NUESTRAS BECARIAS: SARA ROJO
Encomiable la labor de la comisión de becas
Mi nombre es Sara Rojo González y fui una de las tres becarias del curso 2013/2014, la segunda promoción de becas. Ahora al escribir esto es cuando me doy cuenta de que ya ha pasado una década desde aquel momento, ¡el tiempo vuela! En el momento de recibir la beca estuve muy agradecida a AMUM, porque gracias a ella se me abrían las puertas de la Universidad y la posibilidad de seguir estudiando. Ahora que lo veo con un poco más de perspectiva y madurez me reafirmo, ya que no solo me ofrecieron una beca de estudios, sino que una de las socias me ofreció un puesto de trabajo en hostelería que, durante un tiempo, me permitió seguir financiando mis estudios y, en consecuencia, mi futuro.
Desde pequeña siempre he sido una chica muy independiente, autodidacta, curiosa y de mente agitada. Con esto me refiero a que siempre he necesitado tener la mente puesta en algún proyecto o reto conmigo misma: desde leer un libro, dominar alguna nueva habilidad o conocimiento, a desarrollar algún trabajo manual. Soy de esas personas que piensan que “el saber no ocupa lugar”, por lo que siempre he estado abierta a aprender cosas nuevas de muy diversos ámbitos. Tal vez sea por esta faceta camaleónica que nunca he tenido una vocación profesional, sino que todos los ámbitos despertaban de una u otra forma mi curiosidad, lo que me supuso una complicación añadida a la hora de elegir lo que estudiar.
Entonces, ¿cómo acabé estudiando el Doble Grado en ADE y Derecho?
Había escuchado de personas que habían estudiado y luego no encontraban trabajo de lo suyo y tenían que dedicarse a algo completamente distinto. Esto, sumado a la opinión de los profesores y consejos, me hicieron decantarme por la rama de ciencias sociales en bachillerato y, posteriormente, estudiar el grado de ADE, ya que por aquel entonces era de lo que más salidas laborales tenía. En aquellos años empezaron a fluir los Dobles Grados y yo quise estudiar el Doble Grado en ADE y Economía y me concentré en dar lo mejor de mí en selectividad para tener opción de ello. Por suerte, pasaba de sobra la nota de corte del año anterior. Sin embargo, para mi sorpresa, cuando fui a realizar la preinscripción mi opción no figuraba y solo aparecía el Doble Grado en ADE y Derecho. Me paré unos minutos a pensar y me dije: “En realidad no es tan mala opción, ¿no? Tiene que ser interesante y siempre me ha gustado saber de leyes y ver programas como “De Buena Ley”. Pues adelante.” Y así fue como me matriculé (tiempo después supe que el Doble Grado de ADE y Economía sí que estaba, solo que, ordenado alfabéticamente como Economía y ADE, por lo que no estaba en la “A”. Por tanto, ¿destino o casualidad?).
La carrera fue 6 duros años, para qué negarlo. Iba y venía en autobús desde Marbella todos los días, porque no me podía permitir un piso en Málaga. Un curso era de mañana y otro de tarde, a la vez que cada cuatrimestre tenía que cambiar de facultad (De Teatinos al campus de El Ejido en el centro de Málaga). Estudiaba a cada rato libre que tenía intentando sacar el mayor número de matrículas de honor posible, porque así la matrícula del año siguiente para esa asignatura la pagaba la Universidad y trabajaba los fines de semanas y festivos para poder costearme los estudios. Finalmente, terminé el Doble Grado con la mención por la Universidad de Málaga al tercer mejor expediente académico de mi promoción.
Ya en el último año contacté con un despacho de abogados en Marbella para realizar las prácticas en el departamento fiscal y, al finalizarlas me ofrecieron quedarme como Asesora Fiscal, donde sigo hasta el momento. He compaginado este trabajo con el estudio del Máster en Asesoramiento Fiscal y Tributario de la UMA y, actualmente estoy cursando en el CEF un curso sobre Contabilidad Práctica.