(con vídeos bajo estas líneas)
El martes 28 de noviembre tuvimos una excelente sesión de cine fórum,
especialmente dedicada a Finlandia, país que celebra el centenario de su
independencia este 6 de diciembre. Luego de las palabras de Garbiñe, comenzamos
con música de Jean Sibelius (su tan reconocible y bella Finlandia) para
continuar con la presentación que hizo sobre su país nuestra socia finlandesa
Kiti Paajanen. Kiti nos habló de esta república democrática, país de excelente
diseño, arquitectura, música, de su muy
prestigioso modelo educativo y de su muy reconocida paridad de sexos e igualdad
económica. También de las mujeres de su país: una buena parte de ellas tienen
educación universitaria, y fueron las
primeras en Europa en obtener el derecho a voto en 1906. Los finlandeses
disfrutan de la naturaleza, del silencio y de la sauna, en un entorno seguro y
con servicios sociales que funcionan muy bien. Kiti también nos mencionó el
sisu, intraducible, combinación de coraje y perseverancia, y que bien
caracteriza a los habitantes de su país. Finlandia fue parte de Suecia durante
más de 800 años. Siglos de prosperidad que dieron al país el ordenamiento
administrativo, jurídico y social escandinavo que aún subsiste. A principios
del siglo XIX Suecia perdió el territorio finlandés y Finlandia pasó s ser
parte de Rusia como gran ducado. Bajo el imperio ruso Finlandia gozó de amplia
autonomía, con sus propias leyes, su parlamento y su sistema educativo, hasta
que bajo el zar Nicolás II comenzó una fuerte rusificación del país con medidas
de dura opresión. La identidad finlandesa se intensificó entre la población y
se tradujo en su música, en su literatura y hasta en su arquitectura. Como
expresó Kiti Paajanen todos sabemos algo sobre la revolución bolchevique, pero
pocos conocen que gracias a la revolución rusa y el caos dominante Finlandia
pudo independizarse: el país aprovechó la debilidad de Rusia y el 6 de diciembre
de 1917 proclamó su independencia. Rápidamente fue reconocida como nación
independiente por otros países. Durante la Segunda Guerra Mundial la
independencia del país se vio seriamente amenazada por las tropas rusas, pero Finlandia logró
preservar su libertad y su democracia, nunca fue ocupada por fuerzas
extranjeras. Finlandia es ahora un país miembro de la Unión Europea desde 1995.
Al igual que Suecia no forma parte de la OTAN. Siempre es una preocupación la
Rusia de Vladimir Putin, pero Finlandia es parte de Europa, es una nación con
mentalidad europea y los otros europeos, en palabras de Kiti “son nuestros
mejores amigos”. Luego de la excelente presentación de Kiti nos introdujimos en
el cine finlandés a través de una bella película de Aki Kaurismäki: El Havre.
El Havre, película finlandesa de 2011, ganadora de diversos premios, es
casi un cuento de hadas, una fábula, la historia de los esfuerzos de un
limpiabotas bohemio para ayudar a un joven inmigrante ilegal, africano, que
huye de la policía. Contada en un registro que bordea con la fantasía, destaca
el heroísmo y la apertura de mente de la gente del lugar que están muy lejos de
cierta ambivalencia europea sobre la inmigración. Pero El Havre no plantea un
discurso político abierto panfletario o duro como el de otras películas sobre
el tema.
En ella lo que destaca es el coraje, el optimismo, la esperanza. Y
circula por todos o casi todos los
carriles de la cinematografía de Kaurismäki: un estilo muy reconocible en el
cual predominan los silencios, los rostros impasibles, un cierto aire de
melancolía y tristeza mezclados con una sutil ironía y un humor por momentos
surrealista o dadaísta. Kaurismäki utiliza mucho los planos fijos y una paleta
de colores bastante básica. Siempre hay
en sus películas un cierto desfase en el tiempo, que se percibe en el atrezo,
en el mobiliario, en la ropa, en las casas.Gran admirador de Charles Chaplin y
de Buster Keaton nos retrotrae
Kaurismäki, ganador del Oso de Plata como mejor director en el último festival
de Berlín, a un cine que nos recuerda también a Robert Bresson y a Jean-Pierre
Melville.El Havre es la primera de una trilogía “sobre los puertos”, siendo la
segunda la reciente El otro lado de la esperanza (2017) que transcurre en
Helsinki.
Director autor total de sus películas (siempre es su propio guionista y
editor), en El Havre Kaurismäki rinde homenaje a Francia, a su cultura y a su
cine (Jacque Tati, Marcel Carné, además de los nombrados Bresson y Melville), a
sus actores, André Wilms, Jean-Pierre Leaud y Pierre Etaix, la filma en francés
y hasta llama Arletty al presonaje principal. Por supuesto El Havre dio lugar a
un interesante debate….
Se habló del tema de la inmigración, la ayuda a los países de la que
procede y las consecuencias políticas de estas decisiones.
Como, una cosa es el deber y otra la decencia en el proceder, encarnado
en el comisario.
La dignidad del trabajo sea cual fuere. La solidaridad ante la
adversidad, la enfermedad, como enfrentarse a ella. El orden establecido en las
tareas hace tan solo unos años y cuanto ha cambiado.
Y la sesión finalizó con una excelente merienda ofrecida por la muy
generosa Kiti, con delicias finlandesas como las empanadillas de Karelia o las
exquisitas tapas de setas traídas especialmente de Finlandia para esta ocasión.
Finalmente nuestro agradecimiento al Hospital Banús y al Dr. Carlos de
Sola por su más que gentil colaboración.
Grabación de los momentos más importantes
de la celebración:
Texto- Cristina Malena
Reportaje gráfico- Rauno Paajanen
Reportaje gráfico- Rauno Paajanen
Enhorabuena a nuestras socias finlandesas por haberlo hecho tan bien. Muchas gracias por un evento entrañable bien organizado.
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