CINE FORUM

 La novia

Buenas tardes:

Es muy difícil resistir la tentación de empezar este cinefórum recordando a las víctimas de los conflictos que asolan el mundo, uniéndonos al dolor de tantas familias rotas por la violencia.

Puede parecer un contrasentido, pero, aquí y hoy, es una alegría volvernos a encontrar, sentarnos frente a la pantalla y dejarnos atrapar por el ritmo sonoro que imprimen los cantes y los diálogos, por las espléndidas imágenes y por el innovador estilo de la puesta en escena.

Comentaba Paula Ortiz, directora de La novia, en una entrevista con motivo de la presentación de A través del río y entre los árboles, que la belleza de las formas, las metáforas, los sonidos, la atmósfera o los símbolos son lo que dan sentido al lenguaje cinematográfico. Todo esto, y más, tiene reflejo en la película que vamos a ver y comentar esta tarde.

La Novia es una adaptación libre de Bodas de sangre de Federico García Lorca. Un drama intenso, trágico, atemporal, sin localismos que, como describió el ensayista y poeta Guillermo de Torre (¿Lo recordáis?, apareció en el seminario dedicado a las vanguardias), universaliza la tragedia con un lenguaje fresco, imaginativo, vivo, sobrio, de raíz popular, pero no populista.

A esta perfección, a esta enorme belleza, a este dolor que une pasión, amor y venganza se enfrentó Paula Ortiz. Lo hizo sabiendo los enorme esfuerzos y dificultades de la adaptación a la gran pantalla y dando a conocer los motivos que le llevaron a elegir la tragedia como género y a García Lorca como modelo.

Lo contó en el encuentro Del escenario al cine, organizado el año 2017 por la Universidad Menéndez Pelayo de Santander: “La tragedia es un género, desde nuestra perspectiva, imprescindible en este momento. Es el género de las crisis, grietas y bisagras históricas: Lorca ahora es más necesario que nunca, contando con las herramientas que tenemos hoy, porque él se asoma a esa grieta, y se hace esas preguntas primeras y últimas de la tragedia”.

La película se estrenó con buena acogida en el Festival de San Sebastián de 2015; el guion, escrito a cuatro manos, seis si contamos a Lorca, es de Paula Ortiz y de Javier García Arredondo; contó con la actuación de Inma Cuesta,

Asier Etxeandía, Álex Garcia como trío protagonista de la tragedia; a ellos se unen Luisa Gavasa, Leticia Dolera, Carlos Álvarez Novoa o Ana Fernández en los principales papeles; ganó dos Goyas, el de mejor actriz de reparto para Luisa Gavasa por su desgarrada interpretación de la madre y el de mejor fotografía para Miguel Amoedo. Dos premios que como vamos a contemplar en pocos minutos son cien por cien merecidos; la madre es convincente, lorquiana, intensa, dura y la fotografía retrata un paisaje desolador, plano, seco, amplio, de colores apagados y claroscuros que camina al compás de la vida, el dolor, la fiesta y la muerte que pueblan Bodas de sangre.

La novia contó buenas críticas y otras no tanto. Habíamos pensado recoger algún ejemplo, pero, creemos, que es mejor acercarse a ella sin ideas previas, con una mirada abierta, dispuesta a descubrir y juzgar todo el entramado de un trabajo cuanto menos enormemente complicado.

En la novia, Paula Ortiz plasma con enorme respeto la belleza y el ritmo de los diálogos del poeta, el ambiente, muchas veces opresivo, la quietud, la fiesta, la fuerza dramática de la historia; mantiene los símbolos lorquianos-el caballo, la luna, la muerte- y acude a esos cantes suyos tan llenos de belleza como La Tarara, la Nana del caballo grande o El pequeño vals vienés que acompaña el duelo a muerte entre el novio y Leonardo.

Al tiempo, el ritmo lento de ciertas escenas, los saltos en el tiempo, las visiones de la novia, nostálgicas si recuerdan el pasado, llenas de temor cuando se hacen, pueden gustar o no, pero en ningún momento dejan indiferente. Esta película con sus grandes aciertos y sus, para algunos, posibles errores es una tentadora invitación a leer o releer Bodas de sangre, y a gozar con la sonoridad de las palabras del poeta granadino; a conversar sobre las adaptaciones y el grado de libertad permisible; a descubrir los símbolos lorquianos; a pensar en la vida de la mujer; en lo se ha conseguido desde aquellos años, en el lastre que todavía subyace en grandes capas de la sociedad y que, en muchos casos, actualiza la sentencia de la madre cuando habla de la mujer y el matrimonio: ¿Tú sabes lo que es el casarse, criatura? Un hombre, unos hijos y una pared de dos varas de ancho para todo lo demás; y a reflexionar sobre algo actual como es la venganza, el odio, la tensión mortal entre grupos y familias. Como veréis, Lorca sigue vivo y actual.

Ahora, antes de apagar las luces, querríamos presentar a su directora (también guionista y productora), una mujer, una feminista, con una sólida experiencia en el mundo de la cultura, la imagen y el lenguaje.

Paula Ortiz se estrenó con una película desgarradora e intimista, De tu ventana a la mía, que narra el triste dejar pasar los días de tres mujeres a las que la vida les cerró la puerta de la alegría y la esperanza. Con ella ganó en 2011 el Premio Pilar Miró al Mejor nuevo director de la Semana Internacional de cine de Valladolid.

Cuatro años después llegó La novia, protagonista de este cinefórum, con diez nominaciones para los Goya -ganó dos- y nueve para los Premios Feroz, de los que se llevó seis.

Más tarde y tras la pausa de la pandemia dirigió A través del río y entre los árboles, adaptación de la última novela de Ernest Hemingway.

En su siguiente trabajo, Teresa, vuelve a la adaptación con La lengua en pedazos, obra del dramaturgo Juan Mayorga, en la que ofrece una visión personal de la vida de Santa Teresa de Jesús.

La última, Hildegart, de 2023, y basada en hechos y personajes reales, pone al descubierto una terrible historia, la de Aurora Rodríguez Carballeira y su hija Hildegart, tema que también abordaron Fernando Fernán Gómez en Mi hija Hildegart y Almudena Grandes en La hija de Frankenstein.

Muchas gracias por vuestra asistencia.