La
Asociación de Mujeres Universitarias ha tenido el honor de ser invitada, en la
conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra
las Mujeres, a la inauguración de la glorieta ubicada en la Avenida José Manuel
Vallés en confluencia con la calle José Iturbi y que lleva el nombre de Ana
Orantes. Esta propuesta se acordó por
unanimidad en el pleno del 26 de abril de este año como reconocimiento a esta
mujer andaluza asesinada por su exmarido tras años de un infierno de malos
tratos. Una asignatura pendiente pues en el día de hoy otra mujer ha sido
apuñalada por su pareja en Canarias.
Al
homenaje póstumo de Ana Orantes asistieron numerosas personalidades del tejido
político y asociativo de la municipalidad. El primer teniente de alcalde, Félix
Romero, tomó la palabra para recordar que la homenajeada "fue una mujer
valiente, que se convirtió en un símbolo para muchas víctimas silenciosas y
marcó un antes y un después en la percepción social y judicial de esta lacra
social".
En este emotivo acto, al que asistieron
nuestra presidenta María José Gámez, nuestra Tesorera Charo Vela y nuestra socia y técnico de la Delegación de Igualdad Marianela Traverso se leyó un
manifiesto institucional a cargo de Carmen Agüera, presidenta de la Comisión de
Malos Tratos de la Agencia Sanitaria de la Costa del Sol desde 2010, y se ha
guardado un minuto de silencio.
Esto tiene que parar. Lo que hacíamos y lo
que hacemos no persuade de seguir asesinando a mujeres. La lucha contra esta lacra
tiene que trascender los intereses particulares y concentrar las energías en
ello. ¡¡¡Qué gran tristeza!!!
El Museo
Ralli Marbella acogió el pasado sábado la presentación del “Proyecto
Cobachotix”, un concepto artístico colaborativo e individual concebido y
organizado por nuestra amiga y colaboradora Eva Gálvez, actriz, showoman, presentadora y creadora de
contenidos en radio y televisión. Al evento que fue prologado por la directora
del museo Rosa Ruíz, asistió un numeroso público de todas las edades y la mayor
parte de los artistas y personalidades que han intervenido las 32 piezas del
ajedrez que Eva y el Abogado Eric Möller tenían en su casa antes de su catarsis
minimalista.
La Asociación de Mujeres universitarias de Marbella estuvo presente con la asistencia de algunas socias entre el público y la participación de nuestras socias Margarita Román, Ana Eugenia Venegas y la entrevista a Rosa M Ceño Elie-Josph.
El suelo marmolado y geométrico del Museo
Ralli de Marbella sirvió de tablero para la instalación de las 32 piezas, obras
de intervención individual, que el sábado consiguieron volver a reunirse después
de su transformación. Dos años ha tardado este proyecto en materializarse y han
sido generosos pues el resultado es una miscelánea maravillosa de cerebros
divergentes. Desde obras decorativa a obras conceptuales, de rupturas y deconstrucciones
a construcciones y evasiones, desde literatura a fotografía, desde la
tecnología a los orígenes africanos más ancestrales, desde caballos apresados
como Gulliver en el País de los Gigantes hasta reyes poderosos de Swarovski o
minotauros contemporáneos, el proyecto reúne verdaderas joyas individuales que
son una auténtica genialidad en su conjunto. De hecho, ya han sido varias las
propuestas de exposiciones en otros lugares, incluso en Italia y un
coleccionista quiere comprar la colección completa.
Nuestra socia Margarita Román, presentó una joya estética en la que se enraiza y desarrolla uno de sus árboles, cuya fuerza expresiva, como el cuerpo de Rudolf Nureyeb, te cuentan historias de lucha por vivir en plenitud pese a los dolores de esta vida.
José Antonio Correa, uno de nuestros "he for she" creó una performance en
el que su peón de negras, vaciado y transformado por un sistema de luces
espirales que cambiaban de color a la paz que sus propios zapatos, intentó huir
del clima polarizado, oralmente violento y provocado con ganancias electorales
de los últimos meses en España, literalmente “se fueron de marcha”, bailar para
no pensar.
En cuanto a Ana Eugenia Venegas (yo), intervino
literariamente su peón de blancas con collage, acrílico y rotulador,
titulándolo “literatura Femenina Determinada y Visual”. La idea que envuelve es
la de expresar que la belleza y el poder de transformar también es femenino,
aguantar golpes, humillaciones y resignarse, ya no. Para ello llenó de color la
cabeza del peón en un mandala colorista y depositó collages literarios en redondo,
sobre la superficie, el primero coincide con la frase que LLina, de su novela “Llina,
un Camino de identidad” le dijo a su amante, entregada en cuerpo y alma: “Mi
tiempo es tu tiempo”. Le siguen dos microrrelatos reactivos y violentos de amantes
víctimas de abuso: “En el fondo de un cuenco de laca se encontraban los restos
de un festín caníbal” y “tras años de humillaciones y ostracismo, se pintó las
uñas, se puso el rouge, se calzó su stilletos, salió a la calle, tiró los
restos de la Amanita Phaloides a la alcantarilla y se fue al funeral”. Y
finalmente, el peón de blancas sustenta en su base como declaración de
intenciones “Mi tiempo no es ya tu tiempo”.
El proyecto es una genialidad y un trabajo
mayúsculo de Eva Gálvez y sus colaboradores, Eric por supuesto y Lourdes, su
hija. También hay que destacar el estupendo cartel del proyecto obra de Pedro
Molina que contribuyó con pasión como sólo él sabe hacer. Al resto de artistas
los detallo a continuación:
Nieves Morán (pintura y arte
textil)
Pedro Molina (pintor)
Ana Matías (pintora y
grabadora)
Israel Sastre (pintor)
Ángel Vázquez (pintor)
Rebecca Parra (pintora)
Ana María Ruiz
(restauradora)
Juan José López Bernal (collage)
Agustín Casado (dibujante y
pintor)
Ana Eugenia Venegas
(bloguera de arte y escritora)
Josefina Arias (poeta y
escritora)
Germán Miguel Borrachero
(artista)
Julio Abad (fotógrafo)
Paco Sanguino (pintor)
Aurelio Rodríguez (pintor)
Pedro Mena Recio (pintor y
escritor)
Erik Jan Paul Möller
(guionista)
Dominique Roberjot (escultora
y pintora)
Eva Gálvez (reportera
TV-Radio, showwoman)
Ana Ortiz (ceramista)
Jose Luis Román
(pintor-muralista)
Concha Montes (periodista)
Roy Anglada (pintor) Aquí pueden ver el programa Prensa Inexxxistente de Eva Gálvez donde se recoge toda la presentación del proyecto, con entrevistas y todas las obras:
La Fundación
Museo del Grabado Español Contemporáneo de Marbella ha celebrado, el pasado
viernes, la entrega de la XXV Edición de los Premios Nacionales de Grabado y la
inauguración de una exposición en la que se muestran las obras premiadas y una
selección de las obras presentadas.
En una ceremonia
presentada por la Directora de Cultura Carmen Díaz, el Director del Museo del
Grabado Español Contemporáneo y en la que participó la presidenta de Amigos del
museo, Blanca Molet, socia fundadora de la Asociación de Mujeres Universitarias
de Marbella, se entregaron los premios que el jurado otorgó en cada modalidad:
el ‘José Luis Morales y Marín’, con una
cuantía de 5.000 euros, a las obras de Santiago Giralda, presentada por la
Galería Moisés Pérez Albéniz; ‘La voz
superpuesta’, de Elena Jiménez (Premio ‘María de Salamanca-Asociación de Amigos
del Museo del Grabado Español Contemporáneo’); ‘Maniquíes un circo completo’,
de Alejandro Castilla Montoya (Premio ‘Corzón’), y ‘Silencio’, de Isabelle
Poirier (Premio ‘María Teresa Toral’).
La muestra, que
se desarrollará hasta el 18 de enero en la Sala 1 del recinto cultural, se
completa con una selección de los artistas Iván Araujo, María del Carmen Díez
Muñoz, Ana DMatos, Rosa García, Luque, Masaur, Francisco Mayor Maestre, Niní,
Olaya Pedrayes, María Reyes y Pablo Vindel.
La velada
transcurrió festiva y musical, aderezada por el chelo de Tin Fernández.
La ‘Marea Rosa’ contra
el cáncer se celebró ayer domingo en Marbella. Casi 2.200 inscritos y muchos
más participantes convirtieron el centro de Marbella en una enorme Fiesta cargada
de buenas energías y una buena recaudación para que, la Asociación Española
Contra el Cáncer de nuestra municipalidad siga en su labor de acompañamiento,
intervención y prevención en nuestra zona de influencia.
Numerosas
autoridades y personalidades se integraron en el tsunami rosa que fue dedicado
a todas las personas afectadas con mención especial a nuestra amiga Nadia S.
que está en la etapa final de superación de esta enfermedad cada vez más curable
gracias a la investigación e intervención de tantas personas implicadas en la
suma, en hacer, para nuestra sociedad.
La Asociación de
Mujeres Universitarias de Marbella quiso sumarse a la celebración y recorrimos
los cinco kilómetros en la modalidad de paseo y risas. Otras asociaciones y
particulares participaron en un ambiente festivo que estuvo pre-calentado por
la banda de rock “Los Tristes”, que con una estética y música muy cercana a los
Red Hot Chilli Pepper han sido todo un descubrimiento por lo que los que
seguiremos desde hoy por puritito rock-sibaritismo.
Todo un reto el de AMMU (Asociación Matritense de Mujeres Universitarias). Dar visibilidad a mujeres a quienes no se les ha hecho justicia por el mero hecho de ser mujer.
El Polígono Nueva
Campana acoge la Wadström Tönnheim Gallery, dirigida por Mattias Tönnheim, en
un acto de valentía y amor al Arte. La galería cuenta con un amplio e iluminado
espacio expositivo con algunas esculturas de metal fabulosas. Este es el
escenario donde se ha inaugurado la colección de Luca Zarattini“There is music and music (C’è musica e
musica)” inspirada en el compositor Luciano Berio y dirigida porIrina Machneva Mota que tuvo la gentileza de invitar a todas las socias de AMUM.
La obra es
interesante aunque su técnica sea de lo más habitual y colorista. Collage,
acrílico, crayón… Retazos geométricos, manchas que se agrupan en un lienzo
inspirados por la música de Berio y Check Baker.
Zarattini, además
de estar preocupado por la acción de la Mass Media, donde Berio ha realizó la
mayor parte de su carrera, tiene una sensibilidad especial para captar lo macro
y lo micro, como la fotografía de José A. Correa, de modo que muchas de sus
piezas incomprensibles pero efectistas adquieren significado si conocemos que
son ampliaciones, de motivos vegetales por ejemplo, motivos vegetales que le
asaltan por su interés en el catálogo de la riqueza vegetal de Italia que
Goethe dibujó en su viaje de 1765. Por último, también apreciamos su
preocupación por la denostada Naturaleza Muerta en el arte actual, por lo que
Luca mantiene abierto su recuerdo en detalles que hay que buscar en cada una de
sus obras.
Durante la velada,
el artista se alió con su Fender Stratocaster para llenar de sonidos
contemporáneos la galería. Iba acompañado de un clarinete bajo, muy curioso de
ver y oír.
La inauguración
estuvo muy animada. Había tantas nacionalidades que parecía la Torre de Babel,
además tuvimos la suerte de coincidir con Ana Matías, Paula Vincenti y Fernando
Francés, artistas y entendidos para una buena conversación.
Este mes de noviembre nos hemos vuelto a reunir en el Marbella Club para profundizar en la ópera prima de María Gainza, "El Nervio öptico", una novela-ensayo que la crítica de Arte,
corresponsal que fue del New York Times en Argentina e hija divergente de una
familia aristocrática, vertebra con la puesta en valor de las obras de Arte de
pintores de reconocimiento histórico e internacional que cuelgan con la
humildad de los segundones en los muros de los museos de Buenos Aires. Todo
ello para hablar de una protagonista en la que reconocemos a Gainza y su
familia, La reconocimos a ella y a su nacionalismo reactivo frente al desprecio
que provocan los complejos y el situar lo interesante siempre fuera, siempre en
otros, la otredad patológica también es delincuente desde el lado del que se
siente que los demás son lo que uno no es. Todas las socias asistentes a la tertulia coincidieron en el interés de la obra que dió lugar a numerosas expresiones y aportaciones que he pretendido recopilar aquí junto con las líneas más sobresalientes de esta lectura:
Hemos llegado a la conclusión de que esta interesante y original obra, para
saborearla bien, hay que leerla dos veces al menos, la primera para saber de
qué se trata, la segunda, de cómo se trata. Y es que la autora organiza un
esqueleto de un ingenio muy valorable en una ópera prima, en el que parece que
hay una pequeña historia biográfica para abrir la puerta a las numerosas obras
de arte que ella describe, provocando la necesidad de partir urgentemente para
vivir en persona ese safari artístico.
Pero hay mucho más, así lo entendimos, hay la necesidad de
reivindicar lo propio, porque como recuerda María que dijo Cézanne “Lo
grandioso acaba por cansar. Hay montañas que cuando estás delante te hacen
gritar ¡me cago en…! Pero para el día a día con un solo cerro basta”. Y lo
cierto es que la mayoría de los argentinos, igual que los españoles, no han
tenido la oportunidad de viajar en su infancia a New York para correr junto a
su madre, con ilusión de fan, hasta el Metropolitan, pero sí han podido visitar
los museos propios y no lo han hecho, no lo han hecho porque no creían que
mereciera la pena y para el día a día un cerro sí sirve. ¿Cuántas personas no
han visitado nunca el Museo del Grabado Español Contemporáneo de Marbella que
es un cerro único en España, o el Museo Ralli con su obra surrealista europea y
americana? Sí, es evidente que hay una gran población que no acude a los museos,
pero hay otros que nos ponemos zapatos cómodos e invertimos vacaciones
completas en la oferta cultural de otros lugares y desconocemos nuestro cerro.
Y también, en la obra, hay un mucho de contar los entresijos, los más
loables y los menos, las virtudes y vicios, de una familia aristócrata donde
por definición todo debe ser perfecto, aunque haya que barrer debajo de las
alfombras. Y María barre, lo que en principio viene en el prospecto como
familia ejemplar se nos presenta como un totum revolutum de personas excéntricas
o momentos excéntricos, con sentimientos nobles y menos nobles, y con bastantes
trapos sucios relativos a los comportamientos empáticos o decadentes, la sexualidad
y las adicciones de las que no estamos exentos ningún grupo humano porque forma
parte del juego de la vida. Esta expresión de lo que no debe salir de casa, de lo que no se habla en o de la familia nos
recuerda la ruptura a mordiscos que en el documental “El Desencanto” hizo Jaime
Chávarri de la familia del poeta Leopoldo Panero, un destrozo de la familia tradicional
que se fomentaba en la dictadura según el propio director. Aunque nos
tranquiliza por su salud emocional que la puesta sobre la mesa de Gainza no
haya sido un mordisco a la yugular de esta familia, una maquinaria de rencor como
sí sucedió en el “Desencanto”, la famosa película sobre la que estoy
escribiendo una novela. Smplemente, la autora recubre de naturalidad que
ninguna familia es perfecta ni falta que hace, que todo tenemos secretos y
episodios poco memorable.
Para todo ello, María despliega en esta
joyita, como dijo una de las asistentes, sus herramientas de niña leída y educada en buenos colegios, viajada y
espoleada en museos de gran nombre, crecida entre personajes interesantes a los
que luego retratar con sus debe y haberes. Y nos hace sonreír con su carga
ácida, pero también nos hace saborear el español de argentina con sus modismos
porteños que no disimula porque no tiene complejos, porque son una delicia y la
prueba del milagro de una lengua viva que nos une y nos diferencia y nos hace
más ricos, como un ramo de flores de distintos tipos, más alegre, más vistoso.
“El Nervio Óptico” es casi una nouvelle,
una novela corta que no necesita ni una página más y que recuerda como reproche
a muchos tomos sin sustancia que a veces tenemos que sufrir que más no es mejor.
Está constituida por once capítulos que contienen un hilo conductor
independiente, en el caso de “Una vida en pinturas” es el rojo de Rothko. En mi
opinión, estos capítulos, no puede leerse arbitrariamente como han comentado
algunos críticos, porque además del contenido artístico, cada capítulo avanza
cronológicamente en la biografía de la protagonista, de una manera
impresionista, como a brochazos, pero con un orden cronológico y si mantengo mi
tesis de que la obra es más memorialista y de sentimiento nacionalista,
entendido como amor y orgullo por su país, entonces, el orden tiene su importancia.
Si la madre de la protagonista es presentada como una snob que no considera la
obra atesorada en argentina y corre al Metropolitan con sus hijos pequeños para
ver, para mostrarles lo que es realmente grande; si Mariuchi descubre el Museo
Nacional de Bellas Artes mientras paseaba con el perro, de forma casual en un
tiempo de adolescente “que tiene un ancho fuera de lo común”; si la
protagonista se deja impactar por las obras, los autores, las personas, los
divergentes “que le traían historias de Marte”, los comunes no tan comunes,
todo como experiencia que digiere y le forma; si navega en la vida hasta llegar
al momento que Rothko tanto temía, “cuando el negro se come al rojo”, el de la
madurez, las pérdidas, la enfermedad, pero, la consistencia, la congruencia, el
posicionamiento; si la obra nos cuenta la evolución, la progresión, el llegar a
ser de una niña que por sus conocimientos y experiencias desarrolla un sentido
crítico y se posiciona con fundamento en su madurez, entonces, en mi opinión es
una obra lineal y los capítulos no son intercambiables, por más que una vez comprendido
el juego de la autora, en segundas lecturas, es seguro que será una delicia abrirlo
por cualquiera de sus capítulos.
Gracias a la obra de María Gainza, nos
ha entrado unas ganas locas de coger el primer
vuelo a Buenos Aires y hacer una tournée por los museos y ver el catálogo de
obras que ella describe, adentrándose en sus autores, las épocas, las técnicas
y sus anécdotas. Aunque mucho nos tememos que ella lo que quieres es que
sepamos que tienen museos, que son interesantes, y que el complejo de
inferioridad o el desprecio no nos debe impedir disfrutar de ellos.
Hablando de complejos, María nos muestra en
varias ocasiones cómo se materializa el hecho del complejo de nación con “chiquititis”,
el mismo síndrome que sufre el padre de la protagonista según el diagnóstico de
su madre elitista a la rusa, cuando pensaban que el centro del mundo era París
y ni usaban la lengua rusa en las clases altas. Parece querer demostrar que un
país no puede ser grande si sus habitantes no creen en él, no para pisotear a
otros, que es que no hay término medio en este mundo, sino para implicarse,
permanecer, no tener el pasaporte preparado por si pasa algo, quedarse para trabajar,
para superar, para ser mejores y sentirse identificados con él. Pero los
sentimientos de pertenencia a pueblo o terruño son un asunto muy complicado, lo
tenemos presente en estos momentos en España y no se puede exigir que alguien
sacrifique su vida, sobre todo teniendo en cuenta el “memento mori”, el
recuerda que morirás, que somos caducos, que tenemos los días contados que la propia
autora también acepta por su parada para abrevar en el Museo Decorativo, en la
obra de Hubert Robert, el que “llevó a la gloria la estética del colapso” y “sucumbió al encanto de las ruinas”.
Este libro de 158 páginas contiene citas de
gran envergadura, de la autora y de escritores y artistas plásticos de la
historia. María no reprime la erudición, ni falta que hace, su estilo es
brillante, inteligente y fluido. La obra está dirigida a un público que es
capaz de asimilarla, ya no tanto al entendido en Arte, como para el que está
interesado en la pelea de ideas, en la empatía por el sentir de otros, en el
conocimiento y la relación con los retratos de país y familia. Es verdad que la
lectura no es estrictamente difícil, pero para apasionarse con ella, para
entenderla y exprimirla, hay que conocer o tener muchas ganas de conocer.
Las socias comentaron la importancia de muchas sentencias de la novela, me he permitido recopilar algunas: “En la distancia entre lo lindo y lo que cautiva, se juega todo el Arte”, “se
escribe para contar cosas”, “como no puedo traducir el infierno de Dante, lo
voy a protagonizar”, “La adolescencia es vivir en un tiempo que tiene un ancho
fuera de lo común”, sobre la obra de Monet: “creo que el Arte que depende
demasiado del subidón, del descubrimiento, declina cuando se logra dominar”, sobre
Toulouse Lautrec: “como a todo escapado de su clase Montmartre lo recibió como
a un hijo”, Rothko dijo: ”hay una sola cosa de la que me tengo que cuidar, de
que un día el negro se coma al rojo”, del tío Marion: “era una radio que traía
noticias de Marte” y “necesita shocks estéticos para vivir”, del Barroco “vivir
atrapado en el lujo”, de un cuadro “es bueno o es malo, ¿qué vara de medir es
esa?, a lo sumo, me gusta o no me gusta”, a la tía Úrsula “las sonatas de Beethoven
le habían enseñado el arte de la respiración”, los cisnes con músculos
seccionados “serán felices en esa cárcel”, ante la educación “mal administrada
la Historia del Arte puede ser letal, como la estricnina”, “¿no son todas la
buenas obras pequeños espejos?”, “una da por hecho que siempre llega tarde a su
niñez”, “algunas muchachas nacen orgánicamente buenas, yo no”, “El Greco era un
militante de la piedad”, “mirar la pintura del Greco es pelearse con uno mismo
por su dogma de hierro y su sensualidad”, “a quien los dioses quiere destruir,
al principio, lo llaman promesa, un pitucón”, Montaigne: “las cosas nos parecen
más grandes de lejos que de cerca”…
En fin, María Gainza nos ha proporcionado
una obra muy interesante, original e inteligente que merece mucho la pena leer,
sentada con bolígrafo y cuaderno para elaborar lo que nos diga. Nosotras quedamos citadas para el mes de diciembre, día 16 a las 17.30 para poder acudir luego al concierto de Navidad. Tendremos una nueva tertulia, esta vez profundizaremos en "El Gato Pardo" de Giuseppe Tomasi de Lampedusa.
El Museo del Grabado Español Contemporáneo de Marbella, cuya vinculación con AMUM es directísima y cuya presidenta de amigos es nuestra socia Blanca Molet, está a punto de entregar sus XXV PREMIOS NACIONALES DE GRABADO, será en una ceremonia que tendrá lugar el 22 de este mes a las 19.30 en el propio museo. Mientras hemos paseado por su nueva exposición temporal para disfrutar de la pasión por el grabado de tres artistas de una misma línea familiar. Podemos ver obras y herramientas, impresiones de libros y estampas que desarrollan de manera personal y sin límites las posibilidades de los recursos de las técnicas de estampación. Vilató (del que parte de su obra fue donada al Museo y da nombre a una de sus salas), Xavier y Picasso “comparten una común espontaneidad mediterránea, donde la frescura, el impulso creativo, se impone claramente a los artificios de la técnica”.
En total podemos ver cerca de cincuenta obras de muy diversos formatos e intencionalidades, que explotan los recursos de técnicas como la punta seca, el aguafuerte, el buril, la manera negra o la litografía, así como algunas de las matrices y útiles usados. En palabras de los organizadores: “la línea familiar que nos interesa en esta exposición no ha sido una línea sucesoria, sino la línea que los identifica sea grabada en un metal calcográfico o trazada sobre una piedra litográfica. Una línea que trasciende los parentescos y reivindica la excelencia de la gráfica”.
Si no conocéis el Museo o no habéis visto la exposición temporal, éste, podrá ser un buen momento, hay que tener en cuenta que este Museo es único en España.
El pasado lunes, la Asociación de Mujeres
Universitarias de Marbella programó una conferencia en el Centro Cultural
Cortijo Miraflores que la Delegación de Igualdad y Diversidad del Ayuntamiento ha
considerado interesante enmarcar en las actividades entorno al 25 de noviembre,
día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer.
La Licenciada y Máster Maribel Álvarez
disertó sobre una interesante investigación que viene realizando en su afán de
conocer el Arte y usarlo como herramienta para la construcción de una sociedad
más consciente y justa. “Tras la Belleza en el Arte” nos presenta distintas
obras a lo largo de la Historia del Arte donde la belleza de formas nos vuelve
acríticos, ya que mucha de esta belleza encierra actos tremendos de violencia,
violaciones, raptos, sometimientos, especialmente de la Mujer que es
representada en poses de placer que poco tienen que ver con lo que de verdad se
siente cuando alguien es vulnerado en su dignidad, seguridad o integridad.
El aforo completo de la sala de
conferencias del citado centro cultural permaneció mudo ante las atrocidades
que se esconden tras la belleza, la normalización de poses estéticas que lo
representan y nuestra absoluta inconsciencia ante obras como el Rapto de Europa.
Ya no volveremos a ver el arte de la misma forma, aunque la belleza de la mano
apretando el muslo de Proserpina en la obra de Bernini no nos disuadirá de seguir
disfrutando de estas obras, eso sí, en consciencia.
El acto estuvo presentado por la presidenta
de AMUM, María José Gámez, y la Responsable de Comunicación Ana Eugenia
Venegas. Contó con la presencia de Marianela Traverso, técnico imprescindible
de la Delegación de Igualdad y Diversidad y miembro de la Asociación, una
asociación cuya labor, conducida por nuestra presidenta emérita Garbiñe
Larrazábal, ha sido reconocida internacional, nacional, provincial y
localmente.
Aquí pueden escuchar la conferencia sobre
esta pionera investigación de Maribel Álvarez que además de haber sido gestora
cultural en numerosas instituciones, en la actualidad está trabajando con
personas en riesgo de exclusión a través de su visión del Arte.
La Asociación de Mujeres Universitarias de Marbella se ha reunido en el Hotel San Cristóbal para nuestra tertulia literaria mensual. La obra que meses pasados elegimos en votación para su estudia ha sido "Orlando" de la genial escritora británica Virginia Woolf, una elección muy acertada a tenor de la magnífica tertulia que ha dado de sí y de las inquietudes e interrogantes que ha despertado en nosotras, como dijo Epicuro "Nada es suficiente para quien lo suficiente es poco". Aquí tenéis una redacción de los temas que nos suscitó y las conclusiones que sacamos.
1928 es el año de publicación de esta obra
de un atrevimiento e inteligencia descomunal. Una prosa prodigiosa que se
aventura en la fantasía para hablar de la identidad, de Literatura y de la
mujer a través de situaciones que ponen en tela de juicio el encorsetamiento y
la costumbre junto con cierta irracionalidad social del ser humano.
Orlando es un hombre que sufre una
metamorfosis y se despierta mujer. “Oh, he is a woman”, es la frase que dijeron
los presentes cuando volvió de un sueño de siete días, tras una revuelta derroquista,
cuando era embajador en Turquía. Y esta sentencia reúne toda la enjundia
metafísica. ¿Se es hombre o mujer?, ¿se es aparte de ser hombre o mujer?, ¿se
es por encima de ser hombre o mujer?, ¿el ser nace y su característica de mujer
lo va marcando?, y si es así, ¿la característica mujer marca tan profundamente
o es la social la que hace a la mujer como apuntó Simone de Beauvoir? Esta diatriba
es tan complicada, diversa y necesaria como poco atendida y es que este mismo
libro, en su traducción al español, la que hizo José Luís Borges, no consigue
el matiz insidioso que quiso darle Virginia Woolf, porque Borges lo tradujo
como “¡¡¡Es una mujer!!!”. Apreciamos la sorpresa del cambio de sexo, pero Virginia
dijo “Él es una mujer”, un atrevimiento que nos hace cuestionar si el SER es independiente
del sexo, si la esencia humana, al igual que carece de la particularidad física
de ser alto o bajo, carece de esa particularidad masculina o femenina, “pienso,
luego existo”, el yo de este postulado cartesiano no contiene trazas de sexo.
También hay que reconocer que la traducción de Borges es una intervención
maravillosa, de prosa preciosista y que excepto por aspectos como este, lógicos,
pues aún hoy muchas personas no están preparadas para trabajar sobre estos aspectos
tan tatuados en nuestra socialización, el resultado es una lectura deliciosa.
Para poner en jaque el pensamiento único,
para permitir la trasgresión, Virginia Wolf recorre acontecimientos durante
cinco siglos, del XVI a principios del XX, como la gran helada de Londres, con una
Orlando que permanece joven, atendiendo la orden que le dio Elizabeth I en su lecho
de muerte, no envejezcas, y no envejece, pero vive, una licencia fantástica que
se suma a la de la elongación y contracción del tiempo. Una serie de figuras y
licencias literarias que el lector admite con gusto para deslizarse junto a un
personaje que nace hombre y rico, un privilegiado social que sufre una
transformación. A través de su nueva condición de mujer, somos capaces de
sufrir las pérdidas de estatus, las incomodidades y trabas de lo “femenino” en
el día a día, su lucha por mantener su patrimonio al que deja de tener derecho
por no ser varón, su dificultad para ser poeta porque “está bien que la mujer piense
siempre que sea en un hombre y está bien que escriba siempre que sea de amor”,
de hecho su obra que creaba y destejía cada día como la Penélope de Homero se
pensaba que era obra de su primo. En fin, que gracias a la comparación con el cotidiano
más simple del hombre, se encuentra la complicación y los impedimentos de ejercer
de mujer en todos esos siglos que la obra ocupa.
Mención aparte merece la
vestimenta femenina de Orlando, por el sunami que ha desatado en algunas socias. Ropas y
zapatos que hacen de la mujer una discapacitada física, miriñaques y corsés,
faldas largas y zapatos diminutos. Orlando no conseguía adaptarse a tanto
preparativo y constricción del vestir femenino y en realidad, actualmente, las
mujeres en general y muchas en particular, seguimos usando ropas, zapatos,
accesorios y maquillajes que no nos hacen un favor a la hora de ser dinámicas. Nostra culpa, pero es tan divertido y nos hace tan especiales que es una elección
que acogemos con gusto, gusto que no quita el dolor de pies, espalda y la poca
velocidad que podemos alcanzar con una falda estrecha y unos tacones altos, lo
que por otra parte significa que sin tanto arreo sí tendríamos esa agilidad.
Esta novela con tintes de ensayo está
escrita en tercera persona, con un maravilloso narrador omnisciente que es
capaz de estar en todos los escenarios, incluso los mentales. Esta técnica
permite a la autora mostrar el devenir del pensamiento de Orlando y otros
personajes y es ahí donde encontramos la elaboración de los hechos y el asalto
al estatus quo, más a través de la interrogación y la presentación de otro
pensamiento que a través de sentencias hechas. La tesis de Woolf se sostiene
varios siglos, pero parece que los hechos se apresuran en el siglo XIX y XX,
puede ser que el contenido ensayístico ya no diera más de sí y empezara a
resultar repetitivo. Por ello, su autora, tan sensible al ritmo, decidió
atajarlo con más brevedad hasta llegar al presente.
El presente, al final de la obra, nos deja
un momento furibundo en el que Orlando recopila sus yos atomizados, su yo
poeta, el yo mujer, el de esposa, el de embajador, de gitana, el amante de los
árboles, todos, para ser mujer, hombre, todo, para ser Orlando. ¿Es Orlando por
encima de todos esos momentos y características diferentes o es Orlando con todos
ellos? La verdad es que puede que no tengamos la respuesta, pero ya es un logro
que tengamos la pregunta. Y lo que queda claro es que hombre o mujer, adora los
libros, una posición como otras muchas para las que la identidad sexual no es
importante o sí.
Al
parecer, Woolf se inspiró en la vida de Vita Sackville-West una mujer noble que
tuvo grandes dificultades con su patrimonio y su obra literaria por ser mujer. Virginia
y Vita fueron amantes, sus maridos, de sexualidad también relajada y miembros
del Grupo de Bloomsbury, no fueron engañados y el hijo de la propia Vita
escribió sobre la relación de ambas en su obra. No es de extrañar pues, que
Orlando sea un ser rodeado de Literatura, inmerso en ella, que escriba y sea un
lector obsesivo. Virginia aprovecha esta obra para homenajear a la Literatura y
es uno de los hilos conductores a lo largo de los siglos que recorre la obra.
También es un homenaje a aquel Castillo de
Knole, en el que había crecido Vita rodeada de platerías y donde se habían
alojado todos los reyes, tanto, que las sábanas reales estaban gastadas. Ironía
y humor para poner sobre la mesa que Vita tuvo que dejar el Castillo en manos
de un varón de la familia, pues ella era mujer, característica que impedía
claramente sostener la propiedad de la casa donde había pasado su infancia y
donde habían vivido todos sus ancestros.
Hay quien piensa que esta obra estuvo
concebida como un divertimento de ingenioso sentido del humor, pero en realidad
es un divertimento de una ambición globalizadora, muy valioso y lleno de
intenciones, un estímulo intelectual, pues presenta tantos momentos irracionales
para el ser humano mujer que las anécdotas numerosas y atinadas nos despiertan
al humor y a la amargura, a la aceptación, pero también a la reacción.
Aparte de ese capítulo final de
disgregación y soldadura de la identidad de Orlando tenemos otros momentos
hilarantes como en el que Orlando se siente incómoda con su dedo anular hasta
que descubre que le falta el anillo de casada, como si estar casada fuera una
característica sine qua non para ser mujer; o la costumbre de ceñir con
miriñaques a las mujeres embarazadas para esconder el fruto del amor, que es
también la gracia de la supervivencia de la especie y consecuencia directísima
de la acción del varón, hasta hace poco las mujeres pasaban su embarazo recluidas
en casa, tratadas como inválidas y lejos de la vista de la sociedad moralizante
que se avergonzaba de la prueba de su sexualidad activa, hoy encontramos que
muchas embarazadas se ciñen o van a barriga descubierta y nos preguntamos si
esta posición poco cómoda no será otra trampa, en esta ocasión la exhibición de
la feminidad más cruda, en cualquier caso, también diferenciadora.
El ambiente irónico, burlón, mordaz,
recorre toda la obra, todas las pequeñas historias que conforman el esperpento.
Los personajes son apropiaciones caricaturescas de personas que Virginia conoció
y los utiliza para burlarse de muchos de ellos y del género biográfico. “Orlando
es una biografía, que no tiene tiempo razonable ni personaje-objeto esquematizable.
Recuerda en cierto sentido la fantasía y la alegoría de “El Barón Rampante” de Ítalo
Calvino. Lo que sin duda es, es una lectura imprescindible para comprender a la
autora, tan genial y dolorosamente bipolar, y la importancia de algunas mujeres
que despertaron y supieron cómo encauzar su visión de una sociedad injusta.
Hemos disfrutado y hemos aprendido, ahora acometemos otra obra "El Nervio Óptico" otra interesantísima novela enervada por los conocimientos de una experta en Arte, la tertulia será el 11 de noviembre y promete una soirée muy interesante.