domingo, 30 de junio de 2013

Julio Romero de Torres en el Carmen Thyssen de Malaga

Entre el mito y la tradición.

Así se  denomina  la espléndida exposición que el Thyssen de Málaga nos ofrece hasta el 8 de septiembre.






Julio Romero de Torres 1874-1930 fué uno de los mas importantes historiógrafos de la época que le tocó vivir.Está considerado el maestro del simbolismo andaluz.
En la exposición se ve la evolución artística del pintor.Así nos paseamos por su primera etapa luminista vinculada al impresionismo.Después, su época simbolista que tanta fama le dió.Donde supo plasmar como nadie la dualidad.Donde representa la simbiosis entre dos extremos morales.

Romero de Torres está vinculado a la mujer.Sabe interpretar su sentir y a través de ella apreciamos su evolución estilística.Toca distintos ambientes socioculturales,mujeres burguesas y mujeres populares,mujeres pías y mujeres a quienes la vida castiga.Todas cargadas de melancolía , transmitiendo inquietud.Luces en los ropajes,misterio en las miradas,tristeza en el alma y el amor y la muerte siempre presentes.Sus escenarios y paisajes de fondo convierten  la realidad en alegoría.No podemos olvidar sus desnudos femeninos cargados de erotismo desbordante.Mujeres que miran directamente al espectador a veces creando tensión, otras perturbando,pero siempre seduciendo.
Estamos ante una gran exposición.








sábado, 29 de junio de 2013

Impresionistas impresionantes

Alfred Sisley, Berthe Morisot, Mary Cassatt, Fréderic Bazille, Gustave Caillebotte y Armand Guillaumin. Estos pintores han sido algunos de los que hemos disfrutado durante el curso sobre Impresionismo, impartido magníficamente por el Doctor Plaza Chillón, en La Escuela de Alta hostelería de Les Roches. Este evento, entre otros, es una actividad dirigida a cumplir uno de nuestros objetivos fundacionales, dinamizar la cultura de nuestro entorno, hablamos de Marbella y su zona de influencia, siendo un absoluto placer para los sentidos y un aliciente para nuestras células grises.


Alfred Sisley (París30 de octubre de 1839 - Moret-sur-Loing 29 de enero de1899) fue un pintor impresionista francobritánico.
File:Alfred Sisley 033.jpg
De padres ingleses, fue enviado a Inglaterra para aprender el idioma y realizar estudios de comercio, contrarios a sus deseos artísticos. Era muy aficionado de la pintura e ingresa en el estudio de Charles Gleyre donde conoce a Pierre-Auguste Renoir y Frédéric Bazille. La guerra franco-prusiana de 1870 arruinó a su familia y obligó a Sisley a marchar a Londres. Decide entonces ser pintor. En1874 expuso en la primera exposición de los impresionistas y lo continuaría haciendo en 18761877 y 1882.
 Alfred Sisley - The Bridge fue eminentemente un pintor paisajista, que se distinguió de sus colegasimpresionistas por la decisiva intervención en sus cuadros de los elementos más imponderables: el agua, la nieve, el cielo, la niebla, de tal forma que ha sido considerado, junto a Monet, como uno de los impresionistas más puros. Entre1872 y 1880 realizó lo mejor de su producción: paisajes de gran espontaneidad de los alrededores de París, de Marly, Louveciennes, Bougival, Sèvres, Saint-Cloud o Meudon.
Sisley nunca alcanzó el renombre de la mayor parte de sus compañeros impresionistas y vivió en la miseria a partir del momento en que dejó de recibir la ayuda económica de su acomodada familia. Esta situación se produjo a causa del hundimiento del negocio familiar en 1871. Falleció como había vivido, en la pobreza, antes de poder contemplar como sus cuadros, que en angustiosos momentos de penuria había vendido a precios irrisorios, al poco de su muerte comenzaban a ser apreciados por la crítica y el público y alcanzaban elevadas cotizaciones en el mercado artístico.

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Berthe Morisot

Nacida en en el seno de una familia burguesa, fue precisamente su familia quien animó a Berthe y a su hermana Edma a iniciarse en el arte. Morisot demostró la posibilidades de las mujeres en las artes a fines del siglo XIX.
A la edad de 20 años, Berthe Morisot conoció a Camille Corot, importante paisajista de la Escuela de Barbizon. Éste la admitió como su discípula y la introdujo en los círculos artísticos.
Morisot decidió ser una artista a pesar de su condición de gran dama, de mujer burguesa, urbana e interesada por la moda y la activa vida cultural de la época, no dedicándose de forma aficionada como otras damas de su época sino adoptando una postura muy radical que la vincularía al grupo de artistas impresionistas, la vanguardia del momento.
File:Berthe Morisot 002.jpgPronto adquirió la técnica impresionista de pintar al aire libre, donde creaba pequeños cuadros y esbozos para grandes obras que terminaba en el estudio. Su primera participación en el Salón de París fue en 1864 con dos paisajes y continuó exhibiendo continuamente en el Salón hasta 1874, año de la primera exposición impresionista, en la que participo con La cuna.
En 1868, conoció a Édouard Manet y en 1874 se casó con Eugène Manet, su hermano menor. Ella fue la que convenció al maestro de pintar al aire libre y lo atrajo al grupo de pintores que sería posteriormente los impresionistas. Manet sin embargo, nunca se consideró como impresionista, ni estuvo de acuerdo con exhibir junto al grupo.
Morisot, junto a Camille Pissarro, fueron los dos únicos pintores que tuvieron cuadros en todas las exposiciones impresionistas originales. Asimismo, Berthe fue la modelo de Manet tanto en diversos e importantes retratos como en su obra de gran formato El Balcón, donde el pintor francés da cuenta de su admiración por la obra de Goya, tratanto el mismo tema de su "Majas en el balcón", obra menos conocida en España pues se encuentra en una colección privada suiza.
Al igual que Mary CassattEva Gonzalès o Marie Bracquemond, Berthe Morisot fue relegada a la categoría de "artistas femeninas" por su temática de la vida cotidiana (mujeres, niños y escenas domésticas). Sin embargo, como mandaba la doctrina impresionista, Morisot pintaba la inmediatez, lo que veía en su vida normal. Como una mujer de la alta burguesía, estaba habituada a escenas domésticas, deportes campestres y un amplio círculo de mujeres y niños, ya que el mundo masculino les estaba vetado.
File:Berthe Morisot 008.jpgSin excepción, sus cuadros muestran unos temas equivalentes al de sus colegas masculinos. Edgar Degas, también de clase burguesa, pintaba ensayos de ballet, carreras de caballos, desnudos femeninos y a la propia Berthe durante su etapa de formación, pasada como "copista" de los grandes maestros en el Louvre. Claude Monet pintaba los nenúfares de su jardín, a sus hijos, etc. Las mujeres impresionistas pintaban su entorno social bajo el enfoque impresionista. A pesar de esto, la figura de Berthe Morisot, junto a las de otras maestras de la pintura, quedó ensombrecida por el conjunto del movimiento y en especial de los pintores masculinos. La técnica que desarrolla Morisot se basa en un tratamiento de pinceladas suaves desde un principio hasta que evolucione a un impresionismo más expresado en la pincelada, en concreto a partir de 1873, cuando el tratamiento más libre de la pinceladas rápidas y planas y la atmósfera más tratada con el color permitan reflejar una estética más de índole impresionista. Mallarmé la definia como "polvo volátil": una pintura etérea, con figuras muy introspectivas y melancólicas pero que al mismo tiempo transmiten una alegría de vivir que produce satisfacción a quien las contempla, una pintura de gran delicadeza.
File:Berthe Morisot 006.jpgA partir de 1880, la influencia de Renoir se refleja en su obra. La frescura luminosa de su paleta, la factura libre y vigorosa, así como, la atmósfera poética de sus lienzos, son reconocidas y admiradas. En 1892 la galería Boussod-Valadon le dedica una exposición que tuvo un gran éxito.
La vida de Berthe Morisot se vio ensombrecida por la muerte de Édouard Manet en 1883, la de su esposo, Eugène Manet, en1892, y la de su hermana. Educó sola a su hija, Julie Manet, con quien mantuvo siempre lazos muy fuertes. Al morir a los cincuenta y cuatro años, confió su hija a sus amigos, Edgar Degas y Stéphane Mallarmé.
Berthe Morisot murió en 2 de marzo de 1895 en París y está enterrada en el cementerio de Passy en París.
En la actualidad, sus pinturas pueden alcanzar cifras de más de 4 millones de dólares.



Mary Cassatt

File:Mary Cassatt 002.jpg
 Cassatt era hija de un banquero norteamericano que nunca se mostró favorable a su deseo de llevar una carrera artítica. Toda la familia Cassatt se trasladó a París en 1851, viviendo algunos años en Alemania. 

En 1861 Mary estudia en la Pennsylvannia Academy of Fine Arts de Filadelfia durante cuatro años, donde obtendrá un acento académico que llevará consigo a París cuando en 1868 esté en el taller de Chaplin, aunque tampoco influyera este pintor académico excesivamente en su estilo. 


En estos años encontramos en ella cierta atracción hacia la pintura de Courbet. Inicia un viaje por Italia en 1871, descubriendo una profunda admiración por Velázquez y Rembrabdt lo que le motivará a viajar a España y a Holanda. 


Instalada definitivamente en París en 1877, se inicia su relación con Degas - algunos la llegan a considerar como su alumna - quien le recomienda integrarse en el grupo impresionista. A partir de ese momento su estilo se acerca más a Renoir y a Degas, participando en cuatro de las ocho exposiciones impresionistas con sus cuadros de niños y mujeres, temas que serán sus favoritos. 

En 1891 empezó su andadura en solitario en la galería Durand-Ruel, quien se convirtió en su marchante. Debido a su desahogada situación económica, Mary compró un buen número de obras a sus compañeros e incluso animó a algunos millonarios norteamericanos a que invirtieran en pintura impresionista. 


Sus continuos viajes la llevan a numerosos lugares europeos e incluso a Oriente Medio. A partir de 1912 se pone de manifiesto en Mary una ceguera parcial que provocará la pérdida progresiva de visión, abandonando la pintura desde ese momento en el que empieza a recibir honores como la Legión de Honor francesa o la medalla de oro de la Pennsylvania Academy of Art. Gracias a su trabajo, el Impresionismo se introdujo con fuerza en los Estados Unidos. 

También destaca su faceta como grabadora en la que muestra una marcada influencia de la estampa japonesa.

 Bazille

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 (6 de diciembre de 1841 - 28 de noviembre de 1870) fue un pintor francés impresionista conocido por sus pinturas de retratos. Nacido en Montpellier,HéraultFrancia, en el seno de una familia protestante de clase media, se interesó por la pintura tras ver algunas de las obras de Eugène Delacroix. Su familia consintió en permitirle estudiar bellas artes con la condición de que estudiara también medicina.
File:Frédéric Bazille 001.jpgFréderic empezó a estudiar medicina en 1859 y se trasladó a París en 1862 para continuar los estudios. Allí conoció a Pierre-Auguste Renoir, quedó cautivado por el impresionismo y empezó a asistir a clases en el estudio de Charles Gleyre. Al suspender sus exámenes médicos en 1864, comenzó a pintar a tiempo completo. Entre sus amigos más cercanos estaban Claude MonetAlfred Sisley y Édouard Manet.
Su posición en una familia acomodada le ayudó a apoyar a algunos de estos artistas ofreciéndoles espacio en su estudio y materiales para pintar.
Bazille tenía solamente veintitrés años cuando pintó varias de sus más famosas obras, entre ellas El vestido rosa. Su obra más conocida es Reunión familiar (1867 - 1868).
Fréderic Bazille se unió a un regimiento Zuavo en agosto de 1870, un mes después del estallido de la Guerra Franco-prusiana y murió en combate el mismo año en Beaune-la-Rolande cuando sólo contaba veintinueve años.

Gustave Caillebotte nació el 19 de agosto de 1848 en el seno de una familia parisina de clase alta. Su padre, Martial Caillebotte (1799-1874), fue el heredero de un negocio familiar de textiles militares y también fue juez del Tribunal de Comercio (Tribunal de Commerce) en el departamento de Sena
File:Gustave Caillebotte - Jour de pluie à Paris.jpgSu progenitor había enviudado en dos ocasiones antes que contrajese matrimonio con su madre llamada Céleste Daufresne (1819-1878), con quien tuvo dos hijos más aparte de Gustave, que fueron René (1871-1876) y Martial (1853-1910).
Caillebotte nació en la residencia familiar ubicada en la vía Rue du Fauborg-Saint-Denis, en París, y vivió ahí hasta que su familia se mudó a otra casa en la vía Rue de Mirosmenil. A partir de 1860, su familia empezó a frecuentar durante los veranos la ciudad de Yerres, ubicada a doce millas al sur de París, debido a que su padre había adquirido una amplia propiedad en dicho lugar. Posiblemente en esta época Caillebotte empezó a pintar y a dibujar.


Después de la guerra, Caillebotte ingresó al taller del pintor académico León Bonnat, donde inició seriamente el estudio de la pintura. Con el transcurso del tiempo logró desarrollar su propio estilo y estableció su primer taller en la residencia de sus padres. En1873, aprobó el examen de admisiones de la École des Beaux-Arts, sin embargo no permaneció por mucho tiempo en la academia. Al año siguiente, heredó la fortuna de su padre, y después de que falleciese su madre en 1878, los tres hermanos se dividieron la herencia familiar que incluía la propiedad en Yerres (EssonneFrancia), siendo una fortuna bastante importante para permitirle consagrarse a su pasión por la pintura. Aproximadamente en 1874, conoció y entabló amistad con varios artistas que estaban alejados de la academia de arte francesa, incluyendo a Edgar Degas y Giuseppe De Nittis, y acudió a la primera exposición impresionista llevada a cabo ese año, a pesar de que no participó.Los "Impresionistas" —–también denominados los "Independientes", "Intransigentes" e "Intencionalistas"—- habían roto sus lazos con la pintura académica que era exhibida en los Salones anuales. Caillebotte realizó su debut artístico en la segunda exposición impresionista en 1876, y presentó ocho pinturas, incluyendo su destacada pintura Los acuchilladores de parqué (Les Raboteurs de parquet, 1875).6 El tema central de la pintura era la representación de unos obreros preparando el piso de madera, siendo considerado «vulgar» por la crítica, y probablemente esta fue la razón por la cual la obra fue rechazada por los jueces del Salón de 1875. En aquella época, la academia de arte consideraba aceptable la representación de campesinos rústicos o granjeros como la temática admisible sobre tópicos referentes a la clase obrera.

Man drying his leg - Gustave Caillebotte
El estilo pictórico de Caillebotte pertenece a la escuela del realismo pictórico; sin embargo, fue profundamente influenciado por sus colegas impresionistas. Al igual que sus precursores, Jean-François Millet y Gustave Courbet, y también su contemporáneo Degas, Caillebotte se enfocaba en pintar la realidad, tal cual como existía y la visualizaba, con la esperanza de reducir la teatralidad inherente de la pintura. Tal vez por su relación cercana con muchos de los pintores de su época, su estilo y técnica varían considerablemente en su obra pictórica, como si estuviese tomando prestado y experimentando, pero realmente sin apegarse a ningún estilo en particular. En ocasiones, parece que tuviese cierta inclinación por el estilo de Degas, plasmando en sus obras un realismo con una amplia riqueza de colores (especialmente en sus cuadros con escenas interiores) y otras veces, comparte el compromiso impresionista de "realidad óptica" y emplea una paleta caracterizada por tonalidades pasteles y una pincelada suelta similar a la de Renoir y Pissarro.

Caillebotte pintó muchas escenas domesticas y familiares, también retratos e interiores. En gran parte de sus pinturas están retratados los miembros de su familia, como en: Joven en su ventana (Jeune Homme à sa fenêtre) (1875) en la que está representado René en la casa de la rue Miromesnil; Los naranjos (Les orangers) (1878) aparece su hermano Martial y su primo Zoë en el jardín de la propiedad de Yerres; y Retratos en el campo (Portraits à la campagne) (1875) en el que esta retratada su madre junto a su tía, una prima, y una amiga de la familia. También plasmó escenas de personas cenando, jugando naipes, tocando piano, leyendo, cosiendo, todos estos elaborados de una forma íntima y discreta que permiten vislumbrar los rituales silenciosos de la clase alta.
Sus pinturas de campo en Yerres se enfocaban en los divertidos paseos en barco, en la quietud de los riachuelos, en la pesca, la natación, y en escenas domesticas en torno a la residencia familiar. Frecuentemente, utilizaba una suave técnica impresionista semejante a la de Renoir para expresar la naturaleza tranquila del campo, en contraste con las pinceladas más sobrias y lisas de sus pinturas urbanas. En su cuadro titulado Remero con sombrero (1877), maneja efectivamente la perspectiva y de una forma más realista que la pintura de Manet, Paseo en bote (1874).
Caillebotte es más reconocido por sus pinturas del París urbano, las cuales incluyen: El puente de Europa (Le pont de l'Europe) (1876), Calle de París, día lluvioso (Rue de Paris; temps de pluie, también conocida como La plaza de Europa, en tiempo lluvioso o en francés La Place de l'Europe, temps de pluie) (1877). Esta última pintura es única entre sus obras debido al uso de colores planos y un efecto foto realístico que dotan al cuadro de una característica distintiva y un aspecto moderno, casi similar a la obra del pintor estadounidense de estilo realista Edward Hopper. Muchas de sus pinturas urbanas fueron en cierto modo controvertidas a causa de sus exageradas y profundas perspectivas. En Hombre en el balcón, boulevard Haussmann(1880), invita al espectador a compartir el balcón y a observar el escenario de la ciudad que aparece en la distancia, nuevamente utilizando una perspectiva inusual. Demostrando poca fidelidad a un estilo pictórico en particular, muchas de sus pinturas urbanas ejecutadas en el mismo periodo como La plaza de san Agustín (1877), son considerablemente impresionistas.
También utiliza su fortuna para hacer de mecenas de sus amigos pintores, entre los cuales están RenoirDegas o Monet. Financia también la organización de exposiciones impresionistas. Los años siguientes, expondrá en el curso de las diferentesexposiciones impresionistas.
Compra también cuadros a Paul Cézanne, a Edgar Degas, a Édouard Manet y a Camille Pissarro. Pero quedará siempre un poco aparte, privilegiando la fibra naturalista frente a la emoción.



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Jean-Baptiste-Armand Guillauminnació en París el 16 de febrero de 1841. A muy corta edad, su familia se trasladó a Moulins, donde Armand cursó sus primeros estudios. Por deseo paterno, fue enviado a París bajo la tutoría de unos tíos para estudiar comercio. En esos años tomó clases de dibujo, con el consentimiento familiar.
 Trabajó en la Compañía de Orleans, a la vez que empezó a pintar y a frecuentar la Académie Suisse, donde entabló amistad con Cézanne y Pissarro. En 1868, continuó compaginando su trabajo como funcionario en el Ministerio de Obras Públicas con la pintura. En 1874 participó en la primera exposición impresionista con tres paisajes, uno de ellos titulado Puesta de sol en Ivry. Presentó obras vinculadas a la estética impresionista en las muestras que tuvieron lugar entre 1877 y 1886. En 1887 descubrió La Creuse, donde terminó estableciéndose
File:Guillaumin LaPlaceValhubert.jpgEn. 1891, un premio de 100000. francos en la lotería le permitió dedicarse por completo a la pintura. A partir de ese momento las estancias en enclaves como Saint-Palais-sur-Mer, Agay, Bretaña o Auvergne serán frecuentes. En 1904 visitó Holanda, viaje que dará tema a una serie de cuadros.
Armand Guillaumin ha sido considerado una figura secundaria dentro del Impresionismo. Sin embargo, sus lienzos están constituidos por colores fuertes y vivos, recogiendo escenas donde las chimeneas de las fábricas, los muelles o las vías del ferrocarril constituyen el eje de sus composiciones. Durante sus años en La Creuse, su pintura perdió parte de su fuerza, los colores se transformaron con un predominio de los tonos verdes y violetas. Murió el 26 de junio de 1927, en París.
                 Fuentes: Wikipedia, Museo Tyssen, Wikimedia
Ana E.Venegas

jueves, 27 de junio de 2013

“El Tango de la Guardia Vieja”



 es una genialidad de nuestro académico Arturo Pérez Reverte, una novela donde las pasiones y las acciones más arrabaleras se mezclan con la historia del siglo pasado, desde la década de los veinte hasta la de los sesenta, mientras nos presenta un catálogo de productos del hedonismo de las épocas.


    El hilo de la historia es el personaje de Max, un avispado argentino, nacido en Barracas de padre pusilánime que aprende en la universidad de la calle cómo sacarle partido a su físico en los ambientes más refinados, de los tres tiempos en las que se desarrollan los hechos.

  Max es bailarín en cruceros de alto copete, en hoteles y salones, distrayendo y revolviendo hormonas a las señoras de la alta sociedad. Aprovecha la información que consigue para su segunda vocación, ladrón de guante blanco, aunque más de una vez pisa la cárcel. Su relación con Mecha es de inferioridad, de hecho en la última etapa de la obra finge ser quien no es, atribuyéndose un éxito económico del que carece. Finalmente, es un héroe propio de Reverte, un canalla cansado.

   Esta novela es una verdadera obra de ingeniería y si no, póngase usted a inventar una trama que recorra tres tiempos diferentes, en los que intervengan los mismos personajes principales, Max y Mecha,  ninguno de los secundarios y en los que los argumentos sean propio de novela negra, identificados por las ropas, los accesorios, los perfumes, los cócteles y la música hábilmente descritos por el autor que ha hecho un trabajo ímprobo de documentación. Nos encontramos ante un trío de escenarios, en cada acto los protagonistas empiezan y acaban una historia de amor, la primera más pasional, la última casi platónica, un amor por capítulos, un amor sin otra consecuencia que el recuerdo.


   Mecha es una mujer rica, casada con un músico de renombre cuando Max la encuentra por primera vez. En esos años veinte, en Europa el matrimonio, es amigo de Ravel, Stravinski y Diaghilev,  acostumbrado a la buena mesa, el buen vino, las bebidas espiritosas, drogas y juegos sexuales extremos, duros y provocativos incluyendo y jugando con otros fuera de la pareja. Ella sabe que tiene un ascendente sobre el protagonista, puede que se enamore de él, pero la verdad es que lo usa sexual y emocionalmente. En mi opinión no tiene la intención en ningún momento de compartir su vida con él, hubiera sido impropio de Pérez Reverte, por irreal, las mujeres como Mecha no se casan con hombres como Max, o al menos en esos tiempos no se concebía.


    Creía que Arturo tendría difícil sorprenderme después de su anterior producción , "El Asedio", donde relata la historia de un asesino en serie en plena invasión napoleónica, mientras se gestaban la Constitución de 1812, retratando un Cádiz social, económico y físico tan real que aún hoy se puede reconocer en sus caños, islas, marismas, callejuelas y plazas.  Sin embargo, éste es un magnífico trabajo de documentación que sorprende por la diferencia de temática, resultando que el autor, si se pone a ello, es capaz de escribir de cualquier cosa, todo es cuestión de trabajo y de talento..


 Produce admiración el dominio que el escritor ha adquirido de los bailes de la época, los títulos de las canciones, los instrumentos, también el que ha realizado sobre las bebidas más de moda tanto entre las personas de los ambientes más bajos como los de la alta sociedad, sórdidos todos, sobre la ropa y los accesorios elegantes del momento, en cada uno de los tiempos de la novela, más tarde sobre el mundo del ajedrez, estrategias, campeones y la relevancia que tuvo durante la Guerra Fría. Cabe destacar el enorme trabajo de investigación sobre los lugares, tanto el barco, como Barracas en Argentina durante 1928, Niza en 1937 y finalmente Sorrento en 1965 están fundamentadas de forma que es difícil encontrar una incoherencia, quizás lo único que no me cuadra es la descripción Jorge Keller, el hijo de Mecha con americana de sport y zapatillas de deporte, más propio de los ochenta que de los sesenta (pag 111).



    Los temas que subyacen durante esta historia de amor, pasiones, aventuras, delitos, traiciones y juegos inteligentes son los de las diferencias de clase, la movilidad entre ellas, la sordidez en los arrabales y los salones, la música y el baile, los juegos de poderes, las relaciones de peligro, consecuencia social de las Guerras en Europa y en España, la belleza, los placeres, el dinero, la vida canalla, la amistad, la inteligencia y la capacidad de adaptación.



    La prosa está llena de descripciones absolutamente ilustrativas de los movimientos de las ropas, de los cuerpos en evolución del tango, los lugares, los personajes, es una delicia leer este libro, saboreas las imágenes, yo he estado en la Ferroviaria en Barracas o en Niza en pleno robo de documentos, lo he sentido al leerlo.



    No se puede atender a cada genialidad porque merecería otro libro de 500 páginas, pero no me resisto a incluir algunas frases que he tenido que releer varias veces y las he dejado atrás sintiendo que dejaba un pensamiento importante y una belleza encerrada entre dos portadas de un libro:  


Max supo que aquella música estaba de su parte
Él era un cazador virtuoso y paciente
En realidad se sonreía a sí mismo, a su memoria de arrabal
Habló de tangos para sufrir y tangos para matar
En el baile, cada uno pone lo que tiene, delicadeza o bellaquería

El Miedo

es un fósil emocional, un mecanismo de defensa ancestral que nos prevenía de los peligros reales que la agreste naturaleza nos deparaba como especie. Cuando se siente miedo te pones alerta, te tensas, la química del cuerpo, en especial, la adrenalina, te prepara para reaccionar. Ante el enemigo se presentan actitudes diversas, todas ellas probadamente eficaces. La primera es correr, escapar, subirte a un árbol, saltar la valla, hacerte el récord de los 1000 metros. La segunda es enfrentar, crecerte, que tu voz y tu cuerpo denoten la persona fuerte que eres y lo poco inteligente que sería que alguien te atacara. Y finalmente, la tercera sería bloquearse, quedar en shock, hacerse el muerto, el escondido, el rendido, de forma que no merezca la pena tenerte por contrincante.

  Este tipo de reacciones, puramente físicas y animales, las sufrimos ante un riesgo,  nos alertan de un daño en nuestro cuerpo, una posible quemadura, el ataque de un perro, a las olas en plenas mareas de “Santiago y Santa Ana”, a caerte del edificio mientras limpias los cristales, en estos casos el miedo nos serviría para prevenir y enfrentar, para ser más cauto. Pero estas amenazas reales como a las que estaban expuestos nuestros antepasados, ya no son tan habituales, nuestro cuerpo sufre el miedo y nos pone en alerta ante una llamada del jefe de igual manera que si nos fuese a atacar un león.

    La cuestión es que ante un auditorio expectante, una chica que nos gusta, una factura desorbitada, o la remota posibilidad de caer enfermos, tensamos nuestros músculos, nos sube la presión arterial, la adrenalina recorre alertando cada órgano de nuestro cuerpo, dilatamos las pupilas, afinamos los labios, detenemos nuestro sistema inmunológico, cortamos nuestra respiración… Y con este estado físico se hace difícil resolver una situación en la que seríamos más efectivos relajados, calmados, con respiración pausada, sientiéndonos seguros de nosotros mismos y de nuestras posibilidades. En esos momentos la energía, la atención de nuestro cuerpo, no está en la flexibilidad de nuestra mente, sino en un instinto animal de enfrentamiento, huida o evasión. Nos ponemos, pues, ante una situación actual, libre de amenazas físicas, armados hasta las cejas, sin motivo, dispuestos para gastar físicamente todas las energías y la química generada, sin ningún hecho que nos obligue a correr, saltar o golpear.  

    Los problemas actuales no se resuelven en un momento, son situaciones que se solucionan lentamente o persisten en el tiempo, no es cuestión de subirse con la máxima velocidad a un árbol ante el conflicto del desempleo, es más la reacción animal empeora el estado de las cosas: nos enfermamos de ansiedad, úlceras de estómago, enfermedades coronarias, de tensión arterial y en el colmo de la complicación, del miedo al miedo. Los terrores actuales pasan por "no ser adecuado para...", no teneréxito económico, a la enfermedad, a la soledad. El ser humano está tan evolucionado y a la vez es tan enrevesado que todos estos miedos los podemos sentir incluso sin que haya una causa, por "anticipación".


    Tengo una buena noticia, el hombre, es dueño de su mente, es capaz de amaestrarla, domarla, controlarla o darle rienda suelta y que ésta le lleve por caminos no deseados de inseguridad e infelicidad. El ser humano puede ser consciente de que está teniendo una reacción no adecuada al momento, para ello hay que observarse, estar alerta, hacer una parada de pensamiento. En ese punto debe tomar las riendas conscientemente y obligar al cuerpo a calmarse, dirigir la respiración, hacerla más profunda, relajada, sonreír, aflojar los músculos y concentrarse en la tarea en la que posiblemente será más efectivo poner a funcionar las neuronas que el tejido muscular.

Ana E.Venegas