CINE FORUM DEL MIÉRCOLES 30 DE MARZO El pasado miércoles 30 nos reunimos en casa de Isabel
Jiménez para gozar de una película que dio mucho para hablar, La
rosa púrpura de El Cairo (1985), de Woody Allen.
Muchísimas gracias a nuestra generosa anfitriona por haber
ofrecido su casa, ocuparse de los
detalles técnicos y por su calidez. Y también especiales gracias a las
asistentes, fieles en apoyar este proyecto que nos permite un momento lúdico y,
muy importante, un refuerzo para nuestro programa de becas.
Garbiñe Larrazabal nos introdujo en el mundo de Woody Allen,
ese fascinante genio de Brooklyn, de sus comienzos, de su condición de
judío-ateo que tanto le ha marcado, de sus premios (Príncipe de Asturias
incluído), de películas como Manhattan, de su pasión por el
clarinete, y también qué significa ser de New York , de sus cinco boroughs
(Manhattan, Brooklyn, Queens, The Bronx y Staten Island).
También de las influencias y homenajes que Allen rinde en
sus películas, desde Ingmar Bergman a Federico Fellini, pasando por Luigi
Pirandello (Seis personajes en búsqueda
de autor) o los hermanos Marx. Sin duda La rosa púrpura de El Cairo es la particular manera de Allen de homenajear
al cine, su poder de fascinación y seducción, inspirándose entre otros en el Buster
Keaton de Sherlock Jr.
Como nos dijo Garbiñe La rosa púrpura es una película que
nos hace reir un rato y nos deja pensando durante días. Lo pudimos comprobar en
los comentarios posteriores de las asistentes. Comedia de fantasía romántica
que rompe las fronteras entre lo real y lo irreal, nos plantea si el cine es
mejor y más verdadero que el mundo que nos rodea, como pasa con la
protagonista, interpretada por la luminosa Mia Farrow. Pero también de los
sueños para evadirnos de la realidad, del poder de la ensoñación.
Mucho se conversó sobre el final de la película, cuando Mia
Farrow –luego del desengaño amoroso-
vuelve al cine para ver bailar a Fred Astaire y Ginger Rogers, con su pequeña
maleta y el ukelele. ¿Qué significa para ella ese retorno al cine? ¿Es ganar
fuerzas para poder luego alejarse del marido, abusivo, explotador? ¿Podrá
Cecilia en medio de ese gris de la New Jersey en plena Depresión escapar de ese
mundo? ¿O quedará atrapada en el círculo de violencia de género, falta de
trabajo y con el cine como único momento de felicidad, esperando que nuevamente
un actor salte de la pantalla para declararle su amor?
¿Cómo vemos y sentimos al personaje del marido? ¿Es un haragán,
o un producto de la Gran Depresión? ¿Un abusador de los que continuamos viendo
hoy día?
También se comentó sobre el símbolo de Cristo en la iglesia,
el comienzo de todo…
Para varias de las asistentes, que habían visto la película
hacía treinta años y la recordaban como una comedia romántica “suave”, el
volver a verla les dejó un poso de melancolía,
una sensación de tristeza frente a ese mundo real/irreal que tan
maravillosamente nos brinda Allen. Aunque el final tenga un destello
esperanzador.
Texto: Cristina Malena
Fotos: Anabel Alonso
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