Caracas, es un personaje importante, como lo son también el baile y la música. Los grandes edificios multifamiliares de la periferia construidos a fines de los años 50 y comienzo de los 60, como respuesta  a la necesidad  de viviendas para los más necesitados, se presentan opresivos y también como otra imagen de la violencia.
El baile se nos muestra como una forma de integración social y  como elemento para la construcción de la propia identidad. Los movimientos de Junior asustan a la madre, que pasa de una mirada “amorosa” a una expresión de rechazo, casi de odio.
Película sobre el respeto al otro, sobre los prejuicios, la intolerancia, PELO MALO ofrece una mirada impiadosa, asfixiante por momentos, pero también cargada de humor y sensibilidad. Es un film de amor, la lucha por un amor, el que el niño busca en su madre y que implicará también para él, Junior,  sacrificios. Nos preguntamos si el sacrificio le  permitirá construir mejor su identidad.
Una película que no nos dejó indiferentes, con un final (pesimista, optimista?) para pensar… y mucho, al punto que no solo nos motivó al análisis  al finalizar la proyección, sino que luego durante nuestra merienda seguimos conversando y dándole vueltas a lo visto.  Quedó poso…






Texto : Cristina Malena

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