Empezamos el año con María Moya, que
se fue a Granada persiguiendo su vocación clara y temprana.
Desde
que era niña en el colegio, las ciencias despertaban la curiosidad y la ilusión
en mí. Siempre he tenido muy claro que era algo que me hacía feliz. No dudé ni
un segundo en seguir en el camino de las ciencias de la salud durante el
instituto, y fue gracias a mi esfuerzo, constancia y sacrificio que al finalizar
bachillerato, entré en la que hoy por hoy considero la carrera de mis sueños.
No
os miento si os digo que no empecé con buen pie la etapa universitaria.
Contextualizando: año 2020, año de pandemia y comienza septiembre con una serie
de cambios muy bruscos en mi vida (ciudad nueva, etapa académica nueva y una
situación a nivel mundial histórica: Covid-19). El curso empezó con muchas
inseguridades e inquietudes para mi, como para muchos otros poniendo en el
punto de mira mi salud mental. Fue mi primer curso universitario, un año lleno
de cambios y evolución, con miedos pero con muchas ganas e ilusión. No he
dudado en la decisión que tomé, porque con cada asignatura, cada nuevo vocablo,
más me enamoro de lo que significa realmente la farmacia. No es una carrera
sencilla, personalmente sacrifico todo lo que considero necesario para dar lo
mejor de mi y aprender y por supuesto aprobar cada examen. Pero os diré que me
merece la pena. Soy tremendamente feliz aprendiendo cada día no solo de la
carrera, sino de la vida, de las personas, y es una sensación inigualable.
Siempre fui muy curiosa, y considero que por eso soy tan apasionada. La vida
hay que vivirla con pasión y ganas, dar siempre lo mejor de ti, aún así, no
siempre salen las cosas pero siempre me digo: “si salen mal, me quedo con el
camino recorrido, y sabiendo que hice todo lo que estaba en mi mano”. Os diré
que cada día me veo más cerca de alcanzar mis sueños, que disfruto estudiando
lo que me gusta y que eso se nota.
Conocer
la asociación AMUM y ser parte de esta familia tan bonita que han construido es
todo un regalo. Me sentí muy privilegiada, feliz y orgullosa de que por un lado
premiaran mis logros y por otro me ayudaran económicamente a seguir formándome
y manteniendo viva mi curiosidad.
Actualmente estoy en el ecuador del grado, el tiempo pasa muy rápido y estoy a punto de solicitar la maravillosa beca ERASMUS. Estoy en un punto de mucha ilusión adentrándome este curso más en la farmacia y acercándome a una nueva aventura.
Por
último, agradecer siempre la labor que hace cada una de las personas que
componen esta asociación junto con los que participan en la labor que hacen. Y
animar a los que se encuentren algo perdidos a que busquen su pasión, que nunca
es tarde, y a los que ya la conocen animaros que todo esfuerzo valdrá la pena.
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