miércoles, 3 de julio de 2019

Cine forum AMUM de junio- El Insulto de Ziad Doueiri







EL INSULTO:
El pasado miércoles 26 de junio, gracias a la generosidad de nuestra compañera Eloísa Sánchez-Amillategui, quien ha sido nuestra anfitriona, hemos podido finalmente disfrutar de esta película extraordinaria que ha sido propuesta para Oscar a la mejor película extranjera en 2018.

Ganadora de numerosos premios internacionales, esta parábola político social y judicial intensa, que, si bien nos habla de prejuicios y traumas del pasado, de agresiones e intolerancias, rescata la necesidad de reconciliación y la esperanza de cerrar heridas. 


EL INSULTO (2017), dirigida por Ziad Doueiri y con dos actores estupendos en los papeles protagónicos, Adel Karam y Kamel El Basha.

Del director:
Nacido en Beirut en 1963, Ziad Doueiri creció durante la guerra civil y a los veinte años se trasladó a Estados Unidos para estudiar cinematografía en la San Diego State University. En 1998 escribe y dirige su primera película, “West Beirut”, que recibió varios premios internacionales. Siguieron “Lila dice” y “El atentado”.  Fue ayudante de Tarantino. También ha dirigido las series “Sleeper Cell” y “Baron Noir”.
Lo que describe en la película lo vivió personalmente en Beirut estando con Joëlle su mujer y guionista de “El Insulto”. Joëlle es cristiana y Zouad es suni. Cuenta además con el asesoramiento de su madre en temas jurídicos, lo que le permite desarrollar muy adecuadamente las escenas de conclusión de una película que versa sobre las palabras, tanto dichas como actuadas.
   “Siempre empiezo mis películas con tensión, con un incidente, por ejemplo. A partir de ahí intento ver la cadena de hechos que provoca. Siempre empiezo con los personajes: quiénes son al principio de la película y en quién se han convertido al final de la misma. Yo incluso veo la película desde otra perspectiva: desde el punto de vista de las mujeres. Ellas tienen una visión muy diferente. Las mujeres aceptan muchos más matices. Tienen inteligencia y nos permiten alcanzar un equilibrio.”
La película desarrolla el tema a partir de un hecho banal: la pérdida de una cañería, y se convierte en un sinfín de temas donde la palabra es sustancial. Todo se expone de un modo sencillo, pero partiendo del ámbito social adquiriendo una enorme trascendencia en múltiples aspectos
Lo que comienza por un intercambio de insultos entre un hombre de la minoría cristiana y otro de la palestina adquiere dimensiones gigantescas por el regadío de prejuicios, intolerancias y odios cimentados en un pasado de guerra civil y de discordias no resueltas.




Algunos críticos la valoran como película judicial, lo que no quedó claro en nuestra tertulia ya que aborda temas relacionados con lo:
  • Político
  • Histórico
  • El septiembre negro jordano (guerra desde 1976 a 1990)
  • La polémica palestino –israelí
  • Las polémicas judiciales

Durante el coloquio, luego de ver   El Insulto, se abordaron múltiples temas subyacentes bajo los antes mencionados:

·       Cómo se re-acciona de acuerdo a la historia personal
  • el tema de la humillación
  • ¿Qué pasa con los políticos?
  • Las ONG y su rol
  • Que es el delito de odio
  • ¿Se juzgan ideas y sueños?
  • La libertad de expresión según dos culturas distintas pero que se relacionan
  • La opresión y los refugiados
  • Frase muy polémica: entre la sinceridad y la estabilidad me quedo con la estabilidad
  • ¿Quién tiene el monopolio del sufrimiento? Quienes son víctimas y victimarios
  • Valor de la agresión física Vs agresión verbal
  • La disculpa como motivo de decencia y no de debilidad
  • La violencia como hecho personal o histórico

Todo ello generó una interesante discusión y

El insulto es en definitiva una película que como dice Javier Ortiz, crítico de cine de EL PAIS:

“Doueiri, con películas importantes alrededor del conflicto de Oriente Medio expone su relato de un modo en el que todos los personajes, en su ideología, en su formación, en su religión, acaban encontrando razones convincentes para su comportamiento. Y, más allá de su evidente humanismo y de su voluntad regeneradora, deja que sea el espectador el que, en su vaivén emocional, acabe siendo juez.”

A continuación unas fotos de la sala repleta y participativa.









Texto: Graciela Waen
Fotos: Eloisa Sánchez Amillategui



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