lunes, 23 de diciembre de 2019

Concierto Lírico de Navidad organizado por nuestra socia Rosa Pérez con vídeos



  
    La Asociación de Mujeres Universitarias de Marbella asiste al Concierto Lírico de Navidad organizado por nuestra socia y amiga María Rosa Pérez. En esta ocasión “María Rosa&Friends” hizo las delicias del público por su acertado programa, con oratorio, ópera de Navidad y villancicos tradicionales e internacionales.


    Nuestra mezzosoprano se rodeó de la pianista María del Carmen Pérez Blanco, conocida de AMUM por su participación en las veladas Líricas que organizamos; el barítono, profesor del conservatorio superior de Málaga e intérprete muy divertido Fernando Luigi Márquez; y la joven y prodigiosa soprano Laura Sánchez Naranjo.

    El auditorio del restaurado Trapiche Guadaiza de San Pedro de Alcántara acogió con sus paredes de piedra y su buena acústica este concierto que da a la ciudad de Marbella un ángulo más en la celebración de estas fechas Navideñas. ¿Qué sería de la Navidad sin música? y ¿qué sería de nuestra sensibilidad si no prestáramos atención a la Lírica y la maravilla de sus compositores e intérpretes?

Vídeos de dos de los momentos del concierto









viernes, 20 de diciembre de 2019

Tertulia Literaria AMUM, 16 de diciembre de 2019. Reseña de nuestra compañera Marité Mehr


Nuestra Tertulia Literaria del mes de diciembre tuvo lugar en uno de los salones del Marbella Club navideñamente decorado. El libro que discutimos fue El Gatopardo, de Giuseppe Tomasi de Lampedusa, escrito entre 1954 y 1957. Rechazado en un principio por las editoriales Einaudi y Mondadori, fue publicado póstumamente por la editorial de Giangiacomo Feltrinelli en 1958.

La novela, cumbre de la literatura italiana del siglo XX, es protagonizada por Don Fabrizio Corbera, príncipe de Salina, patriarca de una de las familias más importantes de Sicilia y hombre imponente, inteligente, voluptuoso, extremadamente religioso y muy melancólico. 


 Las seis primeras partes de la obra narran las vicisitudes de la Casa de Salina ante la unificación italiana en un arco temporal que va de 1860 a 1862. La primera fecha coincide con el desembarco en Marsala de las tropas de Giuseppe Garibaldi, y la segunda, con su detención en la batalla de Aspromonte, que frena su tentativa de conquistar Roma. Un proceso histórico de fondo que supone la proclamación del nuevo reino de Italia y el fin del reino borbónico de las Dos Sicilias. Proceso inscrito en un episodio clave de la historia contemporánea de Italia: el Resurgimiento, versión nacional de las revoluciones liberales francesas decimonónicas que ponen fin al Antiguo Régimen.

La séptima parte es la muerte de Don Fabrizio con 73 años, habiendo «…vivido, vivido, un total de dos... o a lo sumo tres años…»  …y  con 70 años de dolor y de tedio.

En la última parte, la muestra patente del declino de casa Salina y todo el escepticismo de la novela afloran en una pequeña escena donde un sacerdote piamontés, que no por casualidad comparte origen con el nuevo Estado italiano, declara falsas la mayoría de las reliquias que las beatas hijas del príncipe -señoritas y viejas- custodian en su capilla. La novela termina con una bella alegoría a la nada, al vacío, al final: el perro Bendicò, muerto cuarenta y cinco años antes, embalsamado desde entonces, nido de arañas y polillas y odiado por la servidumbre, que desde hacía decenios pedía que lo arrojasen al cubo de los desperdicios, es «arrojado en el rincón del patio que el basurero visitaba cada día: mientras caía desde la ventana, recobró por un instante su forma: hubiera podido verse danzar en el aire a un cuadrúpedo de largos bigotes, que con la pata anterior derecha levantada parecía imprecar. Luego todo se apaciguó en un montoncito de polvo lívido.»

A todas las participantes nos ha gustado muchísimo la obra y hemos discutido varios de sus aspectos que a continuación trataré de resumir. 

El estilo de la novela es tan barroco como el estilo de los palacios y su rica decoración típicamente barroca: el estilo perfecto para expresar la riqueza y el poder de la aristocracia local, así como su decadencia. Preciosas son las escenas donde los macacos y los papagayos del entapizado del salón rococó y las divinidades del cielorraso cobran vida, se despiertan, se declaran amos del palacio y los cuadros de los feudos -eventualmente ya idos como golondrinas en septiembre - son capaces de hacer reproches. En otro momento: «En el techo, los dioses, reclinados en sus dorados sitiales, contemplaban la escena, sonrientes e implacables como el cielo del verano. Se creían eternos: en 1943 una bomba fabricada en Pittsburgh, Pensilvania, se encargaría de demostrarles lo contrario” – Igual que los sicilianos, que se creen perfectos, dioses eternos.



El narrador es un narrador omnisciente. El Gatopardo no es una novela de hechos, sino de ideas. Los hechos se exponen según los cánones de la narración tradicional en la medida en que sirven para ilustrar una realidad sobre la cual el libro ejerce su crítica. Pese a las apariencias, no es una novela histórica y no es la reconstrucción rememorativa e ilustradora del pasado, sino que se refiere a la cuestión de los cambios de época, en este caso vividos por una persona que debe cuestionarse su identidad a raíz de las transformaciones de su presente, porque ya no puede pertenecer a él, porque ya no cabe en el entorno histórico. El orden social que hasta ahora ha sido inmutable, cambia radicalmente y don Fabrizio entiende que «todo tiene que cambiar, para que nada cambie» (frase que desde entonces se conoce como gatopardismo). Es cinismo y oportunismo político, la Sicilia de antaño ya está perdida y se ven los orígenes de la Sicilia moderna.

El autor describe una historia personal extraordinaria con gran conocimiento del alma humana, de la historia, de la política y de cómo las personas reaccionan al cambio. Se teje un paralelismo entre la vida del príncipe y la época con su decadencia social. Don Fabrizio, el Gatopardo, se siente incómodo: lo nuevo no acaba de nacer y lo viejo no acaba de morir. Sin embargo, el príncipe se distancia poco a poco de la revolución en marcha y crece la nostalgia por un mundo perdido, al que siente haber traicionado para apoyar la suerte política de su sobrino Tancredi.

Dos temas acompañan la obra de manera permanente: la melancolía y la muerte. El Gatopardo permite una lectura en clave existencial que trasciende su contenido histórico y político. Así, la nostalgia del príncipe de Salina ante el derrumbamiento del mundo al que pertenece da forma a un relato sobre la muerte, la preparación para ella y su aceptación. De hecho, en el libro abundan las imágenes y reflexiones sobre la contingencia de la vida que acompañan el tránsito del príncipe de Salina hacia su propia muerte. La muerte es el consuelo supremo que los jóvenes ignoran. Para los jóvenes el conocimiento de la muerte era puramente abstracto es algo que solo afecta a los demás. «Don Fabrizio pensó que a la profunda ignorancia de aquel consuelo supremo se debía el que los jóvenes fueran tanto más sensibles al dolor que los viejos: porque estos saben que la puerta de escape está más cerca.»

Todas resaltamos la sensualidad de la novela que se manifiesta permanentemente tanto en Angélica como en las descripciones del «jardín para ciegos», lleno de olores, de las comidas, de los paisajes, del clima. Las rosas que huelen a «muslo de una bailarina de la ópera» pero que Bendicò, cuando se la ofrece, retrocede asqueado. Hasta la muerte es descrita con sensualidad: Durante la cacería don Fabrizio, después de matar un conejo, siente «además del placer de matar, el goce tranquilizador de compadecer». Y cuando él muere, aparece «ella, la criatura que siempre había deseado; venía a llevárselo; era extraño que siendo tan joven hubiera decidido entregarse a él; el tren debía de estar por partir. Cuando su rostro estuvo frente al suyo, levantó el velo y así, pudorosa, pero dispuesta a ser poseída, le pareció más bella aún que todas las veces que la había entrevisto en los espacios estelares. El fragor del mar cesó por completo.»

El papel de la mujer se basa en el modelo femenino binario típico del sur italiano: los dos personajes femeninos principales, Concetta y Angelica, una encarna la religión y la otra la sensualidad. Pero la figura de Concetta y su destino son conmovedores. La culpa de su infelicidad la tienen los demás, especialmente el padre que la había sacrificado. Siente lástima de sí misma y siente haber sido víctima de una injusticia, siente dolor y pena. Pero al final, cuando hasta el pobre Bendicò le despertaba recuerdos amargos y lo tira a la basura, no siente nada y el vacío interior es total.

No conseguimos concordar en si el sentido del humor con el que son tratados muchos temas es realmente humor o cinismo. También quedó un gran interrogante: ¿es el libro sólo pesimismo o se entrevé alguna esperanza?

En fin, la novela es tan maravillosa que nos hemos preguntado cómo es posible que ni Einaudi ni Mondadori la hayan entendido…

jueves, 19 de diciembre de 2019

Acaba el año y el Seminario de la Historia del Mueble en la casa de Jaime Parladé


    La Asociación de Mujeres Universitarias de Marbella acaba de terminar su seminario “Historia del Mueble” que con tanto acierto ha rematado su profesora Lucía Reigal Fernández y tanto provecho ha supuesto para las asistentes. En palabras de nuestra presidenta se subraya:

    “Me parece acertado el enfoque que le ha dado la profesora sobre el mueble en Andalucía y me gustaría resaltar la figura de Jaime Parladé, por su importancia, por crear escuela en Marbella y por su buen hacer en el mundo del mueble y la decoración. Por eso la Asociación ha querido hacerle un homenaje, ofreciendo una sesión más, como nuestra "Fiesta fin de curso" visitando su casa y su obra gracias a que su sobrino Andrés y su mujer Rocío han sido muy generosos y amables permitiéndonos la entrada en ella. La visita fue ayer, a las 17.30, hora mágica de luz. Disfrutamos muchísimo y terminamos con un pequeño cóctel en el Restaurante Alcuzcuz”




A las asistentes les ha parecido pertinente reproducir aquí la última sesión:

ANDALUCÍA, EL MUEBLE ANDALUZ Y LA FIGURA DE JAIME PARLADÉ

A raíz de la comprensión del proceso de construcción de la idea de Andalucía en
la historiografía se ha puesto de relieve la universalidad que la caracteriza, entendiéndola
de una forma dinámica, con carácter multidimensional, como conjunto de subculturas. El
esquema histórico básico para comprender esta conformación histórica queda compuesto
por la Bética romana, los siglos musulmanes marcados por la figura de Al-Andalus y
hechos culturales y militares como la Batalla de las Navas de Tolosa (1212), las
capitulaciones del reino vasallo de Granada (1491-1492) y la rebelión de las alpujarras
(1568). La imagen internacional vino de la mano de escritores, románticos, viajeros del
siglo XIX y soldados franceses cuyas descripciones bascularon entre lo testimonial y la
fantasía. La contribución intelectual quedó marcada por la “España de pandereta” (que
no era otra que Andalucía), las experiencias del exilio de los intelectuales del siglo XX o
la “Teoría de Andalucía” de Ortega y Gasset. De entre el conjunto de intelectuales,
destacaremos dos autores y sus respectivas obras: Joaquín guichot y su Historia General
de Andalucía (1870) y Blas Infante con su obra Ideal Andaluz (1915). Desde el punto de
vista académico, es fundamental la cuestión de la tierra, llegando Eric Hobsbawm a
determinar a Andalucía como la “Sicilia de España” por sus contundente protestas de
raigambre anarquista. Desde la perspectiva cultural, figuras centrales como las litografías
vinculadas al arte flamenco de Francisco Lameyer (1847), la poderosa Carmen de Prosper
Merimée (1845) o la expresión folklórica del rock andaluz y el cante jondo, ambos
vinculados a los movimientos sociales por la autonomía andaluza.
A pesar de haber ganado espacio y peso la idea de Andalucía como elemento de
naturaleza particular, siempre vinculada a la propia idea de España, la propia afirmación
de un estilo propiamente andaluz en la historia del mueble es discutible. Es una cuestión
que ha analizado Rafael Fernández Paradas en su obra Historia de la Historia del Mueble
(2016). A través de su obra podemos estudiar la historiografía disponible sobre el mueble
en Andalucía, así como un análisis pormenorizado del conjunto de autores y autoras que
han abordado esta cuestión. La principal autora que podemos destacar es María Mercedes
Fernández Martín, la cual establece que Andalucía es espejo de Europa. De esta manera,
conforma al mueble andaluz como una realidad plural de modas, personas y tendencias
artísticas europeas que llegaron a los puertos de Sevilla o Cádiz. Muebles que hemos
podido estudiar a través de los museos del Patronato de la Alhambra, la Mezquita de
Córdoba, la Casa de los Medina Sidonia o el Metropolitan de Nueva York.
Hemos podido destacar la decoración o técnica de Taracea (Tarsia), de la cual
podemos registrar sus orígenes desde el siglo XV. En ella podemos ver el gusto por la
decoración colorista y reiterativa de tipo mudéjar de la arquitectura mobiliar. Está basada
en incrustar diminutas piezas de diferentes maderas selectas en combinación con otros
materiales como el hueso, el marfil, el carey o el nácar, incluso, placas de plata. Piezas
centrales para su estudio son: el mimbar de la Mezquita de Córdoba, el sillón de cadera o

Andalucía, el mueble “andaluz” y la figura de Jaime Parladé 2

Jamuga, así como las puertas de alhacena de la desaparecida casa de los infantes (Palacio
de Cetti Meriem, finales del siglo XIV – principios del siglo XV).
Andalucía como en enclave comercial internacional
La figura de la Casa de la Contratación en las ciudades de Sevilla y Cádiz da
sentido a la propia naturaleza de enclave internacional comercial. Los muebles que
podemos encontrar a lo largo de los siglos XVII y XVIII en Andalucía eran de los estilos
historicistas encargados por la Corona y la nobleza en base a las modas europeas. Símbolo
del comercio del mueble, fundamentalmente el extranjero, son las ordenanzas dadas en
Sevilla y Granada, las cuales fijaban los establecimientos dedicados exclusivamente a la
fabricación. Además, recogían el conjunto de protestas de la alta presencia de obras y
distribuidoras extranjeras. Destacaremos una casa comercial y proveedora fundamental:
Forchoudt de Amberes (principal proveedor del siglo XVII con sedes en Sevilla, Lisboa
y Bilbao). Felipe II potenció el gusto español por el mobiliario europeo, principalmente
el italiano, lo cual tuvo como consecuencia una potenciación de la ebanistería. Símbolo
de ello es la propia Biblioteca de El Escorial.
De este las figuras de mayor presencia destacamos el barqueño portugués, el
estrado femenino con una gran presencia del uso de las ropas de casa y las cajonerías y
escritorios diseñados con motivos decorativos de una gran naturaleza litúrgica. Si
hubiéramos de establecer un rasgo significativo del mueble en Andalucía es el propio
tratamiento de la luz con el uso de las cerámicas y las maderas utilizadas. El uso de telas
para vestir las casas era una práctica decorativa esencial para la casa barroca andaluza y
española, la cual se debe comprender como un lugar prioritariamente destinado a
pernoctar.
La capacidad de combinar el conjunto de elementos definitorios del posible estilo
andaluz nos introduce en la figura central y coetánea de Jaime Parladé en Marbella.
Parladé se consagró como un diseñador capaz de crear una decoración armoniosa basada
en la combinación de los diferentes estilos históricos del mueble europeo, el tratamiento
de la luz a través del color, el uso de telas coloridas o el peso comedido de la raíz
orientalista. Como decorador, diseñador y crear consagró su expresión por el gusto,
siendo un elemento central su observancia de los ambientes y enclaves territoriales de sus
creaciones. Combinó el charme francés, la sofisticación británica, la pasión oriental y una
base de alegría andaluz. Destacamos sus diseños para el Marqués de Riscal, el color verde
parladé o la Casa de la Moraleja en Madrid. Pero, sobre todo, su casa en Marbella:
Alcuzcuz.

Estamos en el proyecto de Navidad 2019 de Onda Cero


    La Asociación de Mujeres Universitarias de Marbella ha participado en el proyecto de felicitaciones radiofónicas que Onda Cero va a emitir con las personalidades y asociaciones más relevantes de la ciudad. En la siguiente grabación pueden oír a nuestra presidenta, María José Gámez durante su intervención que es la nuestra:


**Nuestra socia Ana Eugenia Venegas, Comunicación de AMUM, también ha participado:




jueves, 12 de diciembre de 2019

Nuevo seminario AMUM: “La Narrativa del Siglo XX en Estados Unidos e Hispanoamérica”

    La Asociación de Mujeres Universitarias de Marbella ha programado un nuevo seminario. En esta ocasión profundizaremos en un tema apasionante “La Narrativa del Siglo XX en Estados Unidos e Hispanoamérica”, de Scott Fitzgerald a García Márquez pasando por todos los hitos que conforman la maravilla literaria del otro lado del Atlántico.  Será impartido por las profesoras Miriam López Rodríguez y Rocío Peñalta Catalán.

    Empezará el 8 de enero y tendrá sede en Les Roches, en la Escuela de Alta Hostelería que nos cede las instalaciones como aportación al Programa de Becas a donde se destinarán las donaciones de los y las participantes, porque está abierto para todo tipo de formaciones y personas.

   Las donaciones de las inscripciones correspondientes a todo el trimestre serán de 100 Euros y será de gran interés como es ya una tradición en nuestra Asociación Universitaria. Puedes hacer el ingreso en la cta:

 ES  42 0182 4135 4702 0170 4216


    Va a ser muy interesante y lo vamos a pasar muy bien. Puede ser un buen regalo de Navidad, Reyes e incluso un magnífico autorregalo porque nos hemos portado muy bien y hemos hecho todos los deberes.




   




Cine forum de AMUM en Nov. Au Revoir Les Enfants




CINE FÓRUM DE AMUM DEL 18 DE NOVIEMBRE DE 2019

ADIÓS, MUCHACHOS (AU REVOIR LES ENFANTS)

El pasado 18 de noviembre tuvimos una nueva sesión de cine fórum en el Cortijo Miraflores, para visionar Adiós, muchachos (Au revoir les enfants).
Film del año 1987 escrito, producido y dirigido por Louis Malle a su regreso a Francia después de varios años en los Estados Unidos, es una profunda reflexión sobre la infancia, las amistades que se forjan en ella, sobre la memoria y sobre la guerra omnipresente en la Francia ocupada por los nazis, como así también sobre la culpa y la traición.

Esta película, ganadora del León de Oro del Festival de Venecia y basada en las propias experiencia de la infancia del cineasta,  nos habla de la vida en un internado católico para chicos, al cual llegan Jean Bonnet y otros dos niños judíos que son ocultados por los sacerdotes. Uno de los internos, Julien Quentin, siente curiosidad especialmente por el comportamiento de Jean, ese brillante alumno recién llegado con el que comparte aulas y dormitorio y con quien  llegará a entablar un esbozo de amistad, en principio gracias a su afición común por las lecturas juveniles.

El colegio internado se encuentra en una zona más o menos tranquila, pero dentro de ese colegio y por extensión de la pequeña comunidad que lo rodea, Malle refleja todas las actitudes francesas respecto a la Segunda Guerra Mundial, desde el colaboracionismo a la resistencia, pasando  por las pequeñas conspiraciones o la traición, que ya había planteado en otro excelente film suyo, Lacombe Lucien (1974).

Malle nos muestra la disciplina en el interior del internado, las rutinas devenidas en  rituales, así como esa realidad amplia y difusa que envuelve a estos jóvenes, las diferencias sociales, la percepción de la complicada situación política, en un ámbito bañado con la luz fría del invierno francés en un entorno rural.  También están presentes  el  despertar sexual, encarnado en la profesora de piano, y la música a través de los acordes de Schubert.

Y la culpa, ese culpa presente en la mirada triste, emocionada de Julien cuando finalmente los tres niños judíos son descubiertos y junto con el director del internado son llevados por los alemanes a un campo de concentración. Y también está esa culpa en la voz del propio Malle.



Con esta película de gran sensibilidad y profundo sentido cristiano Louis Malle logra una de sus mejores obras. Como se ha dicho, Louis Malle  “cineasta elegante, minucioso, consigue un film sencillo en sus formas pero de un profundo calado moral”.

NUESTRO AGRADECIMIENTO A LA CONSEJERÍA DE CULTURA DE MARBELLA POR PERMITIRNOS USAR LAS ESTUPENDAS INSTALACIONES DEL CORTIJO MIRAFLORES.

 Texto: Cristina Malena